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martes, 9 de julio de 2013

Capítulo 77


Mil disculpas, un solo capitulo en junio... ya sé, imperdonable... 

(...)

¿Había oído bien? Porque estaba a punto de caerme al suelo. Sus ojos me dominaban por completo, ¿y que decía? le gritaba desesperada que sí, que llevaba deseando esto desde hace mucho tiempo…

Ana: Yo…-¿se lo dejaba tan sencillo?-si…-le susurre

Entro tranquilamente, cerró la puerta tras él sin quitarme la vista de encima, mientras yo trataba de controlar el ligero el temblor de mi cuerpo, se acercó e inclino la cabeza pegando su frente a la mía.

Bill: mientras este aquí, no te guardes nada para ti, ¿está bien?

Ana: Está bien…

Me dejo sentir su aliento antes de sentir sus labios, su lengua, su saliva… sin tocarme, sus manos se mantenían una a cada lado mío contra la pared, quietas, muy quietas... sabía tan bien, de pronto se detuvo dejándome con ganas de más. Saco su teléfono del pantalón, con la pantalla iluminada, y se dispuso a contestar.

Bill: No te quites el vestido. Quiero quitártelo yo.-dijo antes de pegarse el teléfono a la oreja

¡Oh Dios mío…! Me quede muy quieta aunque revolviéndome por dentro bajo su mirada, porque mientras pronunciaba una a una las palabras que le decía al que estaba al otro lado de la línea no dejaba de observarme. Lo necesitaba, aunque no podía negar que me asombraba después de lo sereno que se había mostrado todo el día, además de tremenda indicación…

Tenía un calor tremendo y no tanto por la temperatura ambiental, aunque me ayudaba de algo la suave brisita que se colaba por las ventanas abiertas. Bill cortó la llamada y yo pase saliva, estaba más que lista para él… Camino despacio repasándome con la mirada.

Bill: ha pasado mucho…

Ana: eso creo

Bill: esta vez no voy a desperdiciar el tiempo.-dijo e inclino su cabeza hacia mi, pensé que iba a besarme, pero paso su nariz por mi cara, y luego me beso el cuello, sus manos por fin me tocaron, aunque muy despacio, él tenía mucha paciencia mientras que yo me retorcía por dentro, algo me decía que él ya lo sabía… recorrió mi escote con la yemas de los dedos, jalándolo de vez en cuando, observando mi reacción, y yo seguía cada roce con la mirada, supuse que eso quería, quería que mirara todo lo que estaba haciendo.

Fue bajando lentamente hasta que sus manos tocaron mis piernas y se fueron introduciendo bajo mi vestido, en un respingo quise dar un paso atrás pero él  no me dejo hacerlo, me beso y yo pase mis manos por su espalda.  Sus manos comenzaron a bajarme las bragas…

Ana: Bill…-pronuncia a penas audible.

Bill: te quiero ahora… -gruño dejando  caer mi ropa interior, levante los pies  y tome la mano que me ofrecía, se sentó en el sillón e hizo que yo lo hiciera encima de él, me levanto el vestido poco a poco, dirigiéndome hacia él…

Me agarro de las caderas con fuerza evitando cualquier movimiento, le sentí completamente y tan dentro… sus manos se movieron por mi cuerpo, mientras mi boca lo consumía completamente

Bill: ah… -gimió-no sabes cuanto te necesitaba… 

Ana: y yo a ti…

Comenzaba a moverme cada vez más rápido pero Bill me obligaba a ir más lento, me miraba embelesado, mientras me iba bajando el cierre del vestido y los tirantes, desabrocho el sostén con habilidad dejando mis senos expuestos, sus manos empezaron a jugar con mis pezones, rozándolos  jalándolos, mordiéndolos…

Sentía que me desvanecía, estaba a punto de llegar cuando hizo que me separa lentamente.

Bill: espera un poco… creo que tengo que quitarte esto-jalo el vestido atrayéndome a él-no lo necesitas

Me puse de pie, y él se colocó frente a mi, jalo de mi vestido hacia abajo y se deshizo de el. Recorrió con una de sus manos mis senos y mi vientre.

Bill:  Acuéstate

Me deje caer despacio en la cama, el se estaba quitando la camisa y luego siguió con el pantalón, su mirada me impedía moverme, así que le observaba encantada, mientras se quitaba la última prenda y se dejaba caer sobre mi,  que esplendida sensación… sus manos se enredaron en mi cabello y yo empecé a tocar su abdomen marcado y luego seguí… para  jugar con su miembro, me dirigió una mirada lasciva, fue entonces cuando su lengua se apoderó  de mi boca, no me dejaba ni un segundo para respirar, hasta que unos gemidos empezaron a escapar de su boca.

Bill: tus manos son maravillosas pero…

Me agarro de las manos haciendo que dejara de tocarlo… y me mordió el labio, yo me queje y él solo sonrió.

Ana: Bill suéltame

Bill: ¿para qué?-sonrió divertido ante mi cara de desconcierto-¿quieres seguir tocando…?-el calor se me acumulo en la cara

Ana: suéltame

Bill: No, hasta que me digas para que quieres que te suelte-arrugue el entrecejo, no tenía que decirle nada… bien, si él no me soltaba…

Junte las piernas y le empuje aunque sin mucho éxito, él se me quedo viendo sin entender.

Bill: ¿qué haces?

Ana: ¿yo? Nada,

Bill: no juegues así Ana… -dijo en tono de advertencia

Ana: ¿cómo?

Bill: ah… ¿no sabes?

Ana: no…


Bill: ¿por qué me haces esperar…? Sabes que no me gusta. Te deseo-susurro y destense mi cuerpo, me soltó las manos para tomarme de las rodillas, abrió mis piernas sin miramientos y me fue besando hasta llegar a mi entrepierna. Estaba implacable, y yo nuevamente estaba acercándome… no podía reprimir los gemidos que salían de mi garganta, ya no podía más… Justo cuando creía que llegaría, él se detuvo y subió lentamente por mi vientre… ¡No! ¿Por qué? Otra vez frustrada…-Calma niña…-murmuro-Quiero llegar contigo… -dijo y sentí como volvía a tenerle dentro poco a poco...  

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