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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Capitulo 50






Ana: que querías si te fuiste así como así…
Valeria: ahora eso ya lo sabes, jeje oye se me esta acabando la batería, te parece si te llamo mañana?
Ana: si, si, claro, bueno te mando un beso
Valeria: yo también, te cuidas y te diviertes…
Ana: no hace falta que lo digas… adiós- corte-¿era Valeria?


-¿era Valeria?

Ana: mm… si- conteste sin voltear- ¿por qué lo preguntas?
Tom: quería saber como llego…
Ana: pues bien… digo… algo cansada… ya sabes… -me guarde el teléfono en el bolsillo
Tom: ya…

Tom se había recargado ligeramente en la pared mientras me observaba, yo estaba ahí de pie mirándole también esperando a que hablara o hiciera algo, después de unos segundos nos causo gracia a los dos y empezamos a reír.

Ana: te vas a quedar ahí lo que queda de la noche o qué?
Tom: no…-se rió
Ana: entonces??
Tom: pues te estoy esperando para irnos con los demás o es que todavía no piensas regresar? Mira que mi hermano es muy celoso eh-frunció los labios
Ana: ah… jaja- omití el comentario, obviamente ‘sabía’ que ellos ‘sabían’ pero aun así no me sentía cómoda hablando de eso con Tom-pero… no ibas al baño?
Tom: no… ¿por qué?
Ana: por qué aquí detrás están los baños- dije con cara de obviedad- y pensé que tu…
Tom: no, que yo venía por… porque ya suponía que era Valeria con quien hablabas y bueno pues…
Ana: si, la querías saludar, no? Pues ya hablaran después… ya que esta todo bien, no es así?
Tom: si, si
Ana: nos vamos ya o nos quedamos un rato más platicando??-dije riendo
Tom: si quieres…-contesto coqueto
Ana: mm…-murmure mientras fingí pensármelo

Segundos después avance indicándole la respuesta y poco más tarde escuchaba sus pasos lentos detrás de mi, uno de los meseros sonrió sarcástico, al parecer contento de que nos hubiéramos movido de lugar, creo que no le gustaba que estuviéramos obstruyendo el pasillo…

Los demás habían empezado a comer, Gustav era el único que llevaba más de la mitad de su plato, antes de llegar Bill nos dirigió una mirada a Tom y a mi que después clavo en el, este último asintió discretamente, era como si aquellos dos pudieran comunicarse sin la necesidad de hablar, mientras tanto Camila no le quitaba la vista de encima a Tom.

Ana: oye- la llame cuando me senté a su lado-cierra la boca que se te va a caer la comida eh?
Camila: tengo la boca cerrada! jeje
Ana: si sigues así se va a dar cuenta, no ves que no se le escapa ni una…
Camila: se me nota mucho?
Ana: Bill ya lo sabe, tú dirás…
Camila: mm…
Ana: oye y Jess? No me digas que se fue ella también…
Camila: no, no. La invite a venir conmigo y con Tom pero dijo que prefería salir de compras, y que más tarde nos llamaría
Ana: yo en su lugar también me hubiera ido de compras… eso de hacer mal tercio… jaja
Camila: ella también dijo eso… pero de verdad que nada más fuimos a pasear, además no hubiera sido un tercio acuérdate que el guardaespaldas también iba con nosotros jaja
Ana: a si… hubieran hecho dos parejas adorables…
Camila: si… eso también fue lo que le dije… pero optó por irse de aventurera…
Ana: si, que aventada es Jessica, quien la viera, irse así como así sin conocer la ciudad
Camila: bueno es que cuando se trata de ir de compras…
Ana: eso si…

La charla en la mesa se centro en un tema sin importancia, al que ni Bill ni yo estábamos poniendo atención, ya que estábamos en nuestra propia conversación que en realidad tampoco era nada importante, nada más estábamos haciendo al tonto, mientras pasaba el tiempo, instantes después uno de los camareros se acerco a la mesa con un carrito mostrándonos una gran variedad de postres, me decidí por pastel de queso y frambuesa mientras Camila escogió el de frutas. Gustav parecía bastante interesado en los postres, los miraba insistentemente pero al final no se decidió por ninguno, Camila lo noto y le ofreció un poco del suyo.

Gustav: gracias pero no…
Georg: esta a dieta- le interrumpió
Camila y Ana: ¿a dieta?-repetimos al unísono
Camila: pero por qué?
Tom: basta verlo para saber… -dijo gracioso, sonriéndole inocentemente- tiene unos quilitos de más… tiene que ponerse en forma para los conciertos
Ana: no le veo quilitos de más…
Camila: no, de hecho esta bastante bien- comento y cuando termino de hablar se sonrojo- bueno lo que digo es que no hace falta una dieta…
Gustav: esta bien…-le corto- me han convencido… -dijo cuando ya tenía una mano elevada pidiendo al camarero que se acercara
Georg: es fácil convencerte cuando se trata de comida, con eso le van a pagar en la gira jaja
Camila: el que esta muy flaquito es Bill- todos lo miramos poniendo nuestra atención en el, que estaba absorto de nuestros comentarios a punto de llevarse lo último de ensalada a la boca.
Bill: qué me ven todos? Ya se que aquí lo más interesante soy yo… pero deberían disimular un poco
Tom: es que todos creemos que deberías comer un poco de pastel
Bill: ¿yo? ¿Por qué?
Tom: por qué ahora que salgamos no queremos que alguna brisita te vaya a llevar… si no fuera por los kilos de collares y cadenas que traes…
Bill: idiota! si estamos casi iguales!
Tom: no, yo tengo más músculos que tu
Bill: No
Tom: que si, quieres ver?
Bill: ¿aquí?
Tom: si… que tiene? no voy a ser yo quien prive al mundo de la belleza- Bill entrecerró los ojos mientras le daba la razón a Tom resignado solo para que se callase. Al final tanto Gustav como Bill terminaron comiendo un trozo de pastel.

Después de eso ya no podía ver ni un trozo más de comida, estaba más que satisfecha, habíamos bebido todo el vino que pudimos también. Esperamos a uno de los seguratas que traería el auto, cuando lo vimos en la entrada salimos del restaurante, sentí las mejillas congeladas cuando un viento gélido soplo en nuestra dirección, frote mis manos para dar un poco de calor, inmediatamente sentí el alivio de la calefacción cuando subimos al auto. Esta vez tanto Camila como Tom se fueron con nosotros, mientras el otro guardaespaldas llevaba el auto en el que ellos habían llegado.
Jessica llamo a Camila indicándole el lugar donde estaba, lugar que no quedaba muy lejos de ahí, y llegamos por ella en menos de 10 minutos.

La chica rubia estaba parada afuera de una boutique observando la avenida, llevaba puesto un gorrito y una bufanda muy monos que hacían juego, y en la mano derecha llevaba dos grandes bolsas, sonrió al ver que nos aproximábamos. El auto se detuvo y uno de los guardaespaldas bajo, mientras ella miraba el coche, inspeccionándolo.

Jess: no vamos a caber todos ahí, y si mejor…
Ana: No. Ni se te ocurra. Si cabes… -mire el carro y efectivamente ya no cabía nadie más, de hecho íbamos muy apretados.
Tom: mm… pues o entras tu o entran las bolsas…
Andreas: yo te cargo…-le sonrió
Jess: gracias-le sonrió también- pero no creo que puedas conmigo, estoy muy pesada
Andreas: no creo que lo estes pero si que puedo contigo
Bill: puedes irte en el otro auto si así lo prefieres…
Jess: qué otro auto?
Bill: el que viene atrás
Jess: pues si… creo que eso va hacer lo mejor
Camila: me voy contigo para que no vayas tan solita
Jess: si no voy a ir sola, esta bien, después de todo no vamos a tardar mucho no? por cierto a donde es que vamos?- todos nos miramos los unos a los otros, la verdad era que no lo habíamos pensado, nadie dijo nada- ok, da igual, me voy en el otro auto, Don’t worry- sin esperar respuesta camino tranquilamente hasta llegar al otro coche. Segundos después Andreas se bajo del auto.
Tom: eh! A donde vas?
Andreas: con Jessica, que no ves?
Tom: bien, pero vas hacer mal tercio-le grito pero Andreas ya no escucho o no quiso hacerlo.

Yéndose Andreas en el otro auto con Jessica quedaba más lugar para nosotros e íbamos más cómodos pero aun no teníamos idea de a donde ir, aunque de eso había algo que me estaba preocupando, en el restaurante teníamos la mirada de mucha gente, seguramente habían reconocido a los chicos pero nadie se había atrevido acercarse, me preguntaba si era seguro que ellos anduvieran por ahí, así como así y más después de ver a toda la multitud en el hotel el día que habíamos llegado.

Bill: Qué dices?
Ana: eh? Sobre qué?
Bill: no nos has escuchado verdad?
Ana: mm…
Bill: decíamos que podíamos ir a alguna discoteca o si…- Camila le interrumpió
Camila: este paseo es my bonito, y aun más de noche
Ana: si, ya lo veo- concedí dándole la razón mientras miraba el lugar por el que pasábamos, una enorme plaza, en donde había dos edificios no muy separados, parecían ser museos.
Tom: quieren ir?
Ana: pues… ¿podemos?-pregunte ilusionada
Tom: que dices Bill?
Bill: podemos ir, por un rato si quieren
Camila: si!-sonrió pero de pronto su rostro ensombreció- pero si alguien los ve… podríamos tener a una multitud rodeándolos… y eso podría ser peligroso… -termino como resignándose a no ir.
Tom: eso no importa, ya nos la arreglaremos… siempre lo hacemos.
Camila: seguros?
Bill: claro.

El guardaespaldas aparco el auto en un lugar apartado de los demás. Estaba ansiosa por ir, pero también más alarmada quizá de lo que debería por el comentario de Camila. Los demás habían bajado y habían empezado a caminar mientras afuera solo estaba Bill esperándome.

Ana: pero, estas seguro que esto es una buena idea…? Y si alguien los ve…
Bill: no pienses en eso, además esta decidido
Ana: pero… -murmure indecisa
Bill: vamos ¿qué sucede? Acaso es que… ¿Tienes miedo?- pregunto finalmente frunciendo el ceño.
Ana: ¿yo? No. Si no lo digo por mi, es por ustedes
Bill: no te preocupes que no pasa nada, vamos…- extendió la mano
Ana: bien- tome su mano y di un pequeño salto
Ana: es seguro que vayan caminando por aquí así como así?
Bill: ya estamos aquí no? déjame preocuparme a mi

Confié en que todo saldría bien y que no habría ningún inconveniente, no se como pero Bill tenía la habilidad para hacerte sentir bien.

Recorrimos casi toda la plaza, los museos lógicamente ya estaba cerrados pero eso no importo, de todos modos había mucho que mirar, además iba acompañada de mi guía personal que me iba narrando cuanto se le ocurría, Bill y yo subimos por unas escaleras que llevaban a un gran balcón, que seguramente nos ofrecería una vista completa del lugar, sin darnos cuenta nos habíamos separado de los demás pero todo estaba más que bien, absolutamente nadie noto la presencia de ellos. Arriba había varias personas, la mayoría turistas seguramente, ya que la mayoría no paraba de tomar fotografías.

