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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Capitulo 50






Ana: que querías si te fuiste así como así…
Valeria: ahora eso ya lo sabes, jeje oye se me esta acabando la batería, te parece si te llamo mañana?
Ana: si, si, claro, bueno te mando un beso
Valeria: yo también, te cuidas y te diviertes…
Ana: no hace falta que lo digas… adiós- corte-¿era Valeria?


-¿era Valeria?

Ana: mm… si- conteste sin voltear- ¿por qué lo preguntas?
Tom: quería saber como llego…
Ana: pues bien… digo… algo cansada… ya sabes… -me guarde el teléfono en el bolsillo
Tom: ya…

Tom se había recargado ligeramente en la pared mientras me observaba, yo estaba ahí de pie mirándole también esperando a que hablara o hiciera algo, después de unos segundos nos causo gracia a los dos y empezamos a reír.

Ana: te vas a quedar ahí lo que queda de la noche o qué?
Tom: no…-se rió
Ana: entonces??
Tom: pues te estoy esperando para irnos con los demás o es que todavía no piensas regresar? Mira que mi hermano es muy celoso eh-frunció los labios
Ana: ah… jaja- omití el comentario, obviamente ‘sabía’ que ellos ‘sabían’ pero aun así no me sentía cómoda hablando de eso con Tom-pero… no ibas al baño?
Tom: no… ¿por qué?
Ana: por qué aquí detrás están los baños- dije con cara de obviedad- y pensé que tu…
Tom: no, que yo venía por… porque ya suponía que era Valeria con quien hablabas y bueno pues…
Ana: si, la querías saludar, no? Pues ya hablaran después… ya que esta todo bien, no es así?
Tom: si, si
Ana: nos vamos ya o nos quedamos un rato más platicando??-dije riendo
Tom: si quieres…-contesto coqueto
Ana: mm…-murmure mientras fingí pensármelo

Segundos después avance indicándole la respuesta y poco más tarde escuchaba sus pasos lentos detrás de mi, uno de los meseros sonrió sarcástico, al parecer contento de que nos hubiéramos movido de lugar, creo que no le gustaba que estuviéramos obstruyendo el pasillo…

Los demás habían empezado a comer, Gustav era el único que llevaba más de la mitad de su plato, antes de llegar Bill nos dirigió una mirada a Tom y a mi que después clavo en el, este último asintió discretamente, era como si aquellos dos pudieran comunicarse sin la necesidad de hablar, mientras tanto Camila no le quitaba la vista de encima a Tom.

Ana: oye- la llame cuando me senté a su lado-cierra la boca que se te va a caer la comida eh?
Camila: tengo la boca cerrada! jeje
Ana: si sigues así se va a dar cuenta, no ves que no se le escapa ni una…
Camila: se me nota mucho?
Ana: Bill ya lo sabe, tú dirás…
Camila: mm…
Ana: oye y Jess? No me digas que se fue ella también…
Camila: no, no. La invite a venir conmigo y con Tom pero dijo que prefería salir de compras, y que más tarde nos llamaría
Ana: yo en su lugar también me hubiera ido de compras… eso de hacer mal tercio… jaja
Camila: ella también dijo eso… pero de verdad que nada más fuimos a pasear, además no hubiera sido un tercio acuérdate que el guardaespaldas también iba con nosotros jaja
Ana: a si… hubieran hecho dos parejas adorables…
Camila: si… eso también fue lo que le dije… pero optó por irse de aventurera…
Ana: si, que aventada es Jessica, quien la viera, irse así como así sin conocer la ciudad
Camila: bueno es que cuando se trata de ir de compras…
Ana: eso si…

La charla en la mesa se centro en un tema sin importancia, al que ni Bill ni yo estábamos poniendo atención, ya que estábamos en nuestra propia conversación que en realidad tampoco era nada importante, nada más estábamos haciendo al tonto, mientras pasaba el tiempo, instantes después uno de los camareros se acerco a la mesa con un carrito mostrándonos una gran variedad de postres, me decidí por pastel de queso y frambuesa mientras Camila escogió el de frutas. Gustav parecía bastante interesado en los postres, los miraba insistentemente pero al final no se decidió por ninguno, Camila lo noto y le ofreció un poco del suyo.

