Capitulo 51

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Tocaron la puerta dos veces, y luego dos veces más. Bill seguía durmiendo así que me levante y me puse lo primero que encontré para acercarme a la puerta, pero cuando llegue y abrí no vi a nadie. No tenía idea de quien pudo haber sido, pero si se trataba de algo importante ya volvería, no? estaba a punto de volver a entrar cuando en ese momento vi a Camila cerrando la puerta de la habitación de Tom.

Ana: o tu madrugaste (cosa que era poco probable, además de que traía la misma ropa del día anterior) o dormiste aquí?- Se giro sobresaltada, supuse que no esperaba toparse conmigo, sus mejillas se pusieron rojas, un poco más de lo que ya eran-mm… así que dormiste aquí, eh? O me equivoco?
Camila: uhm… no. No te equivocas, estas en lo correcto-decía lo más seria que podía-pero al final término carcajeándose, lo que me hizo reír a mí también.
Ana: y Tom?
Camila: bajo a desayunar con Georg y Gustav, estaba a punto de ir para haya.
Ana: ya…-entonces debían ser ellos quienes tocaron antes…- y tu no deberías ir camino al trabajo?
Camila: me estas corriendo!?
Ana: jaja No. Solo es una pregunta.
Camila: pues si, debería… pero Tom me pidió pasar el día con él… y cancele los compromisos que tenía hoy, las ventajas de ser la jefa, tu sabes
Ana: uy, uy…. Jaja algún día yo podré hacer lo mismo…
Camila: bajas a desayunar?
Ana: no sé… Bill todavía esta dormido…
Camila: si lo dejas unos cuantos minutos no le va a pasar nada, además no quiero ser la única mujer allá abajo…
Ana: pero si ayer no tenías ningún problema… además que no son tus ‘ídolos’??-recalque graciosa tratando de imitar sus gestos cuando hablaba de ellos
Camila: si ya… pero es que, no sé… ahora las cosas cambiaron un poco…

Ya sabía a que se refería, claro que las cosas cambiaron, había sobrepasado la línea con Tom, y supongo que ella tampoco le vería igual otra vez.

Camila: entonces vienes?
Ana: mm… si, pero déjame cambiarme, no me tardo.
Camila: ok

Entre a la habitación tratando de no hacer ruido pero deje de preocuparme al ver que Bill ya no estaba en la cama. Abrí la maleta y tome los primeros jeans que vi, una blusa y un suéter, cuando me levante sentí dos manos que me rodeaban la cintura, y luego su aliento descender por mi cuello, lo que me hizo estremecer, incline la cabeza automáticamente hacia un lado para que prosiguiera con mayor libertad.

Bill: no creo que esa ropa te haga falta…-dijo en un susurro casi inaudible, y con esa voz tan sensual que me podía hacer perder la cabeza, al tiempo que su mano se iba deslizando debajo de mi camiseta, le detuve recordando porque traía la ropa en la mano, y me gire para verle de frente, deslice una de mis manos por su cuello para atraerlo hacía mi.

Ana: voy a desayunar con Camila-le dije rozando nuestros labios, antes de que pudiera hablar lo bese y seguidamente di unos pasos y entre al baño.

Bill: me estas cambiando por Camila??-dijo del otro lado de la puerta
Ana: jaja claro que no, no seas tonto, además tu también deberías bajar, todos están haya…
Bill: eso no me convence…
Ana: no tengo que convencerte, si no quieres te quedas aquí solo, porque yo voy con Camila…

Con cierto disgusto Bill también se cambio de ropa, aviso que se iba y que esperaría abajo. En el pasillo se encontró con Camila, enseguida noto que ella estaba incomoda, no hacía falta imaginar cual sería el motivo, se detuvo a saludarla cordialmente sin hacer ninguna pregunta, aun para su pesar ya sería Tom quien seguramente le contaría y con lujo de detalle, como solía hacer siempre, su hermano no tenía ningún pudor en contar sus hazañas, eso si, solo a sus mejores amigos y por supuesto a su hermano, con quien no tenía ningún secreto, lo único que Bill no llegaba a saber de su gemelo era lo que ni el mismo Tom podía entender, y eso últimamente le pasaba con mucha frecuencia, había cosas que no llegaba a comprender, pero una buena solución para olvidarse de eso, era ignorarlo por completo, como si no fuera parte de el, además de, por supuesto, ocupar la mente en otras cosas, o en alguna que otra chica agradable que se topara en el camino.