Bill: te gusta?
Ana: de verdad me lo preguntas? Claro que me gusta, me encanta, creo que hasta me quedaría a vivir en Alemania…
Bill: tanto así?-elevo la ceja
Ana: de verdad que sí… jaja pero mm… Londres también me encanta
Bill: y no tienes ganas de ir a México?-pregunto de repente- Digo porque a mi también me encanta viajar y conocer otros lugares, pero para mi no hay ningún lugar como Alemania, este es mi hogar.
Ana: me imagino… y no, no creo regresar… al menos no por un buen tiempo…

Me di la vuelta dando por terminado el tema, fijando mi atención en lo que tenía delante, aun así sentía la mirada de Bill clavada en mi espalda.

Bill: y tu familia? Creo que yo he sido el único que ha hablado…que hay con...
Ana: Bill…-le corte- apenas nos conocemos…

Hasta el momento en el que lo dije, me di cuenta que eso había sonado terriblemente mal, en todos los sentidos, y aunque el tenía razón, el si me había hablado de su familia, y merecía que yo hiciera lo mismo, pero me era imposible. Era para que él hubiera reaccionado de otra manera, pero en cambio comprendió perfectamente, evadiendo el tema, supuse que para no arruinar el momento.

Bill: uuf… cada vez hace más frío… ¿estas bien?
Ana: si


Bill: no puede ser… -dijo momentos después
Ana: ¿qué?
Bill: creo que ya se dieron cuenta…-se quedo callado
Ana: de que hablas?- dije observando alrededor, intentando buscar lo que el estaba mirando
Bill: esas dos chicas que no dejan de verme y que vienen para acá, así que creo que ya lo saben…

Me voltee para mirar a quienes se refería, desde ahí pude ver a dos chicas que en efecto no dejaban de mirar el lugar en el que estábamos, una de ellas estaba más exaltada diciéndole quien sabe que cosa a la otra, discretamente se dirigían a donde estábamos a paso lento, creo con la intención de acercarse y de que no nos diéramos cuenta, afortunadamente tenían que subir hasta allí, eso nos daba tiempo de pensar en algo.

Ana: lamento decir que tienes razón…- Bill miraba un poco asustado a todos lados supuse que buscando a Tom y a alguno de los guardaespaldas, pero no se veían por ninguna parte- no debimos subir solos…

Vista de halcón que tenían esas chicas, encima de que estaban a una distancia considerable y de que ya era de noche, se habían dado cuenta que era Bill!? Me impresionaban de verdad.

Ana: deben querer un autógrafo y supongo que después se irán…
Bill: si, puede ser… aunque esto yo ya me lo sé, primero viene una y luego otra y de la nada vienen más…

Ana: Bill…- le llame como tres veces hasta que pareció reaccionar
Bill: si…-murmuro- ven- dijo como despertando del trance- hay unas escaleras por acá- dijo señalando a su derecha- camina rápido pero no tanto si no les vamos a confirmar sus sospechas…
Ana: ok- me dedique hacer exactamente lo que Bill decía, se notaba nervioso, y eso a mi me tenía tensa, prácticamente bajamos corriendo, cuando estábamos fuera de la vista de esas chicas, e íbamos en los últimos escalones pudimos divisar las enormes figuras de los guardaespaldas, Bill pareció tranquilizarse un poco. Él intercambio unas palabras con ellos en alemán, inmediatamente uno de ellos se coloco detrás de nosotros y el otro empezó a caminar más veloz hasta donde se suponía estaba el auto, cuando hubimos llegado Georg y Gustav ya estaban ahí pero ni rastro de Jessica, Andreas, Tom y Camila, no se veían por ningún lado.

Bill: y tom?
Georg: no sabemos, se suponía que iban a buscarlos…
Bill: mierda… - se giro para buscarlos con la vista en ambas direcciones

Yo entre al auto junto con Georg y Gustav, pero Bill se quedo de pie afuera. Saqué el teléfono de mi bolsillo, y le llame a Camila pero me mandaba al buzón, volví a llamar pero esta vez a Jessica, ella si me cogio el teléfono.

Ana: Jess, donde estás?
Jess: seguimos en la plaza, estoy con Andreas. ¿Como esta Bill?
Ana: eh? Pues bien, el esta bien, porque me lo preguntas?
Jess: porque los vimos cuando iban llegando al coche y el tenía una cara de pánico…
Ana: es que imagínate, esta preocupado por Tom, tu lo has visto o a Camila?
Jess: la verdad no, desde que bajamos no los hemos visto
Ana: ya… los esperamos para irnos…
Jess: no se preocupen por nosotros, nos iremos más tarde, es que no veo manera de poder llegar hasta el auto… -No supe en que momento llegaron alrededor del coche unas seis chicas que uno de los de seguridad les cortaba el paso, Bill las saludo haciendo un ademán con la mano y les dedico una sonrisa antes de entrar al auto, lo que provoco algunos gritos. En un abrir y cerrar de ojos empezaron a llegar más chicas que gritaban eufóricas, al punto de que casi rodeaban la camioneta.
Ana: tienes razón, pues cuídense, te veo después.
Jess: claro, ustedes también. Bye.

Bill estaba visiblemente preocupado porque Tom no aparecía ni llamaba. Uno de los de seguridad entro al auto y lo puso en marcha, mientras que el otro seguramente iría a buscar a Tom. Algunas chicas comenzaron a pegarse más al auto, en ese momento un teléfono comenzó a sonar todos nos movimos nerviosos, uno de los guardaespaldas se giro y le dijo algo a Bill, que en vez de tranquilizarlo le altero más… ya que empezó a elevar la voz.

Ana: qué pasa?- le pregunte a los chicos, ya que Bill continuaba habando con el guardaespaldas.
Gustav: esta todo bien… era Tom, el y Camila ya aparecieron
Georg: están con Otto
Ana: con quién?
Gustav: uno de los segurata
Ana: ah… ok, que bien- suspire aliviada, el auto empezó a moverse, pero con mucha lentitud para no hacerle daño a ninguna persona-Bill…que sucede? Todavía estas preocupado?
Bill: no es eso, es que… ya me suponía que esto se iba a ponerse así, y a Tom ya le vale una mierda, dice que se va a quedar un rato más… pero haya el… esta vez si algo pasa no pienso hacer nada por el…

El resto del camino al hotel Bill se la pasó mirando por la ventana, obviamente molesto, lo tome de la mano pero pareció ni siquiera percatarse, estaba absorto en sus pensamientos, no quise comentar nada de lo sucedido, supuse que no era buena idea ponernos a hablar de Tom.

Hicimos alrededor de 40 minutos de regreso debido al tráfico, ya dentro del hotel note tanto a Bill como a Georg y a Gustav más relajados. Nos dirigíamos al ascensor cuando a Gus se le ocurrió una mejor idea.

Gustav: voy por una copa, que dicen?
Ana: lo dices enserio?
Gustav: si, aun me caben un par de copas más
Georg: a mi también y tu Bill?
Bill: mejor a la otra…
Georg: ok, pues nos vemos mañana
B y A: Hasta mañana

Ana: Tom debe estar bien…-comente en el pasillo camino a la habitación
Bill: más le vale… y si… estando con Camila…
Ana: exacto… yo creo que ellos ni cuenta se han de haber dado del alboroto que se formo
Bill: no estuvo tan mal, no?
Ana: eh?
Bill: hasta estuvo divertido…-sonrió
Ana: qué me estas diciendo? Si estabas muriendo del estrés…
Bill: claro que no. Esa eras tú
Ana: porque tu cara de pánico me tenía así!-eleve la voz divertida. El abrió la puerta de la habitación y se quedo ahí de pie.
Bill: discutimos eso adentro?- pregunto con un dejo meloso en la voz.

martes, 9 de noviembre de 2010

¡Hola!

¡Hola, hola! siento haberme ausentado tanto tiempo, muchas cosas han cambiado en la red desde que me fui... (xD) espero que no muchas lectoras se hayan ido... no voy a decir mucho, solo les dare las gracias por su infinita paciencia.

Gracias a las niñas que comentaron en las últimas publicaciones, y un saludo especial para -Cami- admiradora no.1 del fic:)

Les dejo 2 capitulos

y

Capitulo 49

Bill: porque si-soltó con un tono autoritario en la voz- y como te dije ya arregle todo, Valeria no te va a decir nada porque…- se quedo observándome unos segundos y luego desvió la mirada.

Ana: vaya… realmente parece que estas seguro de eso… por qué?

Bill: eh?

Ana: porque estás tan seguro de que Valeria no me va a decir nada?

Bill: ¿por que?

Ana: si Bill, porque? Vas a repetir todo lo que te diga?

Bill: no…

Ana: entonces dime de una vez

Bill: qué..?

Ana: eso que no te atreves, que es? Dímelo, que me pones nerviosa

Bill: eso ya lo sabía… -sonrió

Ana: eh…? –me sonroje- no me cambies el tema

Bill: bien…-suspiro- pero prométeme que no te vas a enojar

Ana: depende… de que vayas a decir

Bill: ….

Ana: vamos! No puede ser tan malo… o si? Habla ya

Bill: para empezar… Valeria también se quedo dormida…

Ana: enserio?- le corte- bueno y… que más. Entonces no esta enojada o si?

Bill: no… no porque yo la desperté a tiempo- no dije nada solo le mire confundida- ella… -suspiro-ella no perdió el avión, Tom la llevo al aeropuerto. La invite a quedarse un poco más aquí, Tom también le insistió que se quedara pero ella pensó que sería mejor regresar hoy mismo… - dijo rápidamente, cuando termino se quedo callado.

Acaso me estaba jugando una broma… que me estaba diciendo!? que Valeria ya estaba en Londres o al menos en camino y yo seguía aquí… pero, pero… eso no podía ser…

Ana: ¿¡que me estas diciendo!? Qué mientras ella se preparaba para irse yo seguía durmiendo y encima tu le avisaste y a mi no!!?

Bill: uhm… algo así

Ana: ¿por qué? –pregunte incrédula mientras me levantaba con todo y la sabana dejando a Bill desnudo en la cama. Camine alterada buscando mi ropa, mientras el se levantaba detrás de mi, y pasaba sus brazos por mi cintura- No Bill…

Bill: hey! Tranqui

Ana: como quieres que este tranquila?-dije dándome la vuelta teniéndole de frente, algo que no debía hacer, porque de solo mirarle a los ojos me olvidaba de todo.

Bill: no te preocupes- dijo sereno- ya me encargue de tu boleto de avión… es solo que quería que te quedaras un poco más…

Ana: pues lo lograste…-dije dándome por vencida- a que hora sale mi vuelo?-pregunte resignada
Bill: bueno pues… sale hasta pasado mañana…

Ana: eh??

Bill: pasado mañana-repitió

Ana: ya te oí, pero es que tu quieres que me maten?? Lo único que cambia es quien va hacerlo, ya no es Valeria sino Lorena… -el solo se rió ante la cara de pánico que seguro tendría en ese momento- no es gracioso, pero una cosa si te digo no soy la única que va a sufrir las consecuencias, de esta no te salvas…

Bill: me estas amenazando?

Ana: No. Solo te digo desde ahora lo que seguramente te va a pasar…

Bill: así? Tan segura estas?

Ana: pero claro

Bill: esta bien… acepto mi responsabilidad… pero mientras tanto… olvidémonos de eso… -sonrió

Acaricio la mano con la que yo sostenía la sabana con la que me cubría y la aparto lentamente haciendo que la sabana cayera al suelo, le abrace por la cintura y luego subí mis manos acariciando su espalda, el pego nuestros cuerpos aun más, y de nuevo sentí esa corriente eléctrica invadiendo mi cuerpo, de nuevo… me hizo sentir como si el corazón me fuese a estallar, de nuevo… fui suya.