Gustav: gracias pero no…
Georg: esta a dieta- le interrumpió
Camila y Ana: ¿a dieta?-repetimos al unísono
Camila: pero por qué?
Tom: basta verlo para saber… -dijo gracioso, sonriéndole inocentemente- tiene unos quilitos de más… tiene que ponerse en forma para los conciertos
Ana: no le veo quilitos de más…
Camila: no, de hecho esta bastante bien- comento y cuando termino de hablar se sonrojo- bueno lo que digo es que no hace falta una dieta…
Gustav: esta bien…-le corto- me han convencido… -dijo cuando ya tenía una mano elevada pidiendo al camarero que se acercara
Georg: es fácil convencerte cuando se trata de comida, con eso le van a pagar en la gira jaja
Camila: el que esta muy flaquito es Bill- todos lo miramos poniendo nuestra atención en el, que estaba absorto de nuestros comentarios a punto de llevarse lo último de ensalada a la boca.
Bill: qué me ven todos? Ya se que aquí lo más interesante soy yo… pero deberían disimular un poco
Tom: es que todos creemos que deberías comer un poco de pastel
Bill: ¿yo? ¿Por qué?
Tom: por qué ahora que salgamos no queremos que alguna brisita te vaya a llevar… si no fuera por los kilos de collares y cadenas que traes…
Bill: idiota! si estamos casi iguales!
Tom: no, yo tengo más músculos que tu
Bill: No
Tom: que si, quieres ver?
Bill: ¿aquí?
Tom: si… que tiene? no voy a ser yo quien prive al mundo de la belleza- Bill entrecerró los ojos mientras le daba la razón a Tom resignado solo para que se callase. Al final tanto Gustav como Bill terminaron comiendo un trozo de pastel.

Después de eso ya no podía ver ni un trozo más de comida, estaba más que satisfecha, habíamos bebido todo el vino que pudimos también. Esperamos a uno de los seguratas que traería el auto, cuando lo vimos en la entrada salimos del restaurante, sentí las mejillas congeladas cuando un viento gélido soplo en nuestra dirección, frote mis manos para dar un poco de calor, inmediatamente sentí el alivio de la calefacción cuando subimos al auto. Esta vez tanto Camila como Tom se fueron con nosotros, mientras el otro guardaespaldas llevaba el auto en el que ellos habían llegado.
Jessica llamo a Camila indicándole el lugar donde estaba, lugar que no quedaba muy lejos de ahí, y llegamos por ella en menos de 10 minutos.

La chica rubia estaba parada afuera de una boutique observando la avenida, llevaba puesto un gorrito y una bufanda muy monos que hacían juego, y en la mano derecha llevaba dos grandes bolsas, sonrió al ver que nos aproximábamos. El auto se detuvo y uno de los guardaespaldas bajo, mientras ella miraba el coche, inspeccionándolo.

Jess: no vamos a caber todos ahí, y si mejor…
Ana: No. Ni se te ocurra. Si cabes… -mire el carro y efectivamente ya no cabía nadie más, de hecho íbamos muy apretados.
Tom: mm… pues o entras tu o entran las bolsas…
Andreas: yo te cargo…-le sonrió
Jess: gracias-le sonrió también- pero no creo que puedas conmigo, estoy muy pesada
Andreas: no creo que lo estes pero si que puedo contigo
Bill: puedes irte en el otro auto si así lo prefieres…
Jess: qué otro auto?
Bill: el que viene atrás
Jess: pues si… creo que eso va hacer lo mejor
Camila: me voy contigo para que no vayas tan solita
Jess: si no voy a ir sola, esta bien, después de todo no vamos a tardar mucho no? por cierto a donde es que vamos?- todos nos miramos los unos a los otros, la verdad era que no lo habíamos pensado, nadie dijo nada- ok, da igual, me voy en el otro auto, Don’t worry- sin esperar respuesta camino tranquilamente hasta llegar al otro coche. Segundos después Andreas se bajo del auto.
Tom: eh! A donde vas?
Andreas: con Jessica, que no ves?
Tom: bien, pero vas hacer mal tercio-le grito pero Andreas ya no escucho o no quiso hacerlo.

Yéndose Andreas en el otro auto con Jessica quedaba más lugar para nosotros e íbamos más cómodos pero aun no teníamos idea de a donde ir, aunque de eso había algo que me estaba preocupando, en el restaurante teníamos la mirada de mucha gente, seguramente habían reconocido a los chicos pero nadie se había atrevido acercarse, me preguntaba si era seguro que ellos anduvieran por ahí, así como así y más después de ver a toda la multitud en el hotel el día que habíamos llegado.

Bill: Qué dices?
Ana: eh? Sobre qué?
Bill: no nos has escuchado verdad?
Ana: mm…
Bill: decíamos que podíamos ir a alguna discoteca o si…- Camila le interrumpió
Camila: este paseo es my bonito, y aun más de noche
Ana: si, ya lo veo- concedí dándole la razón mientras miraba el lugar por el que pasábamos, una enorme plaza, en donde había dos edificios no muy separados, parecían ser museos.
Tom: quieren ir?
Ana: pues… ¿podemos?-pregunte ilusionada
Tom: que dices Bill?
Bill: podemos ir, por un rato si quieren
Camila: si!-sonrió pero de pronto su rostro ensombreció- pero si alguien los ve… podríamos tener a una multitud rodeándolos… y eso podría ser peligroso… -termino como resignándose a no ir.
Tom: eso no importa, ya nos la arreglaremos… siempre lo hacemos.
Camila: seguros?
Bill: claro.