Termine de cambiarme, cuando lo hice fui a encontrarme con Camila en el pasillo, bajamos a uno de los restaurantes del hotel para desayunar, en el trayecto me dijo que había visto a Bill, pude darme cuenta de que quería decirme algo más pero no lo hizo. Ya dentro no hicimos ni siquiera el intento de buscar a los chicos, a como estaba pensé que para ella sería demasiado violento estar con todos, sobretodo estando Andreas ahí… que no pararía con bromas o indirectas.

Luego de terminar el desayuno acompañe a Camila a la puerta para que esperara su taxi, desde donde pudimos ver a los chicos que al parecer se dirigían al ascensor, pero al vernos se quedaron abajo. Camila hondeo la mano antes de subir al taxi, recibió el saludo de parte de Bill, Georg y Gustav pero no de Tom.

Todos hicieron amago de irse a excepción de Tom que se quedo en la recepción hasta que estuve ahí.

Tom: por qué se fue Camila? Pensé que se iba a quedar….
Ana: fue a su casa a cambiarse, no creo que tarde… ya que tienen planes no?
Tom: te refieres a ella y a mi?-se rió- si que hay planes, pero eso nos incluye a todos.
Ana: a todos?
Tom: si, y no pienses en cosas raras, que no es nada sexual eh
Ana: jajaja tu no cambiaras nunca verdad?
Tom: tanto tu como yo sabemos que no cambiarias nada de mi jeje
Ana: si digo que si, no lo creerías… jajaja así que para que me molesto…. Y entonces cuales son los planes de hoy
Tom: vamos a ir a los go karts, hace tiempo que Gustav quería ir, así que le cumplimos su deseo a nuestro gordito y de ahí ya nos iremos a tomar algo supongo
Ana: me encanta la idea, sobre que hora? Para avisarle a Cami
Tom: si quieres le llamo yo
Ana: a pues me parece mejor

Tuve la idea de hablar con Tom sobre Camila, pero lo pensé un poco mejor y no lo hice, si a ella no le había preocupado sobrepasar la línea de solo amigos y no le había importado involucrarse con el, a mi tampoco tenía porque preocuparme, los dos eran adultos y sabían lo que hacían, y después de todo, mi situación tampoco era del todo clara, además solo me quedaba un día en Alemania, tenía que disfrutarlo al máximo, y la idea de ir a los go karts me parecía sumamente divertida.

Saque de la maleta el mejor atuendo que llevaba, la verdad es que estaba muy emocionada por ir, y honestamente no es que fuera realmente buena conduciendo. Dos horas y media después nos marchamos en compañía de cuatro de los guardaespaldas, se suponía que Camila, Jessica y ya estaban esperándonos haya, hasta el momento en que salimos me había dado cuenta de que Andreas no estaba en el hotel sino que supuestamente había salido muy temprano para ir a ver a Jess, al parecer ellos se habían caído bastante bien.

El estadio estaba ubicado a las fueras de Berlín, al lado de este estaban ubicadas pequeñas pistas, y en el centro una pista profesional. El lugar estaba repleto de gente de todas las edades, entre ellos muchas familias, que probablemente venían a presenciar las carreras que habría más tarde.

Ana: están seguros que de nuevo quieren arriesgarse? Aquí hay mucha gente
Georg: ahora venimos mejor preparados
Ana: si? Porque ayer Bill ya se estaba poniendo de todos los colores habidos y por haber…
Bill: ey!-me pico el estómago
Ana: au-me queje- jaja es la verdad…
Tom: así es Bill exagera mucho las cosas
Bill: que exagero?? Será porque a ti te vale %&!…
Georg: ya van a empezar otra vez??
Gustav: pensamos que ya lo habían superado…
Tom: cálmate Bill, además desafortunadamente ya nos estamos haciendo expertos en escapar de esa forma cuando se hacen ese tipo de alborotos… -hubo una larga pausa-además nos gustan las emociones fuertes… -nos dirigió una rápida mirada a todos.
Bill Si!!
Tom: Algún de estos días podremos hacer paracaidismo-miro a Bill
Georg: antes de que eso pase, no olviden dejarnos algo a Gustav y a mi en su testamento
Bill: eso quisieras!!
Tom: a ustedes les gustaría?-nos miro a Camila, Jessica y a mi.
Camila: no lo sé…
Jessica: a mi si me gustaría
Andreas: enserio??-pregunto extrañado
Jessica: si! Me encanta todo eso.
Bill: y tu que dices? –me miro
Ana: ¿yo? Jaja ni en mil años, pueden saltar ustedes solitos… yo prefiero esperarlos a salvo con los pies en la tierra


Fuimos directo a las pistas pequeñas, afortunadamente la fila no era muy larga y no tuvimos que esperar demasiado. Un niño pequeño de alrededor de unos seis o siete años se puso delante de Tom y se pego al barandal, observando los autos con detenimiento, luego despego su vista de los go karts y la dirigió hacia Tom.