Nos quedamos recostados largo rato, en el que estuvimos hablando sobre varias cosas entre ellas de Tom y Valeria, de Camila… de los demás, luego me hablo de los planes que tenían para realizar en los próximos meses, me decía emocionado que por lo pronto estaban a tope con la promoción del disco, y que pronto empezarían una gira por toda Europa, el tono de su voz sonaba con una gran emoción y sus ojos brillaban cuando hablaba de volver estar en un escenario cantando las nuevas canciones junto a sus fans.

Sus ojos se abrieron y su sonrisa se amplio como si en ese momento tuviera una visión de lo que eso sería, me emocione también a verle así, sin embargo no pude evitar sentir tristeza y desconcierto por no saber si pronto le volvería a ver o más bien por no saber si le volvería a ver…

Creo que el pareció notarlo porque me escaneo con la mirada, yo huí de eso intentando concentrar mi atención en otro punto de la habitación.

Bill: no te preocupes que nos volveremos a ver pronto… si eso es lo que te preocupa… como a mi…

Una sonrisa automática se formo en mis labios, el sentimiento era mutuo. Pero no quería admitirlo por completo.

Ana: y como? Si me estas diciendo que van a estar ocupados de aquí al 2012… -dije con una leve sonrisa mal lograda

Bill: no seas tonta, la gira no va a durar tanto-dijo riendo- ya encontraremos una fecha que nos vaya bien a los dos… -comento algo más serio

Ana: eso va a ser pronto?

Bill: no lo sé… pero ahora no te preocupes por eso…

Se acerco despacio juntando nuestros labios, luego yo le separe despacio, mientras el me miraba extrañado.

Ana: tengo que llamar a Valeria

Bill: ahora!?- pregunto haciendo una mueca extraña que me provoco mucha risa

Ana: si… ahora- me di media vuelta alcanzando el móvil, y marcando enseguida el número de mi amiga.

El se levanto y se puso el bóxer mientras yo esperaba que Valeria cogiera el teléfono y escaneaba a Bill con la mirada, el me miro y sonrió malicioso, no pude evitar sonrojarme, y aun roja como tomate le pregunte:

Ana: porque te vistes?

Bill: porque… - cogio el pantalón-has preferido hablar por teléfono…

Ana: pero si…- termino de ponerse el pantalón, cogio la camisa, se la puso y volvió a sonreír antes de salir de la habitación- no voy a tardar…

Seguí mirando la puerta como tonta hasta que me di cuenta que la llamada había entrado al buzón, no deje ningún mensaje sino que volví a marcar, mientras imitaba a Bill y me vestía yo también.

De nuevo me mando al buzón, tampoco deje mensaje. Deje el móvil en una de las mesitas, me dirigía al baño cuando Bill entro a la habitación.

Bill: he quedado con los demás para ir a cenar…

Ana: ah… esta bien. Me voy a dar una ducha no tardo

Bill: también yo…

Ana: pero tu ya te habías duchado no?

Bill: si… pero…

Ana: pues no, primero me ducho yo

Bill: podemos ducharnos ambos…-sonrió de medio lado

Ana: No lo creo guapo

Bill: por que??

Ana: porque… tu preferiste salir de la habitación y dejarme con la palabra en la boca… -le sonreí maliciosa y cerré la puerta del baño

Abrí las llaves de la regadera esperando que el agua estuviera tibia, mientras mi mente comenzaba a volar.
Hacía solo unos segundos estaba con Bill y ya sentía que le necesitaba, eso no era nada bueno, pero no podía evitarlo, me sentía como una adolescente, aunque estaba conciente de que tenía que pensar con los pies bien puestos en la tierra.

Todavía no podía creer lo que había pasado con Bill, yo seguía alucinando, en mi vida había imaginado salir con alguien como el, alguien que se dedicara a la música y que encima era conocido en medio mundo o quizá más, es que si me hubieran dicho que esto podía pasar algunos meses atrás me hubiera dado un ataque pero de risa por lo increíble que suena.

Salí de la regadera empapada dejando rastros de agua en el piso ya que me había olvidado de colgar la toalla más cerca, me dio un ligero escalofrío de inmediato me enrede con la toalla que estaba colgada en la puerta, y sali del baño, Bill ya estaba listo para salir, pero esta vez no se había peinado como de costumbre, se había dejado el pelo amarrado.

Me acerque a mi maleta para tomar lo que iba a ponerme bajo la atenta mirada de Bill, que comenzaba a ponerme nerviosa.

Ana: no me mires

Bill: y hasta ahora me lo dices?- levanto la ceja-no crees que es demasiado tarde?- dijo gracioso

Ana: Bill!!

Bill: ¿qué?-rió

No le conteste solo tome la ropa y me metí al baño, luego de tomarme mi tiempo sali encontrando la habitación vacía, agarre el bolso y sali de la habitación, Bill venía por el pasillo en dirección a donde estaba.

Bill: ya iba por ti…

Ana: no he tardado tanto

Bill: qué no??

Ana: No.

Bill: o-k, lo que digas… nos esperan

En el lobby nos esperaban Georg, Gustav y Andreas, en cuanto nos vieron empezaron a caminar acompañados de dos de los guardaespaldas, nosotros les seguimos, se me hizo un poco raro no

ver a Tom pero supuse que estaría esperándonos ya en el coche. Los guardaespaldas abordaron otro auto, tal como habían hecho el día anterior. Bill prendió el motor, y yo seguía sin ver a Tom por ningún lado.

Ana: y Tom? no lo vamos a esperar?

Bill: el nos alcanzara haya

Georg: además no esta, se fue con… como es que se llam…

Gustav: Camila

Georg: ah, si Camila

Ana: eh? Con… con mi amiga Camila!?-pregunte alucinada, mire a Bill, y me dirigió una mirada rápida afirmando lo que era más que obvio.

Camila… no iba a cambiar nunca… me preguntaba si es que era consciente de lo que hacía… ¡que va! Claro que no… pero pobre de Tom si… pero en que me afectaba a mi? Tal vez el hecho de que ella puede ilusionarse de más…

Deje de pensar en eso, y me concentre en la charla en la que estaban los demás, pero no lo hubiera hecho nunca, me entere de cosas de las que ahora me arrepiento de saber, luego durante todo el camino Andreas se la paso interrogándome, fue algo incómodo, me sorprendió que Bill no dijese ni una palabra.

Llegamos a un restaurante que tenía muy buena pinta, por lo que se veía la fachada parecía bastante elegante. En cuanto nos aproximamos, me parecía reconocer a dos personas ahí, y no me equivoque cuando llegamos vimos a Camila y a Tom a punto de entrar, acompañados de uno de los guardaespaldas, entonces Andreas le echo un grito que llamo la atención no solo de ellos sino de otras personas que también iban entrando.

Andreas: ea! no nos esperas… si cuando estas acompañado ni te acuerdas de nosotros…

Tom: no me llamo Georg-se quedo viéndole con media sonrisa en el rostro, Georg negó con la cabeza-tenía la esperanza de que no vinieran… pero… -se encogió de hombros

Andreas: anda, ya me imaginaba, ya conozco tus intenciones-le susurro mientras miraba a Camila de reojo

Ana: y tu no tienes nada que decirme?-me acerque a Camila, mientras las dos caminábamos para entrar al lugar y los demás nos seguían

Camila: que quieres que te diga- exclamo con ojos brillantes y sin poder reprimir una enorme sonrisa- Tom, su guardaespaldas y yo hemos salido a pasear-dijo graciosa

Ana: apuesto a que fue divertido y más en compañía del guardaespaldas…

Camila: no te vayas por la apariencia, se sabe unos chistes buenísimos jaja

Ana: no me digas… pues ya me los contaras tú, porque no tiene cara de muchos amigos ahora jaja
En cuanto entramos uno de los empleados se nos acerco, invitándonos a pasar de inmediato, le hablaba a Bill y a Tom con mucha familiaridad, imaginaba que este era un lugar al que venían bastante seguido, en un mesa central estaban expuestos diversos platos en su mayoría eran varios tipos de filetes, y otros de apetecibles ensaladas, y al final estaban los postres que lucían muy bien.

Bill y Tom ordenaron ensalada mientras el resto de nosotros ordenábamos jugosos filetes.

Ana: ¿y…?-mire a Camila- te mueres por contarme

Camila: ah- suspiro-Tom es realmente interesante, estuvimos hablando de tantas cosas, es encantador, inteligente, divertido, increíble…

Ana: coqueto…

Camila: pues… si… eso también… pero en verdad que… me ha dejado impresionada… es que no tenía idea…

Ana: si ya me di cuenta mujer

Andreas: de que están habando, no me entero de nada

Bill: es de mala educación que estén murmurando con nosotros aquí…

Ana: no estamos murmurando nada…

Bill: pero están hablando en español… es lo mismo

Andreas: en ese caso podemos ponernos a hablar en alemán para que no se enteren

Ana: jaja pero que sentidos… pues adelante háganlo que no nos molesta- dije riendo

Nos miraron medio extrañados hasta que Bill pareció darse cuenta de porque lo decía.

Bill: si que se van a enterar… Camila…-la miro

Georg: cierto…

Andreas: si, ya… es verdad… eres de aquí… pero eso no es justo ellas pueden hablar de nosotros y ni enterados

Tom: cálmate, que estaban hablando de algo interesante… o sea que de ti no…-soltó riendo

Andreas: y tu que sabes, que hablas español??

Tom: no pero escuche mi nombre no?-nos miro a las dos levantando la ceja

Ana: no… escuchaste mal… -antes de que pudiera replicar dos meseros llegaron a la mesa, con todo lo que habíamos pedido

La conversación se dirigió a otro punto, por lo que Camila pudo estar tranquila de no confesar que era de Tom de quien hablábamos.

Andreas: y tu a que te dedicas Camila?- ahora le tocaba interrogarla a ella… al menos conmigo había terminado- de Ana ya se bastantes cosas-agrego

Georg: si todo el camino no dejaba de preguntarle cosas

Ana: quiere saber con quienes están sus amigos… no te preocupes que somos de confianza, no somos peligrosas eh…-dije mirándole- bueno de Camila no sé

Camila: no me ayudes…-dijo en español- bueno yo soy empresaria-le respondió

Tom: tiene una compañía a su cargo- ahora me quedaba claro que se habían conocido mejor

Andreas: enserio? De qué es?

Camila: de telefonía

Andreas: ya… uhm… - y vives en Berlín no?

Camila: si, nací aquí en Berlín, aunque cuando era muy pequeña me fui a vivir a México, así que puedo decir que soy mexicana también, estuve estudiando haya, pero cuando tenía los 19 años me regrese, luego estuve viajando por el mundo, hasta hace poco regrese a Alemania

Andreas: ya veo… y…

Tom: Andreas ya déjala, la estas fastidiando

Camila: no, no esta bien

Andreas: ya vez ella dice que esta bien…

Georg: porque no quiere ser grosera contigo, por eso te lo decimos nosotros, no Tom?

Tom: si, hasta que estamos de acuerdo en algo

Andreas los miro unos momentos, pero hizo caso omiso, como si no los hubiera escuchado, dejando a estos con la boca abierta. Mi teléfono comenzó a sonar, mire la pantalla y vi que se trataba de Valeria, así que me levante de la mesa de inmediato.

Ana: ya vengo- Me separe de ellos sin esperar respuesta hasta llegar hasta donde estaban los baños, me quede en el pasillito mientras algunas personas pasaban por ahí.

