No había dormido casi nada, repasando en su mente todo lo que había
pasado la noche anterior, cada palabra que salió de su boca. “Esa noche dejamos de ser amigos”. Eso fue lo que más le dolía. Ella solo quería
permanecer cerca de él. ¿Eso sería en verdad lo que pensaba?
Termino de secarse el cabello y prosiguió con el doloroso acto de
guardar las últimas prendas de ropa en la maleta. Casi era hora de despedirse
aunque no por mucho tiempo, pues el siguiente fin de semana los estaría viendo
de vuelta pero en Londres, y más valía dejar las cosas claras para no dejar
cabos sueltos, aunque ya no sabía si eso se podía.
Tomo sus zapatos favoritos de un tacón de 12 centímetros, los zapatos
siempre le hacían sentir más segura. Cosa que en realidad no sentía. Tom había
tenido razón en todo, siempre había tenido miedo, desde el primer momento en
que lo vio le atrajo, primero era alguien que se suponía no iba a volver a ver,
y de pronto iban y venían para encontrarse siempre en compañía de los demás, a
quienes agradecía infinitamente haber conocido, y temía enamorarse como nunca,
por eso siempre rechazaba la idea.
Termino de abrochar las cintillas de los zapatos, tomo el cepillo y se
hizo una cola de caballo alta, se puso brillo en los labios y se sentó de nuevo
en la cama.
Si no podían ser amigos, entonces que iba a pasar, era probable que se
toparan de ahora en adelante cada dos por tres, la gira y entrevistas
terminadas, no tenía muchos compromisos según había escuchado ayer de boca de
Georg.
¿Cómo sería la percepción que Tom tenía de ella? Los dos pasaron el
límite de cordialidad y amistad, supuso que para Tom era mucho más fácil y aun
lo seguía pensando aunque en menor porcentaje. Él había cumplido la promesa de
no hablar al respecto del tema, a tratarse como antes y ella lo había dejado
caer todo en picada. Si no podía estar con Tom, y si tampoco podían ser amigos…
No. La idea de no verle ni saber de él le horrorizaba. Eso no era lo que
quería. Tom no había hecho otra cosa más que ser sincero con ella y ¿qué hacía
ella? Evitarle. Cuando pensaba en él, una sensación agradable le recorría el
cuerpo, solo quería que él estuviera bien, que estuviera feliz aunque no fuera
con ella, quería estar ahí cuando la necesitara, quería apoyarlo y quería
compartir sus alegrías. Por eso abogo tanto por esa amistad. Porque por una u
otra razón no se podía convertir en algo más.
Se dejó caer sobre la cama nerviosa cuando una idea le cruzo la mente
y le hizo sentir mariposas revoloteando hiperactivas. Lo quería. Lo quería
demasiado. La sola idea de perderle la hacía trizas. Se colocó las dos manos
sobre el estómago como tratando de contener tanta emoción pero le era
imposible. Porque precisamente todo le parecía posible.
Tendría que hablar con Dean, y decirle que no podía seguir con él. Con
Dean se sentía protegida y el le proporcionaba esa estabilidad mental que tanto
había necesitado pero la sola idea de no ver a Tom, no la soportaba. Les tenía
cariño a los dos pero amor… ese solo se encendía por uno de ellos y ahora lo
comprendió.
Estaba lista para terminar con tantos temas inconclusos, ser sincera,
aceptar sus errores y superar esos temores, Tom no se había equivocado al
llamarla cobarde. Debía decirle todo, contarle y si él lo quería por fin
podrían estar juntos.
Salió con la maleta, colocándola al pie de las escaleras. Camino
nerviosa rumbo a la habitación, inhalo y exhalo exageradamente, estaba nerviosa
pero muy consciente de la situación y de lo que sentía, lo cual por primera vez
le había hecho despertar de ese letargo tan largo. Toco tímidamente la puerta,
escucho pasos dentro y espero impaciente a que abriera la puerta.
Cuando abrió la puerta quien se sorprendió fue ella y no él. Todavía
no estaba vestido, llevaba puestos unos boxers negros holgados y una camiseta
blanca de tirantes. Su expresión no le decía nada, ni si estaba de buen humor o
de mal genio, o preocupado, o algo, más bien solamente parecía cansado.
Tom: ¿qué pasa? ¿Ya es hora?-ella le observo unos segundos como si le
acabaran de hablar en chico o algo parecido
Valeria: ah… No, no. Todavía no es hora, vamos a desayunar algo y
luego iremos rumbo al aeropuerto… ¿No ibas a ir…?-pregunto con cierto miedo de
la respuesta.
Tom: dado los últimos acontecimientos creí que sería
mejor que solo Bill las acompañe… -confirmo sin expresión que pudiera leerse
fácilmente.
Valeria: ah… -musito mirando el suelo, algo le decía que aún era
tiempo para dar la media vuelta y bajar a desayunar como tenía que estar
haciendo.