Xx: señor se va a subir a los carros?-pregunto el pequeño niño
Tom: eh? Me hablas a mi?- el niño no contesto pero lo siguió mirando
Andreas: contéstale, no ves que te esta hablando a ti, eres el único aquí con cara de anciano
Tom: como no te calles el que va a quedar como anciano vas a ser tú
Andreas: joder y encima cascarrabias…
Tom: si-le contesto al pequeño
Xx: puedo subir con usted?- antes de que Tom le respondiera el niño siguió hablando- es que a mi no me dejan subir solo
Tom: pero… porque me lo pides a mi….- dijo pero el niño se volvió a entretener con los autos, y no le escucho, Tom nos miro a todos
Bill: te lo pidió a ti…
Andreas: por algo será… pero no sé porque le dio confianza el trenzudo este… digo… que si te lo encuentras en la calle en medio de la noche… lo primero que haces es dar media vuelta…
Tom: tu me vas a encontrar…-se dirigió a Andreas pero el niño jalo su camiseta llamando de nuevo su atención
Xx: ¿siii?

Tom miro al chiquillo de nuevo y no le quedo más remedio que aceptar, el pequeñito empezó a brincar a su alrededor, luego espontáneamente lo agarro de la mano, y no lo soltó hasta que estuvieron en el auto.

Andreas: yo tengo que grabar esto para siempre… Tom de la mano de su hijo adoptivo- comento riendo, saco su celular y tomo una fotografía- creo que voy a llorar…
Tom: si tienes razón… vas a llorar pero en cuanto salgamos de aquí… -le advirtió

Lo que hubiera dado por que Valeria hubiera visto tal escena, seguramente le habría hecho segundas a Andreas para torturar a Tom.

Primero estábamos Bill, Tom con el pequeño niño, Gustav y yo, en la otra línea iban Jessica, Camila, Andreas y Georg. El más emocionado era Gustav y al parecer el mejor, porque inmediatamente nos saco ventaja, el único que le seguía de cerca era Georg.

Nos divertimos de lo lindo, de hecho quien pareció divertirse más fue Tom en compañía del niño, quien se despidió de el cuando llego su madre, quien le agradeció por haber subido con el niño.

Andreas: la mamá no estaba nada mal
Tom: no, todo lo contrario
Andreas: entonces podrías ir pensando lo de ser papá- comento sarcastico
Tom: tal vez... -dijo dejando perpejo a su amigo

De ahí nos fuimos directo a la pista profesional, estuvimos unos momentos en las gradas comiendo palomitas y observando un par de carreras, para luego bajar, al parecer tenían planeado participar también.

Luego de una larga charla en la que al final los únicos que decidieron hacer un recorrido fueron Gustav y Georg, les ofrecieron los trajes, guantes y casco, ambos se cambiaron, supuse que no era la primera vez que hacían esto. Ambos escucharon atentamente las indicaciones de uno de los instructores. De vez en cuando Gustav sonreía y Georg le respondía con una mirada retadora. Ambos se colocaron unos lentes especiales, los dos lucían mucho muy emocionados.

Andreas: hay que hacer esto más interesante, el que pierda nos invita la bebida a todos…
Tom: eso me parece bien
Georg: por mi esta bien ya que no voy a ser yo quien pague…
Gustav: ya veremos… -dijo chocando los puños de las manos
Georg: pero que dices, si ya perdí la cuenta de cuantas veces te he ganado…
Gustav: habla, habla, cae más rápido un hablador que un cojo…

Ambos subieron a los autos, revisaron los tableros y se centraron en los focos que tenían enfrente, que les indicarían cuando arrancar. Se echaron unas miradas de las que literalmente salían chispas.

Nosotros nos ubicamos bajo las gradas desde donde se tenía una excelente vista. Las luces se encendieron por completo, ambos autos rechinaron al momento de arrancar, las llantas se marcaron en el pavimento, solo que fue Georg quien saco bastante ventaja.