Ana: yo a ti te mato…-dije con el teléfono pegado a mi oreja

Valeria: ey! Pues hola…

Ana: jaja hola

Valeria: ahora si… que me decías…

Ana: por qué te fuiste sin avisarme!!?

Valeria: a penas y tuve tiempo de coger el vuelo, y eso gracias a Bill

Ana: si, ya me entere…

Valeria: ya… bueno pues… no te enojes con el eh?

Ana: pero si yo tendría que estar haya…

Valeria: pues si… si no fuera por Bill también me hubiera quedado…

Ana: si el tan lindo solo te aviso a ti no? que mono…

Valeria: si, y mira que yo iba por ti pero Bill me pidió que no lo hiciera… y como podía negarme?

Ana: mm… si… claro… pero, pero… no quiero ni pensar en lo que Lorena va a decir…

Valeria: mira ni te preocupes por eso… que ya no tiene remedio… te quedaste y no hay nada que puedas hacer

Ana: pues gracias… nada como hablar contigo para sentirme mejor…

Valeria: de nada… jajaja

Ana: y por qué tu no te quedaste? Bill me dijo que no quisiste… fue por… Tom…

Valeria: No. Solo que yo no puedo estar tanto tiempo sin trabajar, tu me conoces…

Ana: aha claro… pero arreglaste las cosas con el no?

Valeria: si

Ana: te pidió disculpas me imagino

Valeria: eh mm… no… de hecho… yo le pedí disculpas…

Ana: qué, qué!?

Valeria: si… yo fui la que exagero… ahora que lo pienso… hay Dios! En verdad me pase con

Tom… el no… es que me preocupe demasiado por Camila, pero luego lo pensé… y ella sabe lo que hace…

Ana: eso si… - tanto que ahora ya hasta salio con el…- y que tal tu viaje?- cambie de tema

Valeria: muy bien, aunque he llegado bastante cansada, apenas vi las mil llamadas que tengo tuyas y te marque

Ana: que querías si te fuiste así como así…

Valeria: ahora eso ya lo sabes, jeje oye se me esta acabando la batería, te parece si te llamo mañana?

Ana: si, si, claro, bueno te mando un beso

Valeria: yo también, te cuidas y te diviertes…

Ana: no hace falta que lo digas… adiós- corte

-¿era Valeria?




Capitulo 48

Me desperté cuando la luz empezó a calarme en los ojos, me gire para corroborar que no había sido un sueño… y ahí estaba… a mi lado, recostado bocarriba con una mano cubriéndole los ojos, me moví despacio para no despertarlo, fue entonces que me di cuenta que estaba vestido, traía una camiseta blanca sin mangas y pantalón de mezclilla azul, su cabello estaba atado en una cola de caballo, me moví de lado apoyándome con el codo, el también se movió, quito su mano de su rostro, y clavo su vista en mis ojos.

Sentí que el color se me subió a la cara, ahora me daba vergüenza verle… vergüenza que ayer no sentía pero ahora… me moví incomoda en mi lugar apartando la vista, colocándola en donde fuera pero no en el… cosa que no pude hacer porque otra vez le mire…


Bill: buenos días preciosa, ya era hora de que despertaras- sonrió

Ana: buenos días-le sonreí- hace mucho que estas despierto?-dije sonando relajada aunque por dentro me gritaba: calma, calma!

Bill: si, tuve que levantarme temprano, tenía unas cuantas cosas que hacer… llegue hace casi como hora y media

Ana: tanto?- le mire un poco aturdida, pues a que hora se levanto, el madrugando? Era demasiado raro. Un momento…-qué hora es?

Bill: son las- se giro hacia un lado tomando su móvil y observando la pantalla- las 12: 42

Ana: qué!!? Pero…. No… eso no puede ser! – me levante exaltada quedando sentada en la cama, cubriéndome con la sabana, mirándole incrédula y sintiendo cierto pánico, el vuelo salía a las 12 y se suponía que tendría que estar en un avión ahora mismo, el hizo una mueca extraña y luego empezó a reírse, vale que me estaba jugando una broma… - porque me asustas así… por poco me creo eso… no es gracioso Bill- le espete

Bill: pero si… -levanto una ceja- no te miento son las 12: 42, 12:43 -corrigió después de volver a mirar el teléfono, mira…- me paso el móvil y efectivamente marcaba las 12: 43, mire a todos lados y luego observe la intensa luz del sol que entraba por la ventana, dándome cuenta que efectivamente no era tan temprano como suponía, no podía ser… Valeria y yo habíamos perdido el vuelo! Y encima era mi culpa.

Ana: Si te has levantado temprano porque no me despertaste antes! -le reclame exaltada y con la firme intención de levantarme y hacer algo al respecto, aunque dudaba que nos reembolsaran el dinero de los boletos si no habíamos hablado con anticipación aunque tendría que intentarlo de todos modos y salir en el próximo vuelo

Bill: hey, hey, para… a donde crees que vas…? - se levanto quedando sentado el también en la cama

Ana: como a donde!? Tendría que ir camino a Londres…

Bill: No- dijo serio

Ana: no? que si… sabías que me iba hoy… y…

Bill: y yo te dije que esta vez no te iba a dejar ir- susurro mientras me lanzaba una mirada tan intensa que me puso nerviosa de golpe

Ana: vamos Bill no estés ju…gando…- alcance a susurrar y es que me hizo estremecer el contacto de su piel con la mía, ya que había puesto su mano en mi espalda desnuda- te lo digo enserio- advertí

Bill: pero si todavía no he empezado- dijo con una mirada traviesa, inevitablemente mire sus labios y el sonrió complacido…

Ana: Bill… tengo que arreglar esto-le decía sin quitarle la vista de encima

Bill: no… quédate conmigo

Ana: pero…- antes de que pudiera decir más me callo mientras me daba un beso húmedo, pase mis manos alrededor de su cuello, correspondiéndole, es que si por mi fuera me quedaba en esa habitación encerrada con el para siempre, pero como eso no podía ser posible, me separe lentamente de el, mientras sentía en la cara su respiración- Valeria me va a matar…

Bill: no te preocupes por eso… ya me encargue de todo- le mire extrañada

Ana: otra vez con eso… Joder, que no tienes todo bajo control!

Bill: esta vez si…-susurro coqueto

No sabía si se refería a Valeria, a los boletos, o a como me tenía a mí en esos momentos…

Bill: Ana- se separe un poco para mirarme, y luego me dio un beso en la mejilla, notando lo intranquila que estaba- ¿confías en mi?

Ana: no sé…-dije sin pensarlo, el me miro confuso, supongo que esperaba otra respuesta

Bill: después de lo que paso entre nosotros… me estas diciendo que no confías en mi!??-pregunto alucinado

Ana: no es eso… es que no conoces tu bien a Valeria… -dije calmándole a el pero alterándome yo- no tienes idea como se pone cuando pasan este tipo de cosas, en verdad estoy en problemas…

Bill: que no, ya te lo dije… porque no dejas de pensar en eso por un momento, todo va a estar bien… te lo prometo

Como no creer en lo que me decía?? tan seguro de sí mismo, y sellándolo con una sonrisa.

Ana: uff… bien… te creeré… entonces… en que nos quedamos?- le pregunte coqueta

Bill: tan rápido se te olvido?? Déjame refrescarte la memoria… - dijo travieso

Encajo sus labios suaves y carnosos en los míos, moviéndolos pausadamente, saboree cada milímetro de su boca, como si fuese la primera vez, acariciando su piercing con mi lengua.

Me empujo hacía atrás, colocando la mitad de su cuerpo encima del mío, encajando su pierna derecha entre las mías, yo también moví mi pierna colocándola encima de la suya.

Mientras su mano izquierda se aferraba a mi cintura la otra acariciaba mi mejilla, deslizándose después hasta mi cabello, y de ahí fue bajando lentamente, arrastrando con el la sabana que me cubría, me dirigió una mirada lujuriosa que en primera me paralizo un poco pero al mismo tiempo me inyecto un sofocante calor.

Acaricie su pecho y su abdomen por encima de su camiseta, hasta que llegue al final, tire de ella para quitársela, seguí acariciando ahora su torso desnudo, mientras le desabrochaba el pantalón, y con una de mis piernas le ayudaba a quitarse este y luego el bóxer.

Empezó a mover la mano que tenía en mi cintura, por mi cuerpo con movimientos sugestivos, haciendo que me estremeciera ante cada roce, sonrió satisfecho disfrutando lo que me provocaba.

Siguió su camino por mis piernas explorando cuanto le permitía, haciéndome presa de las arrolladoras sensaciones que me invadían incitándome a querer más, luchaba en vano por controlarme, pero innumerables gemidos salían de mi boca.

Cansada de ser tan vulnerable y para alargar el momento, lo empuje quedando encima de el, acción que aprovecho para tener mayor libertad, ya que sus manos acariciaban mi espalda para después deslizarse hasta mi trasero, me dirigí hasta su cuello, subiendo hasta el lóbulo de su oreja, dándole un pequeño mordisco que arranco un gemido de sus labios.

Dispuesta a volver a escucharle, repartí suaves besos por su pecho, me percate de que luchaba por contenerse, pero cada vez le era más difícil, seguí dándole pequeños besos siguiendo el tatuaje que tenía en el costado, mientras oía satisfecha sus gemidos aumentar de volumen, indicándome que su paciencia se agotaba… cada vez le sentía más agitado, los latidos de su corazón iban en aumento.

Bill: A… Ann…a- dijo entrecortado

Me volví para observarle y darme cuenta de la mirada suplicante que me dirigía, sonreí graciosa y complacida al mismo tiempo.

En ese momento se abalanzo sobre mí bruscamente haciendo presión con su cuerpo, abriendo mis piernas con sus rodillas, sentí su respiración agitada en mi rostro y como sus labios entreabiertos rozaban los míos, mientras le miraba sobresaltada.

Ana: pero, que haces!?- me miro con cara de circunstancia- ok… es una pregunta retórica-dije obviando la respuesta- …me refiero a…

Me quede callada de golpe y es que clavo sus dedos en mi cadera, y seguidamente sentí como iba entrando despacio, y al mismo tiempo yo emitía un gemido que me fue inevitable reprimir, arquee mi espalda para recibirle, agarrándome con fuerza de sus hombros

Me hizo enloquecer con el suave ritmo que marcaba. Su respiración en mi mejilla y su dulce aliento en la comisura de mis labios me hizo perder la cordura por completo… una vez más.

Extasiada por el, me deje llevar completamente por todo aquel torbellino de sensaciones que me producía, seguía llevándome hasta el límite.

Hundió su cabeza en mi cuello recorriéndolo con su lengua, mientras yo me aferre a la sabana, agarrándola con fuerza, tratando de atenuar lo que me producía.

Bill iba aumentado el ritmo, convirtiéndose en más exigente, mis manos, mi cuerpo, mi alma, le pedían más, quería llenarme completamente de el.

Nuestros intensos gemidos se fundieron en uno solo cuando ambos hubimos culminado lo que habíamos empezado, llevándonos a otro plano.

Dejo caer todo su peso encima de mí, acción que disfrute, sintiendo cada centímetro de su piel haciendo contacto con la mía.

Se dirigió a mis labios para darme un dulce beso, luego se hizo a un lado y se dejo caer, para después pasar una mano por mi cintura atrayéndome hacía el, me moví ahora siendo yo quien le diera un corto beso, y luego descanse mi cabeza en su pecho, quedándome dormida escuchando los latidos de su corazón.