Tom: Mejor que las cosas queden bien bonita porque nos vamos a seguir
viendo, queramos o no-comento sacándola de su desconcierto pero la confundió de
nueva cuenta esa débil sonrisa que enmarcaba su rostro cuando le miro.-Pasa por
favor.
Ella avanzo sin ganas, no quería perder el valor para decirle lo que
acababa de descubrir o más bien lo que después de tantas rabietas y
equivocaciones le había costado aceptar.
Tom: escucha… Yo quiero pedirte una disculpa, he estado bajo mucha
presión y discutir con Bill puede desquiciar a cualquiera, no alcanzo a
entender como Ana puede lidiar con él-sonrió-pero ya le he dicho que es muy
afortunado, no debí portarme así contigo
Valeria: No Tom, yo también tengo que disculparme, la verdad es que
tuviste razón en todo, soy una cobarde y créeme que trato de cambiarlo
Tom: No, por favor. Ahora soy yo él que te pide que no continúes. Tú
no tienes que disculparte, solo querías ayudar y yo… Te pido perdón por lo que
dije y por lo que paso. Ahora mismo no tengo idea de como continuar contigo… solo sé que te tengo cariño, a ti, a Ana y a
Camila y no quiero perderlas. Te aprecio Valeria, y no deseo nada más que no
sea tu felicidad, y es muy lógico saber que quien te puede hacer muy feliz es
tu novio
Valeria: Tom…
Tom: Déjame terminar por favor.-Valeria asintió y se quedó en silencio
ansiando escuchar cada palabra que saliera de su boca.-No me arrepiento de lo
que paso entre nosotros, y mucho menos cuando
actualmente ambos tenemos a alguien más en mente, por ese motivo debemos
continuar de otra forma, creo que lo que hablamos ayer debía suceder para poder
seguir…Sé que no me voy a convertir en tu mejor amigo pero tampoco quiero
alejarme de ti… -Estaba conteniendo el aire como si eso le ayudara a comprender
mejor lo que le estaba tratando de decir.
Valeria paso saliva y lo miro fijamente, aunque dejo de escuchar las
últimas palabras mientras analizaba en su mente eso que no llegaba a entender;
“mucho menos cuando actualmente ambos
tenemos a alguien más en mente”. ¿A qué se refería? Ella iba a terminar con
Dean.
Tom: Cuando sienta que algo vaya mal o algo con lo que no este de
acuerdo voy a decírtelo para no llegar a los extremos, como ayer-sonrió- pero
algo si te digo, voy a estar ahí para ti, y no voy a dudar en defenderte de
cualquiera ni a ti ni a Ana ni a Camila, si es necesario romperle la cara a
alguien, lo hare
Valeria: jajaja. ¿De qué estas hablando?
Tom: Lo que quiero decir es… Que les he tomado cariño y van a contar
conmigo siempre, eso es lo que quiero que sepas, quiero que podamos llevarnos
bien, y quiero verte feliz y quizá hasta un día podamos salir los cuatro
juntos.
Todo parecía perfecto, pero es que ella no quería estar con Dean, solo
estaba esperando a que terminara de hablar para confesarle que ya no podía
callar tantas cosas, que ya no podía estar lejos de él. Aunque seguía sin
comprender, ¿Cómo que los cuatro? ¿Se refería a ella y a Dean? ¿A Ana y a él?
¿Y Bill?
Valeria: has contado mal, ¿Cómo que los cuatro?-se
rio
Tom: Si, tu, Dean, mi novia y yo.
Algo volvió a crujir muy profundo. ¿Novia? ¿Había escuchado bien?
Quiso volver en el tiempo y evitar esa última información. Era algo muy egoísta
pero no quería aceptarlo, eso no.
¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Debía contestar? El murmuro algo pero ya
no le escucho, cuando quiso hablar se atraganto con su propia saliva, hablaba
tropezando con las palabras. Miro el techo como tratando de sacar fuerza o
cualquier cosa que le permitiera no caer al suelo de bruces. ¿Desde cuándo? ¿Entonces
porque un día antes le insinuó otra cosa? ¿Por qué era siempre tan tierno y
amable con ella? ¿Por qué la cuidaba? ¿Pues por qué más va a ser? Porque es solo
eso, es amable, porque es educado, porque aunque nadie lo crea, es todo un
caballero, se respondía a sí misma.
Valeria: Yo… no sabía que tenías novia…-en el momento en que lo dijo
fue como si estuviera viviendo un déjà vu y de pronto unas palabras resurgieron
desde lo más profundo de su inconsciente; “Eh si… pero tranquila te aseguro que
Bill siempre paso y pasa de ellas, al igual que Georg y Gustav y hasta Tom… más
ahora que tiene novia” Eso les había
dicho Camila, a ella y a Ana, pero lo había olvidado por completo, además no lo
había tomado muy en serio y si lo era, pensó, que a esas alturas ya se habría
terminado-¿Llevas mucho con ella? -¡Que diablos le interesaba! pero
de pronto le carcomía la necesidad de
rasgar más esa nueva herida que estaba
estrenando.