Andreas: apuesto-busco en su bolsillo- 5 euros a que Georg va a ganar
Tom: no lo sé, cuando Gustav se propone algo…
Camila: que sean 10.Yo le apuesto a Gustav
Andreas: hecho!

Llegaron a la primera curva, el auto de Georg patino por unas milésimas de segundos pero logro mantener el control, bajo la velocidad producto de su seguridad, ya que Gustav iba varios metros atrás, entonces poco antes de llegar a la segunda curva, Gustav acelero y no solo alcanzo a Georg sino que lo sobrepaso sacándole una ventaja increíble, llegando a la curva disminuyo la velocidad y volvió acelerar para hacer un final de película.

Camila: si!!-levanto los brazos y luego aplaudió
Tom: te lo dije… -le dio unas palmaditas a Andreas
Bill: por eso no aposte… creo que tú acabas de perder todo lo que traías…
Camila: alguien me debe 10 euros…

Cuando Gustav bajo del auto empezó a mover sus brazos haciendo alusión a su fuerza, momentos después le alcanzo Georg, le dijo unas palabras y Gustav elevo los bazos de nuevo, fuimos a felicitarle mientras Andreas le reclamaba a Georg que hubiera perdido.
Andreas le pago a regañadientes a Camila, antes de irnos ella regreso con un par de platos donde llevaba papas fritas con extra catsup, le dio un plato a Gustav, quien le ayudo a ganarse 10 euros, y el otro lo compartió con Jessica.

Entramos a la primera taberna que encontramos, en la cual nos dirigieron a una mesa bastante espaciosa, donde colocaron gran variedad de cervezas, acompañadas por salchichas de todo tipo.

Andreas: que van a tomar?
Ana: bueno, es que la verdad no se muy bien cual elegir…
Andreas: muy fácil… pruébalas todas
Ana: si claro… ahorita… jaja no sabía que había tantos tipos de cerveza… la que debe saber es Valeria… que es experta en vinos y… -me fui quedando callada-pero eso si ella casi no toma eh, no vayan a pensar mal-aclare por las caras que ya estaban poniendo tanto Andreas como Georg y Gustav
Georg: eso no es lo que nosotros vimos…
Ana: oye!! No hables de ella que no esta aquí para defenderse
Tom: si no mal recuerdo compitieron con ella y ustedes perdieron
Gustav: si no mal recuerdo-repitio-si no te hubieras acobardado también hubieras perdido contra ella
Georg: porque según tu querías mantenerte sobrio…
Andreas: tu querías mantenerte sobrio!??-pregunto incrédulo
Georg: es que con nosotros le vale pero como iba Valeria
Tom: no se sientan, yo me preocupo por ustedes
Gustav: tengo mis dudas…
Georg: además esa noche nos dejaste y te fuiste con Valeria…

Tarde se dio cuenta que había metido la pata, de pronto nos envolvió un incomodo silencio, Camila que estaba al lado de Tom abrió mucho los ojos, fue la primera en reaccionar, agarro el tarro que tenía en frente y le dio un buen trago.

Tom: si, solo la lleve a su casa
Andreas: si claro…-exclamo sarcástico, era difícil creer que eso fuera cierto, al menos para el, luego miro a Tom, y vio que no sonreía, vio que nadie sonreía, entonces pareció recordar de pronto que Camila estaba ahí y que de hecho, ella si que tenía algo que ver con su amigo, así que evito la mirada de todos e hizo lo mismo que ella, se llevo el tarro a la boca, dándole un buen trago, casi terminándoselo.

Bill: la verdad es que desde el principio nos llevamos muy bien con Valeria, todos nos hemos hecho buenos amigos-dijo salvando a Tom, que le sonrió agradecido.

El comentario se olvido y el ambiente volvió a ser el de antes, aunque de vez en cuando notaba a Camila como si quisiese preguntarme algo y no era para menos, aunque por lo visto nada había cambiado entre ella y Tom, ya que después de un largo rato ambos desaparecieron, los demás nos dimos cuenta tarde, el único al que por supuesto le había avisado que se iba, era a Bill.

No mucho después los siguientes en irnos fuimos Bill y yo, regresamos al hotel. Aun y con el frío que hacía pasamos más de una hora en el balcón de la habitación hablando de cosas que nos parecían importantes y otras que no lo eran tanto, observaba el rostro de Bill queriendo grabar ese momento para siempre, era la última noche que pasábamos juntos en Berlín, quizás por eso me pareció la más especial, entramos a la cálida habitación, para terminar lo que habíamos empezado por la mañana.









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