Me desperté horas después con una de sus mano rodeando mi vientre, el aun seguía durmiendo con los labios ligeramente abiertos, me levante lentamente, acercándome a su rostro, le di suaves besos, por toda su carita, el fue abriendo los ojos lentamente, desperezándose.

Ana: creo que ya va siendo hora de levantarnos no?

Bill: no-dijo rápido

Ana: no?-me reí-pero si hemos estado aquí todo el día

Bill: todo el día no… todavía queda mucho- sonrío pícaro

Ana: si, pero yo tengo que hablar con Valeria… ha de estar como loca… pero yo tengo la culpa-me reprendí a mi misma

Bill: por qué tu?

Ana: porque? Te parece poco haberme quedado dormida…

Bill: como sabes que ella no se quedo dormida también?

Ana: porque ella es la reina del orden y la puntualidad, así que lo dudo, además ella no se desvelo como…

Bill: como…?- frunció el ceño-dilo

Ana: jaja mm… como… nosotros…-dije sintiendo ardor en las mejillas

Me molestaba ponerme así pero es que me era imposible controlarme, a penas y creía lo que había pasado de un momento a otro, y estaba casi segura de que a Bill le gustaba ponerme así.

Bill: y si te digo que ella también se desvelo…

Ana: eh? Pero si ellos llegaron antes que nosotros… el coche de Tom ya estaba en el estacionamiento, recuerdas?

Bill: y eso que?

Ana: como que? si ya no había nadie es porque ya habían subido… -me quede callada mirando a Bill mientras el asentía con la cabeza- ¿que me estas queriendo decir?- el solo sonrió sin decir nada- que… Valeria, Tom y Gustav… siguieron la fiesta…

Bill: yo no diría que fue una fiesta exactamente… y Gustav si se fue directo a su habitación…- me quede pensando aun sin encontrar la conexión, hasta que recordé que Valeria no había dejado las cosas precisamente bien con Tom

Ana: Bill deja tus acertijos de una vez y dime claramente que es lo que sabes

Bill: no

Ana: no!? Porque no!!?

Bill: ayer tu no me dijiste nada… estamos a mano

Ana: bueno… es que era cosa de ellos dos

Bill: esto también…

Ana: pero si es cosa de ellos, porque lo sabes tu??

Bill: porque si-soltó con un tono autoritario en la voz- y como te dije ya arregle todo, Valeria no te va a decir nada porque…



jueves, 23 de septiembre de 2010

uhmmm...

Hola! publico entrada solo para decirles que tardare un poco más en subir... siento no traer cap... pero es que quiero tener ya varios capitulos y si puedo terminar de escribir la fic pues mejor... aunque para lo que quiero hacer no sé cuanto tiempo me tome...
Los primeros capitulos de la fic los escribi como a mediados del 2009 o creo que mucho antes y hasta enero me decidi a publicarlos... y ahora ya falta poco para que termine el 2010!! jaja
no me quiero llevar otro año con esto... tengo que terminar, ya tengo pensado exactamente que va a pasar y como va a terminar... bueno desde hace mucho que ya lo tenía pensado pero nada más no acabo ... ¬¬" siempre alguien me interrumpe y necesito espacio y soledad! xD
Bueno pues eso es todo por el momento... Quiero darles las gracias a todas las que leen, principalmente a las lectoras que han estado desde el principo... que pacientes han sido... parece que me estoy despidiendo... jaja pero no... estare aquí pronto... por cierto ahora que me pondre a escribir de lleno:) les gustaría que pasara algo en especial con los personjes? acepto sugerencias... podría cambiar algunas cosillas...

En fin... ya no digo más

Chao!


jueves, 16 de septiembre de 2010

Capitulo 47

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Bill: con un No bastaba…no hacía falta que salieras corriendo… -espeto dolido

Ana: qué? ah... no me fui por eso

Bill: a no? y entonces por qué?



Ana: por tu hermano…es gilipollas- me miro entre extrañado, curioso y hasta divertido- pero eso… tu ya lo sabías

Bill: si…-afirmo divertido, frunció los labios y luego sonrió, ese gesto comenzaba a gustar de sobremanera…

Ana: amm… sobre lo que…hablamos… bueno lo que me dijiste…-aclare mi garganta- yo… creo que-moví mis manos nerviosa- siento lo mismo…-abrió los ojos y me examino como para ver a través de mi expresión si eso era verdad, al final sonrió y yo respondí de la misma forma, continué rápidamente antes de que pudiera decir algo, o antes de que los nervios me consumieran... no podía creer que me había atrevido a decirlo- Pero… también creo que deberíamos, al menos por ahora… y ante todo…pase lo que pase…seguir siendo amigos como lo hemos hecho desde el principio…

Bill: ¿así que solo hemos sido ‘amigos’ todo este tiempo?-levanto la ceja

Ana: eh pues si, si- ¿no?

Bill: eso esta bien… supongo…

Xx- ¿de que me perdí?- nos giramos y vimos a Gustav que estaba parado detrás de los sillones medio sonriente, luego camino despacio hasta quedar frente a nosotros, se sentó junto a Valeria
Georg: no si tu no pierdes el tiempo… ¿donde estabas? Y más importante aun ¿QUÉ estabas haciendo?- frunció el ceño y sonrió de medio lado
Gustav: por ahí… conociendo el lugar…ya sabes
Georg: y…?
Gustav: y… nada.
Georg: tan expresivo como siempre y dándonos detalle de lo que hace
Valeria: tal vez así sea mejor…

Después de que Gustav y Valeria se apoyaran mutuamente, unas copitas más, algunos chistecitos, estábamos listos para retirarnos del lugar, la primera en decir que quería irse era Valeria, supongo que le incomodaba la situación, porque parece que hubo una discusión con Tom y bastante fuerte, a juzgar por ambas reacciones, todos se daban cuenta de que algo había pasado porque el, se mantuvo extrañamente callado el resto de la noche, aunque claro nadie sabía que parte de esa razón era Valeria, Georg apoyo la idea de marcharnos, a lo que todos les seguimos.
Andreas se fue con Georg, quien se ofreció a acercar a Jess a su hotel. Para el siguiente día ella estaría quedándose en casa de Camila, quién nos ofreció también hospedaje pero era tarde para eso, ya que al siguiente día tomaríamos un vuelo de regreso a Londres.

Curiosamente Valeria se fue con Tom, supuse que lo hizo solo porque Gustav se iría con ellos, y no hice nada para evitarlo ya que ninguno de los dos se veía con ánimo de empezar una pelea, más bien se trataban como dos desconocidos. Todos parecían bastante cansados excepto Bill que lucía radiante, yo por mi parte estaba entre feliz y un poco nerviosa, también me preocupaba la manera en que Valeria había reaccionado, y entre más lo pensaba más ganas me daban de poner a Tom en su lugar, había sido muy leve con él...

Camino al hotel, Bill y yo íbamos callados pero no era un silencio incomodo, ambos íbamos disfrutando de las miradas que nos dirigíamos el uno al otro, de las sonrisas y risas que sin proponérnoslo se producían involuntariamente.

La quietud en el hotel era impresionante, no había ningún alma a los alrededores a excepción de nosotros y de Mike que iba en su auto delante de nosotros. En el estacionamiento yacía el carro de Tom pero no se veían ni el ni los demás por ningún lado por lo que pensé que ya habrían subido a sus habitaciones.

Bill se estaciono entre el carro de su hermano y el auto de Mike, quien acababa de bajar del coche, y sin más entro al hotel no sin antes cruzar unas miradas con Bill, quien después se tomo su tiempo para hacer lo mismo, apago el motor, echo una mirada a través del espejo retrovisor, examinando el lugar, luego bajo, camino despacio hasta el otro lado para abrirme la puerta, cuando baje lo primero que sentí fue el viento helado dándome en el rostro, hacía demasiado frío y más a esas horas, no se si era yo o si en realidad en ese lapso de tiempo la temperatura había bajado unos cuantos grados, aunque me olvide de ello por completo cuando sentí a Bill tan cerca.

Con una mano sostenía la puerta y la otra la tenía apoyada en el auto imposibilitando cualquier movimiento de mi parte, el no parecía ser conciente de que me impedía salir de ahí, continué de pie inmóvil aunque con el corazón latiendo desesperado, mientras esperaba que se apartara. Deseaba sentirle más cerca, pero temía que alguien pudiera vernos, así que me vi obligada a romper con aquella situación.

Ana: Bill…
Bill: ¿mm?
Ana: tengo frío… vamos entrando no…?
Bill: ah… si



Bill: ¿qué hizo Tom exactamente?-me pregunto antes de entrar a la habitación

Ana: uhm… -puse el bolso en una de las mesitas que había ahí, y termine por quitarme el guante que me faltaba

Bill: ¿Valeria…?-atino a decir- No lo creo…-dijo después- debe ser otra cosa no es así?

Ana: porque Valeria no?- le pregunte extrañada

Bill: Tom no le haría daño…-exclamo confiado

Ana: que te hace estar tan seguro?

Bill: porque…lo sé-termino arrogante

Ana: se me había olvidado que tu lo sabías todo- me burle-no sé porque pregunte… - dije sarcástica- en fin…supongo que Tom ya te contara lo que hizo…porque yo ya no me quiero acordar…

Bill: yo creo que si, porque al paso que vamos no vas a decirme nada verdad?

Ana: exacto jaja

Bill: … bueno de todas formas hablare con el para que arregle lo que sea que haya hecho…

Ana: sabes… a veces no me gusta ese control que quieres tener sobre las cosas… -le confesé un poco molesta

Bill: no es que quiera tener el control sobre las cosas-dijo serio- es que lo Tengo!-soltó gracioso

Entrecerré los ojos y me di media vuelta, cogí la maleta y saque ropa, no había tenido tiempo de desempacar desde que había llegado, pero así ya la tendría casi lista para mañana.

Me metí al baño y me cambie, supuse que mientras tanto Bill se cambiaría en la habitación, cuando ya estuve lista sali sin pensármelo dos veces, aun y si el no hubiera terminado de cambiarse.

Bill estaba sentado en el sofá junto a la ventana muy pensativo, no se había dado cuenta que ya había salido, así que le llame.

Bill: ¿qué pasa?

Ana: ya puedes entrar a cambiarte-señale el baño

Bill: si…-contesto distraído


Se puso de pie y camino hasta donde estaba, poco antes de que llegara me sonrió coqueto, eso me confundió y más cuando se quedo parado frente a mi, no supe que hacer.

Me sentí tonta, pero Bill solía ser así… de ahí no pasaba… me reía por dentro por la manera en que me afectaban las cosas que hacía, negué con la cabeza, el me miro como sorprendido, pero no le preste atención seguí caminando con la intención de ir hasta la cama, pero de nuevo hizo que me detuviera, esta vez, porque me había tomado de la mano, lo que hizo que me girara y lo mirara, el tenía una expresión más seria en el rostro.

Bill: esta vez… No…te voy a dejar ir… -me susurro peligrosamente cerca…

Me agarro con su otra mano, sujetándome de ambos brazos e hizo si es que era posible que me acercara a el aun más, se quedo quieto mirándome complacido y es que ya me tenía hecha un lío en esos instantes.

No era necesario que me tocara ni que me besara para sentirme excitada por él. Su sola proximidad me encendía.