El guardaespaldas aparco el auto en un lugar apartado de los demás. Estaba ansiosa por ir, pero también más alarmada quizá de lo que debería por el comentario de Camila. Los demás habían bajado y habían empezado a caminar mientras afuera solo estaba Bill esperándome.

Ana: pero, estas seguro que esto es una buena idea…? Y si alguien los ve…
Bill: no pienses en eso, además esta decidido
Ana: pero… -murmure indecisa
Bill: vamos ¿qué sucede? Acaso es que… ¿Tienes miedo?- pregunto finalmente frunciendo el ceño.
Ana: ¿yo? No. Si no lo digo por mi, es por ustedes
Bill: no te preocupes que no pasa nada, vamos…- extendió la mano
Ana: bien- tome su mano y di un pequeño salto
Ana: es seguro que vayan caminando por aquí así como así?
Bill: ya estamos aquí no? déjame preocuparme a mi

Confié en que todo saldría bien y que no habría ningún inconveniente, no se como pero Bill tenía la habilidad para hacerte sentir bien.

Recorrimos casi toda la plaza, los museos lógicamente ya estaba cerrados pero eso no importo, de todos modos había mucho que mirar, además iba acompañada de mi guía personal que me iba narrando cuanto se le ocurría, Bill y yo subimos por unas escaleras que llevaban a un gran balcón, que seguramente nos ofrecería una vista completa del lugar, sin darnos cuenta nos habíamos separado de los demás pero todo estaba más que bien, absolutamente nadie noto la presencia de ellos. Arriba había varias personas, la mayoría turistas seguramente, ya que la mayoría no paraba de tomar fotografías.

Bill: te gusta?
Ana: de verdad me lo preguntas? Claro que me gusta, me encanta, creo que hasta me quedaría a vivir en Alemania…
Bill: tanto así?-elevo la ceja
Ana: de verdad que sí… jaja pero mm… Londres también me encanta
Bill: y no tienes ganas de ir a México?-pregunto de repente- Digo porque a mi también me encanta viajar y conocer otros lugares, pero para mi no hay ningún lugar como Alemania, este es mi hogar.
Ana: me imagino… y no, no creo regresar… al menos no por un buen tiempo…

Me di la vuelta dando por terminado el tema, fijando mi atención en lo que tenía delante, aun así sentía la mirada de Bill clavada en mi espalda.

Bill: y tu familia? Creo que yo he sido el único que ha hablado…que hay con...
Ana: Bill…-le corte- apenas nos conocemos…

Hasta el momento en el que lo dije, me di cuenta que eso había sonado terriblemente mal, en todos los sentidos, y aunque el tenía razón, el si me había hablado de su familia, y merecía que yo hiciera lo mismo, pero me era imposible. Era para que él hubiera reaccionado de otra manera, pero en cambio comprendió perfectamente, evadiendo el tema, supuse que para no arruinar el momento.

Bill: uuf… cada vez hace más frío… ¿estas bien?
Ana: si


Bill: no puede ser… -dijo momentos después
Ana: ¿qué?
Bill: creo que ya se dieron cuenta…-se quedo callado
Ana: de que hablas?- dije observando alrededor, intentando buscar lo que el estaba mirando
Bill: esas dos chicas que no dejan de verme y que vienen para acá, así que creo que ya lo saben…

Me voltee para mirar a quienes se refería, desde ahí pude ver a dos chicas que en efecto no dejaban de mirar el lugar en el que estábamos, una de ellas estaba más exaltada diciéndole quien sabe que cosa a la otra, discretamente se dirigían a donde estábamos a paso lento, creo con la intención de acercarse y de que no nos diéramos cuenta, afortunadamente tenían que subir hasta allí, eso nos daba tiempo de pensar en algo.

Ana: lamento decir que tienes razón…- Bill miraba un poco asustado a todos lados supuse que buscando a Tom y a alguno de los guardaespaldas, pero no se veían por ninguna parte- no debimos subir solos…

Vista de halcón que tenían esas chicas, encima de que estaban a una distancia considerable y de que ya era de noche, se habían dado cuenta que era Bill!? Me impresionaban de verdad.

