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miércoles, 21 de agosto de 2013

Capítulo 86





Desperté a los dos y media de la mañana y me levante haciendo un gran esfuerzo. Bill dormía tranquilamente con un pie extendido en el sillón y otro colgando hacia el suelo. No sabía como habíamos logrado dormir de esa forma pero si no se iba a la cama seguro amanecía adolorido.

Al pasar por el pasillo observe la bolsa de Valeria, no se había quedado a dormir con Dean… y ni enterada de a qué hora había llegado… Nada más entrar en mi habitación Bill se dejó caer en la cama y yo encima de él, los dos nos quedamos dormidos de inmediato.

Al siguiente día desde muy temprano nos levantamos  y desayunamos los tres juntos unos huevos revueltos preparados por Valeria con pan tostado y café. Bill comía como si no lo hubiera hecho durante días, y aprovecho el momento para insistirle a Valeria varias veces para que nos acompañara a dar un paseo pero todas esas veces se negó diciendo que pasaría el día con Dean, comento además que él estaba haciendo lo posible para complacerla y para demostrar que se merecía esa oportunidad.

Como para no variar afuera estaba nublado y parecía como si en cualquier momento fuera a empezar a llover, y contrario a lo que decían en las noticias sobre la temperatura esta no se elevaba ni parecía que lo fuera a hacer, hacía viento y frío, pero insistían en que iba a estar soleado con clima caluroso... siempre se equivocaban. Aunque tanto Bill como yo íbamos muy ad-hoc. Yo llevaba puesta una blusa azul marino con un discreto escote, pantalón de mezclilla, botas y un abrigo negro. Bill por su parte llevaba también pantalón de mezclilla, botas, una camisa negra de algodón y un abrigo verde militar, llevaba el cabello peinado hacia atrás de forma alborotada y lucía una barba  crecida de tres días, que le daba ese toque sexy adicional, estaba guapísimo  y yo me derretía sin remedio cada vez que le miraba.

Llevábamos más o menos caminando alrededor de 20 minutos por el centro de la ciudad, Bill había dejado estacionado el carro cerca de un plaza comercial y el mismo había sido quien había propuesto que camináramos un rato, cosa que se me hacía bastante extraña, él no era de los que les gustaba hacer largas caminatas como ejercicio pero a mí me gustaba. Nos quedamos de pie en medio del puente frente a un pequeño lago, el viento hacía que se dejara sentir la brisa de agua fresca de éste. El día estaba maravilloso siempre y cuando no comenzara a llover. 

Ana: mira Bill, eso se ve divertido-había un pequeño montón de estudiantes y parejas que  hacían fila para poder subir a pasear en lancha en el lago

Bill: ¿quieres ir?

Ana: ¿Qué? No, no… yo solo decía que…

Bill: vamos, hagamos fila-me tomo de la mano y me llevo caminando a prisa hasta allí. Nos incorporamos en la fila a esperar nuestro turno, él se veía muy emocionado y entonces comprendí que él siempre sacaba a su niño interior cada vez que en verdad le dieran libertad para hacerlo. De pronto el sol se dejo sentir y empezamos a sentir cada vez más el bochorno. Delante de nosotros había dos parejas y cuatro estudiantes y por el momento no había ninguna lancha disponible.

Ana: ¿De verdad quieres?

Bill: si, parece que es divertido

Ana: ¿y si alguien te llegara a reconocer…?

Bill: No creo que lo hagan, además si lo hacen, no me estoy escondiendo.-sonrió.-Y…

Ana: ¿Y…?

Bill: Y solo yo debería preocuparme por eso, no lo hagas, ¿está bien? Déjame eso a mí.

Ana: pero Bill…

Bill: pero nada, ven…-los cuatro estudiantes había subido a una lancha y ya se alejaban y muy cerca se aproximaban dos lanchas más.

Uno de los hombres que se encontraba en la orilla arrastro la lancha ayudando a bajar a la familia que venía en ella, después Bill subió de un salto y alargo su mano para ayudarme a subir.