Percibí el deseo en sus ojos lo que hizo que los nervios me recorrieran sin control de pies a cabeza. ¿Ahora…?- pensé alarmada. Le mire indecisa mientras el irradiaba confianza y seguridad.

Bill: Quiero estar en cada respiración tuya… en cada aliento… quiero sentirte…

Me produjo un escalofrío al escucharle, lentamente fue soltando mis brazos para luego con sus manos rodear mi cintura. Me sonrió dulce y me observo unos instantes, lo agarre de la chaqueta que aun traía puesta y lo jale hacia mí, haciéndole saber que yo también le quería. Se inclino haciendo que su aliento me cosquilleara el rostro.

Sus labios atraparon los míos, hizo presión con sus dedos en mi espalda, y yo deslice mis manos debajo de su chaqueta hasta llegar a sus hombros y aferrarme a ellos, luego dándose cuenta que su chaqueta sobraba, retiro sus manos fugazmente, para deshacerse de ella.

Su lengua se abrió paso explorando cada rincón de mi boca, jugueteando con su piercing, mientras sus manos iban subiendo por mi espalda, posicionándose con mayor firmeza.

Yo subí una de mis manos acariciando su rostro, disfrutando de la suavidad de su piel.

Sin dejar de besarme me hizo dar unos pasos hacia atrás, Bill fue inclinándose despacio persuasivamente, hasta que ambos quedamos tendidos sobre la cama, se apoyo sobre esta, colocando un brazo a cada lado, haciendo que mantuviéramos cierta distancia, que antes había sido nula, y que ahora había aprovechado para observarme, como respuesta yo sentí un ardor en las mejillas, del que creo pudo darse cuenta… es que me era difícil sostener esa mirada tan profunda e intensa que lograba atravesarme por completo, y más en esta situación, aun así no dijo nada solo sonrió tiernamente, para luego acercarse y dejarme sentir su aliento, ese que yo anhelaba volver a consumir.

Sin quitar la vista de mis ojos rozo mis labios, me estremecí ante ese casi contacto, sonrió satisfecho mientras me lanzaba una mirada traviesa, entonces me levante ligeramente apoyando los brazos en la cama, con la intención de sentarme pero el no hizo amago de moverse ni siquiera le veía intención de querer hacerlo.

De pronto su mirada se dirigió a mi boca, antes de que hiciera lo que se proponía, me hice hacía atrás con ayuda de mis brazos evitando así el encuentro de nuestros labios, para así, torturarle tal como el había hecho, emitió una risita.

Lo que si había logrado era provocarle aun más…

Bill: crees que vas a poder conmigo?- dijo con voz autoritaria y ayudado de una ardiente mirada

No pude hacer otra cosa que reír por lo que decía y por la forma en que se ponía.
Impulsivamente puso una de sus manos en mi espalda atrayéndome con fuerza hacia el, lo que hizo que me agarrara de sus brazos, y me quedara callada, mirándole atenta.

Su otra mano se dirigió a mi cadera y de ahí se aferro con fuerza a mi pierna. Yo subí ambas manos rodeándole el cuello, entonces el me dejo caer lentamente y cuando estuve recostada de nuevo, quito su mano de mi espalda, colocándola en mi cintura y dejando caer todo su peso encima de mi.

Aproveche ese momento para darle la vuelta y quedar en posiciones invertidas, sin poder resistir mire su boca y le bese, sus manos se movieron seguras por mi cuerpo, haciéndome sentir la necesidad que tenía por conocerlo completamente.

Me senté para verle ahora yo, observe unos destellos en sus ojos que inevitablemente hicieron que una abrumadora sensación me recorriera de arriba abajo, intensificando el deseo y la necesidad de sentirle dentro, de ser suya.

El se sentó conmigo, levantando con lentitud la blusa que traía, para finalmente deshacerse de ella, y luego haciendo lo mismo con el sostén recorrió con la mirada y con sus manos lo que ahora tenía frente a el, para después encajar su cabeza en mi cuello, y darme cortos besos, no pude evitar emitir un suspiro ante ese provocador contacto lo que a su vez me hizo sentir una estremecida respuesta de su parte.

Me volví hacer hacia atrás, coloque mi mano en su pecho haciendo que se detuviera, para después quitarle la camiseta, dejándome ver sus dos tatuajes, que mire como queriendo grabarlos por siempre en mi memoria.

De nuevo se lanzo a mi boca, yo mordí su labio inferior mientras deslizaba mis manos por su cabello, aun mantenía perfecto su peinado, no pude evitar sonreír cuando lo note, por lo que me miro extrañado, y yo divertida, moví mis manos acariciando ahora su abdomen siguiendo su gigantesco tatuaje hasta parar en su cinturón, sus facciones endurecieron, cuando hube terminado de desabrocharlo me agarro ambas manos evitando que continuara, le mire a la cara y vi como curvaba sus labios en una sonrisa, sin esperármelo se movió ágilmente quedando de nuevo encima de mi.

Fue bajando desde mi cuello, hasta parar en mis caderas para luego tirar de mi pantalón y quitármelo, de igual manera yo le ayude a deshacerse del suyo.

Sentí sus labios húmedos en mi abdomen, mientras luego iba subiendo poco a poco, haciendo un suave recorrido en cada parte de mi piel, se levanto ligeramente dirigiéndose a mis piernas para quitarme el resto de ropa que faltaba, sus manos imparables acariciaban mis piernas, y luego subían por mi abdomen haciendo presión con las yemas de sus dedos, haciendo que me doblegara… el sabía que hacer y en que momento. Acaricie su espalda, aforrándome a ella, mientras le ayudaba con mis piernas a quitarse el bóxer.

Sin querer roce su entrepierna, escuchando de su boca que ya hacía en mi oído, un gemido que me hizo perder la razón, aumentando el sofocante ardor que sentía, le abrace pegándole aun más a mí.

Bill me había hecho sentir cosas que antes no había sentido con nadie más, sobrepasando el límite de la locura.

Anhelaba tanto esto, y el en sus acciones, en sus caricias me demostraba lo mismo.

Posiciono sus manos firmemente en mis caderas, sentía como su respiración agitada subía deslizándose desde mi cuello hasta parar en mi oreja, voltee hacia un lado, perdiéndome en su mirada, el se acerco para darme un dulce beso.

Un montón de sensaciones y emociones se desataron en mi interior cuando me hizo entender lo que ahora seguía…

Con sus ojos aun clavados en los míos, me hizo estremecerme al sentirle, moví mi cabeza mirando el techo y hundí mis dedos en su espalda.

El contacto de su piel con la mía quemo toda la calma, el calor de su cuerpo contra el mió me hizo enloquecer por completo.

Le tenía solo para mi y el me tenía completamente. Nuestros cuerpos se moldearon encajando perfectamente con el del otro, doblegándonos ante lo que sentíamos, regodeándonos en las tremendas sacudidas de placer que me producía y yo a el.

El gemía en mi oído y yo en el suyo, lo que provocaba que aumentara el ritmo, se acerco dándome un breve beso, en el que termino mordiéndome el labio, para después enterrar su cabeza en mi cuello.

De vez en cuando cruzábamos nuestras miradas e intercambiando más besos fugaces, introdujo una de sus manos en mi espalda, haciendo presión, yo me arquee completamente a el, sintiendo diversos espasmos cuando el momento del clímax había llegado… fundí mis brazos en su cuerpo, sintiéndole plenamente, era suya… mi alma le pertenecía…

El resto del mundo y el tiempo habían dejado de existir, ahora éramos solo el y yo.




-

domingo, 5 de septiembre de 2010

Capitulo 46

...


...

Bill: bueno de todas formas eso no importa ahora, lo menos que quiero hacer en este momento es ponerme a discutir contigo- frunció los labios y luego sentí el frío tacto de su piel cuando me agarro ambas manos, no pude evitar tensarme cuando me dirigió esa mirada afilada


Ana: pues… no es lo que parece, todo lo contrario. Has venido hasta aquí solo a reclamarme-me aparte bruscamente haciendo que me soltara- y ahora haces como si nada hubiera pasado! ya me canse, siempre es lo mismo, haces algo y crees que con mostrar una bonita sonrisa todo esta resuelto? Pues te voy informando que No es así!



Tom y Camila:

Tom se sentó en la única silla que había en el lugar, las demás estaban dobladas apoyadas sobre la pared. Fijo sus ojos en los de Camila y le hizo una seña para que se acercara. Ella así lo hizo, luego se sentó sobre él.
Tom puso una mano en la espalda de ella y la otra en su cintura. Ambos se acercaron rozando sus labios en varias ocasiones pero sin besarse, hasta que Tom tomo la iniciativa y la atrajo a el para besarla.



Bill: ah-suspiro- Ok, entonces que quieres que haga? Haber dime, sea lo que sea
Ana: como…? Tan rápido cediste??
Bill: ¿qué? tienes un problema con eso también?-rió
Ana: no… solo que… es demasiado raro…

Bill: Bien…Te escucho. Qué quieres?
Ana: es que no… ¿lo que sea verdad?-levante la ceja
Bill: si, lo que sea, siempre y cuando este en mis manos…
Ana: eso ya me gusta más… Bueno…déjame ver… -¡A Ti! estuve casi a punto de decir
Bill: mi coche no, recién lo compre…-sonrió
Ana: diablos! Pero dijiste que…lo que fuera… -el abrió los ojos como plato, se le congelo la sonrisa del rostro, al parecer si creyó que era eso lo que iba a pedirle- ok, ok, pensare en otra cosa…- hice ademán de pensármelo un poco más aunque de sobra sabía lo que quería- Ya se…
Bill: y bien? ¿Qué es?
Ana: ¿que es lo que sientes?-pregunte serena, no hacía falta decir una palabra más, por la cara que puso, supo que me refería a nosotros.

Bill: ¿de verdad quieres saberlo?-pregunto serio, mirándome fijamente a los ojos sin parpadear lo que por un momento me hizo dudarlo.

Ana: si-dije segura

Sea lo que sea tenía que saber si me estaba volviendo loca con o sin motivos. Miro hacia uno de sus lados como asegurándose que no hubiera ningún curioso por ahí, frunció los labios y pareció pasar saliva, de nuevo me devolvió la mirada y por alguna razón eso hizo que se me disparara el pulso.

Bill: voy a decirlo porque no puedo seguir negándomelo a mi mismo… de verdad… de verdad que lo intente… no quería que esto siguiera creciendo…pero ya no hay vuelta atrás… es que…solo hay una cosa que tengo en la cabeza… día y noche… y temo que no solo es algo que quiero… sino que… necesito… me he sentido extraño pero vivo…he sentido euforia, pánico, felicidad, nervios y hasta miedo… miedo a que… no sea lo mismo que tu sientes… -termino de decir alzando la cabeza buscando en mis ojos una respuesta

Ana: de verdad?-pregunte con un ligero temblor en la voz

Bill: jamás había hablado más en serio en mi vida

Estaba saltando y gritando internamente, había estado esperando por esto tanto, deseaba tanto escucharlo, por un momento hasta pensé que estaría soñando. Fue inevitable mostrar una boba sonrisilla al repasar una a una sus palabras en mi mente.

Bill: ¿y tu?- pregunto sorprendiéndome- ¿qué es lo que sientes?-Me había preparado para preguntarle yo eso, inclusive para escuchar una negativa pero no para responder a esa pregunta- Aunque no sientas lo mismo… Necesito saberlo…

Sentí que los músculos se me tensaban y las palmas de las manos se me humedecían pero ¿¡por qué!? si sentía exactamente eso, y quizás hasta era algo mucho más fuerte pero no lograba hablar porque no encontraba las palabras adecuadas, por qué esto me costaba tanto trabajo?