Tom: algunos meses… ella es… increíble-sonrió de una
forma que jamás le había visto y eso fue lo que la derribo completamente.
Valeria: ya veo-acepto dolorida-te brillan los ojos de solo hablar de
ella, se nota que la quieres-se lamio el labio tratando de hidratarse la boca
que ya la tendría seca del pánico que sentía de estar perdiendo la única
oportunidad que le quedaba.
Tom: No había tenido una relación sería desde hace… años creo
Valeria: es que ella en verdad te conquisto. ¿Es del medio? Seguro se
entenderán un poco mejor…
Tom: Si, algo así, no se desenvuelve en la música pero conoce bien el
medio
Valeria: que maravilla Tom. Estoy feliz por ti y por favor cuenta
conmigo siempre, lo que necesites y después de todo nos vamos a ver muy seguido
de ahora en adelante, quizá hasta la conozca un día de estos-dijo deseando todo
lo contrario, no quería conocerla jamás.
Tom: si… bueno, en realidad ya la conoces-doblo el brazo y se rasco la
cabeza
Valeria: ¿qué?-le miro asustada, no por favor, ¿la conocía? ¿Quién
era?
Tom: No sé si la recuerdes, la conociste el año pasado, en la fiesta
que tuvimos en el estudio, en
Londres…-su mente rebusco frenéticamente en sus recuerdos tratando de buscar a
la arpía esa, pero era imposible no lograba recordar a nadie en esa fiesta.-Es
Nicole, la amiga de Kim. ¿La recuerdas?
Valeria la recordó inmediatamente, ¿por qué se había olvidado de esa
fiesta tan rápido? La chica alta y bronceada con la que Tom bailo toda noche y
con quien termino esa noche…amiga de Kim…
Valeria: ¿la modelo?
Tom: si.
Valeria: si… la recuerdo. No lo puedo creer, así que
desde entonces…
Tom: No, no era mi novia en eso entonces… nos frecuentamos, nos
hicimos amigos y bueno ahora… he conseguido que sea mi novia
Valeria: ya… pues te felicito, es muy bonita. No la trate en realidad
pero para que te haya conquistado debe de ser una linda persona.
Tom: lo es. Y si todo sale como lo he planeado quizá la llegues a
conocer el próximo fin de semana.-El plan era que le perdonara y volviera con
él, y si así pasaba la invitaría a pasar el siguiente fin de semana con él
Valeria: ah… maravilloso… Bien… bueno… ya que hablamos y aclaramos
todo, creo que se nos ha ido un poco el tiempo, ¿eh?-miro el reloj- no quiero
retrasarme, así que voy abajo, ¿te veo allí?
Tom: si, me cambio y bajo a despedirme
Valeria: Si.
Valeria camino arrastrando los pies contra su voluntad, ya no sentía
las mariposas, solo sentía que se caían
de una por una hasta sus pies, casi podía oírlas chocar contra el suelo. No
quería que nadie se diera cuenta de lo mal que se encontraba, busco su mejor
sonrisa y reflejo el mejor semblante que tenía para esas ocasiones.
(…)
Bill subió las valijas al maletero mientras yo me
despedía con un fuerte abrazo de Tom y luego observaba cuando Valeria lo hacía
también.
Terminamos de despedirnos y subimos al auto, Valeria se mantuvo
callada todo el camino, mirando fuera de la ventanilla, mientras Bill y yo nos
hacíamos mimos. Bill me había contado con lujo de detalle la discusión entre
Tom y él, las razones por las cuales casi terminaban peleados, así me había enterado de que el corazón de Tom
lo ocupaba una chica, una desconocida a la que según Bill, Tom ya le había
hecho de las suyas y varias veces pero que al final todo se resolvía, además de
que según Bill nunca había notado a su hermano verdaderamente interesado en
alguien, así que iba pensando la mejor manera para contárselo a Valeria, sabía
que ella estaba bien con Dean pero también sabía que esto no le iba a caer muy
bien.
Bill abrazo a Valeria y al hacerlo le pidió disculpas. ¿Y cómo que
disculpas? Que inteligente era Bill para decirle en último momento y que no me
haya comentado nada como para que no lo llenara de preguntas. Valeria sonrío
sin ganas y le devolvió el abrazo.
Nada más acomodar parte de las maletas y sentarnos, Valeria rompió en llanto. Le mire
desconcertada sin decir una palabra mientras la abrazaba. Ella me miraba con la
expresión desencajada mientras lloraba amargamente, cada vez que quería
pronunciar palabra le brotaban más y más lágrimas. Estaba irreconocible, lo que me pareció mejor fue dejarla desahogarse.
(...)
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