-30 minutos-dijo el hombre

El mismo hombre finalmente le dio un empujón a la lancha y tanto Bill como yo empezamos a pedalear. La parte de atrás traía mucha agua a diferencia de las otras lanchas que había visto.

Ana: ¿por qué esta lancha esta tan llena de agua?

Bill: por los niños.

Ana: ¿eh?

Bill: si, que ten por seguro que venían jugando y mira…

Ana: cierto… ahora sé porque las caras que llevaban los padres… pobres…

Nuestra lancha era la única que se encontraba mucho más lejos que las demás, Bill me tenía agarrada con una de sus manos y la otra la llevaba tocando el agua con las yemas de los de dedos.

Ana: te va a morder algún pato-me reí

Bill: jajaja todos los patos están muy lejos no están interesados en las lanchas

Ana: no te confíes, aunque estén entretenidos con los niños que los están alimentando podría salir uno de repente

Bill: ¿te dan miedo?

Ana: ¿qué?

Bill: los patos, ni modo que los niños…

Ana: Jajaja Los patos no, los niños si.-él solo sonrió y frunció el ceño, mientras yo devolvía la vista al frente.

Bill: pero ¿te gustaría tener niños alguna vez? ¿No?

Ana: eh…- me sorprendió demasiado esa pregunta y esperaba en verdad que no sé me notara- No lo sé… -me aclare la garganta-la verdad no me lo he planteado. –No me gusto ver su expresión confundida, y de pronto sentía mucha curiosidad sobre lo que él veía en su futuro-¿Y tú?

Bill: Soy de los que piensa “nunca digas nunca”, aunque realmente no me veo como padre… no sé… no sabría como criar a un niño… -me miro como si quisiera reafirmación o retroalimentación al respecto.

Ana: Bueno… es natural, eres muy joven. Somos muy jóvenes.-sonreí

Bill: Aunque no sé si voy a tener o no hijos pero si los tengo ya tengo sus nombres.

Ana: ¿qué?-dije sin poder creerlo- A ver, déjame si entiendo, ¿No quieres tener hijos pero ya tienes sus nombres?

Bill: Jajaja algo así-hizo una mueca-Tom piensa igual que yo pero también tiene algunos nombres pensados.

Ana: Oh, vaya… para no planearlo se ve que son precavidos, bueno además igual y Tom ya tiene hijos por allí y no se ha dado cuenta… -dije sarcástica.

Bill: Quizá-dijo muy serio y yo me quede congelada-No es cierto-se rio muy a gusto a carcajadas hasta que recupero la compostura- No podría ser. Somos muy cuidadosos.

Ana: ah…-No sé qué expresión me había quedado en el rostro, porque el miraba hacia el lago mientras yo le observaba a él-“Somos muy cuidadosos”. Sí que lo era, y yo tampoco querría nada tan inesperado como esa responsabilidad en éste momento y supuse que él mucho menos. Hablaba muy seguro, como si estuviera hablado de trabajo, algo planeado que no se le podría escapar de las manos y eso me hizo pensar en su pasado, que tan cuidadoso tuvo que haber sido y con quienes… Sacudí ese pensamiento de inmediato. La verdad no me preocupaba que Bill estuviera con Kim, no sé si era soberbia de mi parte pero ella no me representaba a gran escala absolutamente nada, ni nadie más, pero si sentía algo de recelos por su pasado. ¿Habría en su pasado alguien a quien haya amado? ¿Alguien importante?

Bueno que más daba, estaba conmigo y hasta donde yo sabía, no era de los que desperdiciara tiempo pensando en el pasado.

Entonces me di cuenta que había dejado de pedalear sumergida en mis pensamientos, él seguía haciéndolo y no se había quejado, ambos nos habíamos quedado en silencio varios minutos. ¿En qué estaría pensando él?

Ana: ¿Y Tom no se estará aburriendo?-dije para romper el hielo

Bill: no creo, debe seguir durmiendo, le dije que por la noche las invitaríamos a cenar a ti y a Valeria y supongo que la mayor parte del día se la pasara durmiendo, al menos por hoy.

Ana: supongo que está descansando por todo el tiempo que anduvieron sin parar, por cierto ¿Qué harán ahora?