En ese momento algo más me hizo desconcentrarme, mire por encima del hombro de Bill y observe como Valeria acababa de entrar a la casa, no se porque pero tenía el impulso de ir a detenerla. Sabía que Camila y Tom habían entrado y no habían salido todavía, por lo que ya me imaginaba lo que estarían haciendo…solo esperaba que no fueran tan tontos como para estar exhibiéndose en la sala o la cocina.

¡Hay No! si que lo eran… di unos pasos hacia atrás intentando ver a Valeria pero era inútil

Ana: Bill… ahora vuelvo… no te muevas de aquí si?
Bill: pero…
Ana: ahora vuelvo…-dije ya dando algunos pasos

Camine lo más deprisa que pude, entre a la cocina pero ahí no había nadie, a excepción de esa parte de la casa y la sala todo lo demás era pura obscuridad, aunque no veía a Valeria por ningún lado me sentí aliviada de tampoco encontrar aquellos dos, supongo que estarían en la parte de arriba...

Di tremendo grito cuando alguien me agarro de la espalda, me di media vuelta y me encontré con Valeria destornillándose de la risa, me lleve ambas manos al rostro y luego seguí gritando.

Ana: ¿¡pero tu estas tonta o que!? ¿¡¿Quieres matarme!!? Por poco me da un infarto! Ya son demasiadas emociones fuertes por hoy-me lleve una mano al pecho
Valeria: y las que faltan-agrego divertida
Ana: ¿eh?
Valeria: si hija, que te vi hablar con Bill… y a como yo lo veo todo pinta para que “las emociones fuertes” sigan y sigan toda la noche…
Ana: ¿qué? No… de eso nada, si no ha pasado nada antes que tuvimos la oportunidad... no va a suceder… además yo no se bien si esto funcionaría…tu sabes…
Valeria: hay… madre mía! Bueno anda cuéntamelo, pero mientras me lo dices vamos a buscar una botella de vino que a eso venía y no he visto ninguna en la cocina
Ana: Ok- suspire.

Caminamos por uno de los pasillos, pero íbamos casi a ciegas, hasta que nos encontramos unos interruptores en la pared, eran como tres, presionamos los primeros dos y no pasaba na’ de na’, entonces una risa loca y sin sentido nos invadió, hasta que Valeria encendió el tercero y una de las lámparas se encendió

Valeria: pues ya esta, vamos.

Caminamos de nuevo, más adelante había dos cuartos uno de ellos con la puerta cerrada, Valeria se adelanto yendo hasta el último cuarto que estaba abierto

Valeria: es el cuarto del lavado-comento decepcionada-yo no se porque Camila se va y nos deja sin ni siquiera un coctelito, donde se habrá metido?
Ana: eh? Pues ya sabes como es… por aquí por haya… no se puede estar quieta...
Valeria: yo creo que nos vamos regresando… pero antes déjame ver a lo mejor aquí hay algo…-antes de decirle que si, ya tenía su mano en la perilla, había abierto la puerta y luego se había quedado parada como si hubiese visto un fantasma, me coloque a su lado y fue entonces que me di cuenta y creo que me quede de igual forma.

Ana: Tom!!-grite sin pensármelo dos veces, ninguno de los dos se había percatado que estábamos ahí.

Camila se levanto del regazo de Tom con bastante agilidad, estaba roja y miraba el suelo, Tom se notaba bastante sorprendido.

Valeria: solo estábamos buscando los vinos…-dijo casi inaudibe
Camila: ah si, si. Nosotros también veníamos por uno…- Camila abrió una pequeña alacena y saco una botella, que después le dio a Valeria.
Valeria: gracias… bueno creo que nosotras nos vamos… -dijo dándose media vuelta, yo me quede ahí mismo y ni hice amago de moverme, solo escuche los tacones de Valeria sobre la madera del pasillo, indicando que se alejaba de ahí con prisa. Por mi parte yo fulmine a ambos con la mirada, pero antes de decirle algo a Tom, éste salio disparado por el pasillo sin decir nada… me sorprendió un poco que se fuera así pero la más sorprendida era Camila.

Ana: ¿Qué se supone que hacían?- Camila se encogió de hombros sonriendo rodando los ojos- si ya se ‘que’ pero no entiendo porque aquí donde alguien podía entrar en cualquier momento!
Camila: pues eso…que no pensamos que alguien fuera a venir
Ana: es que Tom y tu son iguales…perdona que te lo diga pero no piensan con la cabeza

En el pasillo:

Tom: Valeria espera!

La castaña lo escucho pero siguió caminando sin darle importancia, apretó la botella con fuerza y por un momento sintió el impulso de arrojarla lo más lejos que fuera capaz.

Tom: ¡Hey! Espérame- cuando la alcanzo la agarro del brazo haciendo que se girara
Valeria: que quieres Tom?
Tom: es que… te fuiste muy rápido…
Valeria: ja o sea que querías publico!?-se rió sarcástica
Tom: No-contesto serio- pero… por qué te fuiste así?
Valeria: de nuevo con eso? Qué, querías que me quedara!? Lo que hagan tu y Camila es cosa de ustedes DOS! no de todos…no tendrían porque estar ahí…
Tom: lo sé…
Valeria: que bueno que lo sepas, ahora si me disculpas-hizo amago de irse
Tom: ¿estas bien?-pregunto titubeando ahora que ella le daba la espalda
Valeria: y porque no habría de estarlo?-cuestiono con firmeza mirándolo por encima del hombro aunque sintiéndose débil por tener si quiera que preguntarlo

Sintió que la sangre le hervía bajo la piel, estaba furiosa, perdió la paciencia, lo que hizo que esa fachada madura y confiada se cayera frente a quien menos quería, y en el instante en que las palabras salieron de su boca se arrepintió sintiéndose culpable.

Valeria: ¿por qué Tom? de todas las mujeres que hay en el mundo…tenía que ser mi amiga…tenía que ser Camila!

Tom: Valeria…

Valeria: ¿¡qué!? Es que tienes que tirarte a todas las mujeres del mundo!? No puedes entablar una amistad con mujeres! No se que tan grande será el vacío en tu vida como para que…
Tom: ¿y tu? Se supone que nosotros…
Valeria: por favor-se rió dolida- solo te digo una cosa…. antes que tu, esta mi amistad con Camila.
Tom: eso no lo dudo
Valeria: bien, eres más inteligente de lo que creí… entonces espero que te portes bien. En el poco tiempo que llevo conociéndote no he visto que salgas con una chica, más de una vez, así que no quiero que le vayas hacer daño o si no…vas a conocerme de verdad
Tom: puedes estar tranquila no le voy hacer daño
Valeria: por tu bien…-sonrió de medio lado-eso espero- se dio la media vuelta sin agregar nada más


Camila y yo encontramos a Tom de pie mirando fijamente la puerta, cuando se dio cuenta que estábamos ahí me miro como avergonzado.

Ana: hay Tom… esperaba más de ti… a la otra podrían ser más discretos…-negué con la cabeza y el sonrió de medio lado, al parecer un poco aliviado de que ese fuera el único reproche de mi parte.

Su vista se dirigió a Camila, comprendía que ahí yo venía sobrando así que me fui lo más rápido que pude, antes de salir escuche que murmuraban algo en alemán.
Camila: todavía quieres seguir…?
Tom: por qué no? ¿Has cambiado de opinión?
Camila: Yo no.
Tom: pues tampoco yo.
Camila: si…pero…te parece si… nos vemos después?
Tom: claro... como tu quieras



Al salir lo primero que vi fue a Valeria llevándose una copa a la boca y acabársela de un solo trago

Ana: vaya… si que lo necesitabas-dije bromeando pero en cuanto la vi a la cara me quede callada, desbordaba ira a través de sus ojos -¿qué sucede?

Valeria: nada…
Ana: vamos… es inútil que me mientas y encima así de mal...
Valeria: es… Tom…-dijo secamente
Ana: otra vez? Ah… ¿¡qué!? ¿te hizo algo?
Valeria: No… no directamente…- la mire aun sin entender- Camila…
Ana: ah…ya. Bueno ella sabe como están las cosas con Tom mejor que tu y que yo…así que… de todas formas el esta advertido
Valeria: aun así no me gusta que estén juntos -La mire extrañada, acaso eso quería decir algo-alguien podría salir lastimado...no me hagas caso... olvidémonos de esos dos… ellos sabrán lo que hacen...y mejor porque no te vas con Bill, que desde que llegue no ha soltado la botella jaja mira nada más…

Mire en dirección a donde Valeria lo hacía, no me había dado cuenta que el nos había estado mirando y en sus manos sostenía una copa.

Valeria: creo que espera una respuesta…
Ana: es que… no se que decirle… si esto no…
Valeria: deja de pensar en que no va a funcionar, mira a Camila, ella se esta arriesgando con Tom… tu que tienes más posibilidades con Bill no quieres arriesgarte…porque tienes miedo…-negué con la cabeza, estaba a punto de hablar pero ella continuo- miedo de enamorarte y de que todo se vaya a acabar y sea muy doloroso después… pero te digo algo, si tu lo quieres y el ya te lo dejo claro que siente algo por ti…pues adelante dure un día, un mes o un año, disfrútalo, ahora que ambos quieren…
Ana: ¿“ahora que ambos queremos”?-definitivamente no me gustaba como había sonado eso
Valeria: ya, basta. No le des más vuelta al asunto, anda… -me empujo y terminamos caminando en dirección a Bill que estaba acompañado por Jess, Georg y Andreas.

Cuando llegamos Valeria se sentó con Jess y yo me senté al lado de Bill.

Bill: con un No bastaba…no hacía falta que salieras corriendo… -espeto dolido

Ana: qué? ah... no me fui por eso

Bill: a no? y entonces por qué?




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miércoles, 25 de agosto de 2010

Capitulo 45

...





...


Tom: ella no se anda con rodeos eh?-nos miro a Valeria y a mí.

Valeria: en realidad no, pero no creo que sea lo que estas pensando-le regaño

Tom: pues…-miro a Camila- si quieres voy yo-dijo sonriendo, estos todavía están en la etapa de ver caricaturas-dijo gracioso

Camila: eh… yo no…-se sonrojo

Bill: Tom! ya vas a empezar…? –dijo entrecerrando los ojos

Tom: que Bill? No te enojes si digo la verdad a mi no me gustan las mentiras jajaja

Bill: es que esto es… bueno ya-dijo resignado

Bill subió detrás de Camila, luego lo hicieron Tom, Gustav y Georg, aunque se suponía que solo ellos iban a subir Andreas les siguió y claro nosotras también.

Una de las paredes del cuarto de Camila estaba tapizada de posters de ellos, todos nos quedamos con la boca abierta, luego empezaron a ver los posters con más detenimiento, hasta yo lo hice percatándome de lo mucho que habían cambiado, mucho más Bill y Tom. Las burlas sobre los cambios por los que había pasado la banda empezaron por Andreas. Ellos firmaron uno de los posters, que estaba colocado en el centro, no solo lo firmaron sino que incluyeron un mensaje.
Bajamos a la sala ahí estuvimos platicando un buen rato, Camila iba y venía ya que también había invitado a unos amigos y colegas del trabajo, aun así se veía radiante, ella tenía energía de sobra.