Ana: deben querer un autógrafo y supongo que después se irán…
Bill: si, puede ser… aunque esto yo ya me lo sé, primero viene una y luego otra y de la nada vienen más…

Ana: Bill…- le llame como tres veces hasta que pareció reaccionar
Bill: si…-murmuro- ven- dijo como despertando del trance- hay unas escaleras por acá- dijo señalando a su derecha- camina rápido pero no tanto si no les vamos a confirmar sus sospechas…
Ana: ok- me dedique hacer exactamente lo que Bill decía, se notaba nervioso, y eso a mi me tenía tensa, prácticamente bajamos corriendo, cuando estábamos fuera de la vista de esas chicas, e íbamos en los últimos escalones pudimos divisar las enormes figuras de los guardaespaldas, Bill pareció tranquilizarse un poco. Él intercambio unas palabras con ellos en alemán, inmediatamente uno de ellos se coloco detrás de nosotros y el otro empezó a caminar más veloz hasta donde se suponía estaba el auto, cuando hubimos llegado Georg y Gustav ya estaban ahí pero ni rastro de Jessica, Andreas, Tom y Camila, no se veían por ningún lado.

Bill: y tom?
Georg: no sabemos, se suponía que iban a buscarlos…
Bill: mierda… - se giro para buscarlos con la vista en ambas direcciones

Yo entre al auto junto con Georg y Gustav, pero Bill se quedo de pie afuera. Saqué el teléfono de mi bolsillo, y le llame a Camila pero me mandaba al buzón, volví a llamar pero esta vez a Jessica, ella si me cogio el teléfono.

Ana: Jess, donde estás?
Jess: seguimos en la plaza, estoy con Andreas. ¿Como esta Bill?
Ana: eh? Pues bien, el esta bien, porque me lo preguntas?
Jess: porque los vimos cuando iban llegando al coche y el tenía una cara de pánico…
Ana: es que imagínate, esta preocupado por Tom, tu lo has visto o a Camila?
Jess: la verdad no, desde que bajamos no los hemos visto
Ana: ya… los esperamos para irnos…
Jess: no se preocupen por nosotros, nos iremos más tarde, es que no veo manera de poder llegar hasta el auto… -No supe en que momento llegaron alrededor del coche unas seis chicas que uno de los de seguridad les cortaba el paso, Bill las saludo haciendo un ademán con la mano y les dedico una sonrisa antes de entrar al auto, lo que provoco algunos gritos. En un abrir y cerrar de ojos empezaron a llegar más chicas que gritaban eufóricas, al punto de que casi rodeaban la camioneta.
Ana: tienes razón, pues cuídense, te veo después.
Jess: claro, ustedes también. Bye.

Bill estaba visiblemente preocupado porque Tom no aparecía ni llamaba. Uno de los de seguridad entro al auto y lo puso en marcha, mientras que el otro seguramente iría a buscar a Tom. Algunas chicas comenzaron a pegarse más al auto, en ese momento un teléfono comenzó a sonar todos nos movimos nerviosos, uno de los guardaespaldas se giro y le dijo algo a Bill, que en vez de tranquilizarlo le altero más… ya que empezó a elevar la voz.

Ana: qué pasa?- le pregunte a los chicos, ya que Bill continuaba habando con el guardaespaldas.
Gustav: esta todo bien… era Tom, el y Camila ya aparecieron
Georg: están con Otto
Ana: con quién?
Gustav: uno de los segurata
Ana: ah… ok, que bien- suspire aliviada, el auto empezó a moverse, pero con mucha lentitud para no hacerle daño a ninguna persona-Bill…que sucede? Todavía estas preocupado?
Bill: no es eso, es que… ya me suponía que esto se iba a ponerse así, y a Tom ya le vale una mierda, dice que se va a quedar un rato más… pero haya el… esta vez si algo pasa no pienso hacer nada por el…

El resto del camino al hotel Bill se la pasó mirando por la ventana, obviamente molesto, lo tome de la mano pero pareció ni siquiera percatarse, estaba absorto en sus pensamientos, no quise comentar nada de lo sucedido, supuse que no era buena idea ponernos a hablar de Tom.

Hicimos alrededor de 40 minutos de regreso debido al tráfico, ya dentro del hotel note tanto a Bill como a Georg y a Gustav más relajados. Nos dirigíamos al ascensor cuando a Gus se le ocurrió una mejor idea.

Gustav: voy por una copa, que dicen?
Ana: lo dices enserio?
Gustav: si, aun me caben un par de copas más
Georg: a mi también y tu Bill?
Bill: mejor a la otra…
Georg: ok, pues nos vemos mañana
B y A: Hasta mañana

Ana: Tom debe estar bien…-comente en el pasillo camino a la habitación
Bill: más le vale… y si… estando con Camila…
Ana: exacto… yo creo que ellos ni cuenta se han de haber dado del alboroto que se formo
Bill: no estuvo tan mal, no?
Ana: eh?
Bill: hasta estuvo divertido…-sonrió
Ana: qué me estas diciendo? Si estabas muriendo del estrés…
Bill: claro que no. Esa eras tú
Ana: porque tu cara de pánico me tenía así!-eleve la voz divertida. El abrió la puerta de la habitación y se quedo ahí de pie.
Bill: discutimos eso adentro?- pregunto con un dejo meloso en la voz.