Bill: Por ahora soy el único que tiene trabajo, ahora solo estoy trabajando en la campaña con Kim, por el derecho de los animales,  hemos hecho algunas fotos y nos falta grabar unos promocionales que haremos el mes entrante y en realidad para el año entrante tenemos varias invitaciones a proyectos pero no sé si sea lo nuestro…

Ana: No sabía que Kim era tan altruista… ¿A qué proyectos te refieres? ¿Disco nuevo?

Bill: No. Cuando estamos trabajando para un disco me gusta prestarla la mayor parte de mi atención y tiempo y por ahora, precisamente no quiero el tiempo para eso… sino para pasarlo con personas a las que quiero-sonrió y me apretó la mano-aunque generalmente cuando estoy solo me la paso escribiendo, es inevitable… pero por el momento nos quedara hacer una que otra entrevista pero nada que nos lleve mucho tiempo-así que me tienes casi para ti lo que quede del año… Jajaja

Ana: Entonces tendré que aprovecharlo-le plante un pico en los labios que pronto se convirtió en su aliento y el mío rosando suavemente nuestras lenguas.- ¿Y en esos nuevos proyectos te podré ver en alguna película o qué?-dije bromeando pero Bill asentí sonriendo.

Ana: ¿Qué!? ¿Dices que te veré en el cine?

Bill: No… bueno, tenemos una propuesta, pero no es algo que creo poder hacer…

Ana: Pues sería fantástico pero después de verte en un escenario supe que eso era lo tuyo

Bill: eso es lo que yo digo, nada me gusta más que la música. Nos han propuesto hacer cine  y varios proyectos en televisión pero no me termina de gustar la idea y creo que a Tom, menos. ¿Y tú? ¿Qué hay sobre ti y tu trabajo?

Ana: ¿Yo? En realidad no lo sé, en tres meses termina mi contrato de trabajo y he pensado en dedicarme a algo distinto, no sé, todavía no estoy muy segura a que… pero no quiero continuar allí, están tomando un rumbo muy distinto en como llevar las cosas y no me siento muy a gusto, así que…

Bill: ¿en tres meses?-pregunto pensativo.

Ana: Si-Era algo que ya había estado pensando hacía tiempo pero ahora que solo faltaban tres meses para el término de contrato estaba más segura que nunca.

Bill: perfecto.

Ana: ¿perfecto qué?-lo mire extrañada

Bill: al final de esos tres meses si terminas tu contrato podemos pasar más tiempo juntos-dijo lo más serio que podía-Te puedes venir un tiempo conmigo…-pronuncio con cautela.

Durante un momento evite mirarlo a los ojos, no comprendí muy bien a que se refería ni que me estaba proponiendo, algo dentro de mí se agito, no sabía como tenía que reaccionar o que decir.

Ana: ¿un tiempo? ¿A dónde?

Bill: bueno… ya que no tendrías que estar aquí por trabajo… te podrías venir conmigo, a casa, algún tiempo, no sé…

Ana: oh… ¿a tu casa? Bueno yo, en verdad que no sé…-me temblaron ligeramente las manos así que solté la suya-mmm… es que todavía no sé qué voy a hacer, tendré que buscar un nuevo trabajo y yo el alemán no lo hablo nada Bill, no te voy a negar que de verdad me gustaría pasar todo el tiempo que pueda contigo, pero necesito pensar muy bien lo que voy a hacer… y yo no me esperaba esa… posibilidad.

Bill: tranquila, solo pensé en voz alta y… no tienes que preocuparte por no hablar alemán porque no es allí donde estaba pensando…

Ana: ¿Cómo? ¿no dijiste que en tu casa?

Bill: si… bueno… es que Tom y yo hemos hecho un trato para comprar una casa en E.U. lo hicimos justo antes de ir a Italia, ¿recuerdas? Tomamos la decisión muy rápido
y solo lo hicimos y cuando estuvimos en Italia no creí necesario mencionarlo porque además no planeábamos irnos pero quizá el año que entra lo hagamos… definitivamente.


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