Camila: aquí les traigo uno coctelitos que acabo de hacer, espero que les gusten-dejo una bandeja en la mesa
Tom: tu los hiciste? Entonces no tengo duda de que van a estar buenos y de que nos vamos a llevar muy bien… - le guiño un ojo, ella se rió y se sonrojo un poco.

Entre coctelito y coctelito las risas no se hicieron esperar, Tom ya hasta traía su gorrito por un lado, se lo dije a Valeria, nos empezamos a reír pero luego ella le hizo señas a él para que o se lo acomodara o se lo quitara, pero como que el no entendió el mensaje o lo entendió mal porque empezó a guiñarle el ojo y luego a jugar con su piercing.

Ana: anda! Creo que no entendió muy bien jaja
Valeria: pues si que va a entender… si nada más piensa en una sola cosa…

En ese momento ella se levanto y se fue caminando hasta donde estaba el. Tom estaba parado cerca de una de las bocinas de la radio, ella se acerco me sonrió a mi antes de llegar con el, yo levante el pulgar en señal de aprobación y apoyo, entonces ella se volteo a verlo de nuevo, agarro el gorrito de los lados y se lo coloco bien, tapándole las orejitas, Tom sonrió de forma tan tierna que podría derretir a cualquiera, intercambiaron un par de palabras y luego el dijo:

Tom: que sería de mi sin ustedes!-grito lo suficientemente fuerte como para que todos los que estaban ahí lo escucharan-algunos se rieron otros lo miraron raro.

Aunque hacía frío, todos estábamos afuera, solo faltaba Camila, cuando iba a entrar a la casa a buscarla ella salio más alegre de lo normal.

Valeria: los 23 años te sientan bien eh?
Camila: pues ya ves…
Ana: no recuerdo cuando fue la última vez que estuvimos juntas…bueno, no todas…Lastima que falte una de nosotras…
Camila: y quien dice que falta…
Ana: qué…? quieres decir qué…!
Camila: mírala tu misma

Una chica de largo cabello rubio se iba acercando. Se quito las gafas moradas que traía, dejando ver ese rostro agradable y franco enmarcado por esa enorme sonrisa que la caracterizaba.

Ana: Jess!!
Jessica: Aniiii!!!!!- las dos nos abrazamos
Ana: casi no te reconocía… ahora eres rubia!!
Jess: si-rió- qué te parece?
Ana: te queda bien
Jess: lo mismo pensé yo jaja

Miro detrás de mí, dio unos saltitos y luego se fue hacia donde estaba Valeria
Jess: Val!! Las extrañe muchísimo
Valeria: y nosotras…pero qué? ¿Cómo?
Camila: llego hoy
Valeria: ya
Ana: cuanto tiempo te quedas?
Jess: el resto de la semana, quizás más... luego ya me regreso a México
Valeria: Dios mío! Las cuatro juntas!
Camila: ahora si… que se cuide Alemania!

Todas nos reímos hasta que notamos que Jessica estaba mirando a los ‘Tokio Hotel’ no parpadeo ni una vez, después sus enormes ojos cafés se posaron en Bill

Jess: y este de donde salio? Es que viene de un concierto de rock o de una convención de comics?

Ana: eh na’ aunque el concierto de rock es más probable…

Jess: se me hace medio extraño, pero eso no le quito lo bueno que esta jaja, quien es?

Camila: parte de mi regalo de cumpleaños…-dijo interrumpiendo felizmente

Jess: ¿qué? ah ya entendí-lo miro de arriba abajo- el nos va a bailar, el desnudista no?

Ana: ¿¡como!?-solté una carcajada increíble, Valeria y Camila se retorcían de la risa, Bill nos miraba pero no entendía nada y a Jess ya no le estaba causando gracia, casi me estaba calmando cuando mire a Bill de nuevo y tan solo de imaginarlo a el en ese papel me hacía morir de la risa otra vez

Valeria: haber que cara pone Bill cuando se entere que lo han confundido con un striper jajaja

Camila: pues nos puede bailar… pero tienes que pedirle permiso a Ana

Jess: ah! Qué!? viene contigo? Tu no pierdes el tiempo

Ana: eh no, bueno, viene con nosotras, que es un amigo pues

Jess: un amigo? Ahora así se les dice?- se rió- sabes siento que lo he visto antes-murmuro pensativa para luego quedarse seria

Ana: ya sabes quienes son verdad…

Jess: hay no es cierto, de verdad son ellos?-le mire alentándola a que ella lo dijera- T…Tokio Hotel…si!!?-solo asentí

Ana: no me digas eres fan también no?

Jess: pues no, solo que me he acordado porque una compañera del trabajo, Abi, si que es fan, no lo va a creer cuando se lo cuente, de hecho antes de que saliera de México me dijo que si veía a Tokio Hotel acá le llevara un autógrafo, obviamente creyendo las dos que en esta vida eso no iba a suceder… hasta hace unos minutos encontrarme con ellos sonaba bastante tonto

Ana: si, ya te entiendo

Presentamos a Jess con ellos, se tomo unas fotos como era de esperarse, aunque supuse que era lo que menos querían hacer, aceptaron con gusto. Al menos ella no reacciono tan mal, aunque tenía un ligero temblor en las manos, cosa que después pudo controlar.

El resto de la noche se la pasó hablando con Andreas, al principio Jess estaba bastante cortada, ya que ella siempre había sido una chica muy tímida, pero Andreas se mostró dulce y paciente y ella le fue agarrando confianza, era notoria la química entre ellos. Ambos se apartaron de nosotros, mientras tanto notaba ciertas miradas entre Tom y Camila, momentos después escuche lo que le decía esta última a Valeria, y es que ni siquiera disimulo un poco ni bajo la voz, que hasta yo pude escuchar, eso que estaba más lejos, por lo menos hablaban en español.

Camila: tu y Tom?-dijo- ¿ustedes…?-la pregunta voló sugestivamente

Valeria: ¿Tom y yo?-se rió- por qué crees…?

Camila: no sé… es solo que…

Valeria: el y yo? No, no, no, para nada. Solo somos buenos amigos. Eso es todo.

Camila se noto feliz después de la aclaración aunque no se porque a mi me dio la impresión de que la propia Valeria no se lo creía. Camila empezaba a entenderse muy bien con ellos, y ni que decir de Tom, ella soltaba todo lo que se le venía a la mente y este no paraba de reír y a la inversa. Su cabello rojo y extremadamente liso le caía hacia delante sobre los hombros cada vez que se reía. Tom la miraba como si fuera la única persona ahí, pudo ver que ella era una persona fascinante y no solo físicamente, aunque era imposible para el no perderse en su figura, era delgada y alta, tenía el cuerpo como el de una bailarina. No solo atraía las miradas por su delicada figura sino también porque irradiaba alegría y seguridad.

Tanta atención mutua ya no me estaba gustando…

El grupito se fue haciendo pequeño quedándonos solo Valeria, Bill, Georg y yo, teníamos una plática en la que interveníamos los cuatro, sobre cualquier estupidez que se nos ocurría en el momento.

Una compañera de Camila se había acercado a conversar con Gustav y luego de que estuvieron hablando un poco habían desaparecido de nuestra vista, mientras tanto Tom había sacado a bailar a Camila.

En la ‘pista de baile”

Mientras bailaban hablaban de la música que escuchaban, aunque al final le hizo saber, una vez más, que ellos serían sus favoritos siempre. Cuando la canción termino, los dos se soltaron y se apartaron pocos centímetros.

Camila: vaya… y ahora? ¿Qué quieres hacer?-pregunto despreocupada

Tom: ¿Qué quieres que haga?-cuestiono pícaro

Camila: mm… -rió- ya se nos ocurrirá algo…-respondió captando el doble sentido de la pregunta

Tom: ya lo creo…-sonrió

Camila: bien. Entonces cerramos el trato?-pregunto coqueta

Tom: lo cerraremos más tarde. No te parece?

Camila: tienes razón-sonrió.

Ya no estaban hablando de canciones ni de música sino de algo que solo les correspondía solo a los dos. El acuerdo del encuentro que tendrían más tarde.




Estaban algo alejados de nosotros aun así, era evidente lo que expresaba el lenguaje corporal de esos dos. Cuando vi que Camila lo dejaba solo, aproveche para ir hacerle una… advertencia a Tom… me levante de mi lugar con la excusa de que iba al baño.

Camila me preocupaba, era muy enamoradiza, que pasaría ahora que conoció a sus ídolos y que pasaría si ella iba a seguir frecuentándolos, para Tom no pasaría de ser una aventura más pero para ella quizás lo sería todo, no quería verla sufrir, ambos eran mis amigos. Tom iba entrando a la casa cuando llegue alcanzarlo.

Ana: Tom-lo agarre de la mano haciendo que se girara y que quedáramos frente a frente- ten cuidado con lo que haces-le dije lo más seria que pude-Camila es…

Tom: lo suficientemente grande para tomar sus propias decisiones

Ana: ella es más sensible de lo que crees… no quiero que vaya a salir lastimada…

Tom: como dije antes. Ella esta grandecita para saber lo que hace y además ella me conoce… así que no creo que haya problema.

Ana: Tom…

Tom: ¿Qué pasa ahora contigo Ana? ¿Por qué te causa tanto problema esto? –hizo una pausa- Te recuerdo que tu fuiste la primera en la que me fije, y fuiste también tu la que no me dio ni la más mínima posibilidad… así que ahora tendrás que vivir con eso como lo hago yo.

Su sinceridad me dejo atónita, me quede de pie mirándole incrédula y sin saber muy bien que decir.

Ana: Tu comentario no viene al caso Tom. Lo que yo quería decir era…

Tom: si, lo sé. No te preocupes…-sonrió- No voy hacerle daño. No voy a preguntarte si confías en mi…porque de sobra se la respuesta.

Ana: Tienes razón. Entonces no te diré lo que ya sabes-le sonreí y el hizo lo mismo. Ahora que lo pienso advertirte que no hagas algo, es estúpido, tomando en cuenta que de todas formas haces lo que sientes…y no hay quien te detenga

Tom: tú lo has dicho…vivo el momento. Y tú deberías hacer lo mismo-alzo la cabeza señalando algo, ya me imaginaba a quien. Tom entro a la casa y yo me quede ahí.

Bill: ¿Pasa algo?

Ana: ¿qué?-me gire- No, nada

Bill me analizo con la mirada unos segundos, odiaba que hiciera eso porque siempre lograba ponerme nerviosa y a veces sentía que si me miraba a los ojos fijamente descubriría hasta lo que yo trataba de ocultarme a mi misma.

Bill: no me mientas

Le mire extrañada no sabía muy bien que significa eso y tampoco supe deducir su expresión facial a pesar de que me creía experta en eso, me di cuenta que con el nada era lo que parecía, el lograba mover mi mundo como nadie antes lo había hecho.

Bill: ¿Qué te pasa a ti con Tom?-pregunto serio

Pude ver que Camila y Tom salieron juntos casi en seguida, ella le decía algo al oído y el asentía a lo que le decía.

Seguí mirando a Bill con sorpresa, y es que en verdad estaba en otro plano, mi cerebro no era capaz de procesar lo que decía y mis neuronas mucho menos hallaban la conexión.

Ana: haber espérame, que no entiendo a que te ref…

Bill: ni me vayas a mentir, que vi que estabas hablando con el… no soy tonto además de que te conozco

Ana: pues si que lo eres! Y sabes yo no te conozco… -solté decepcionada- quisiera saber más de ti pero tu no me lo permites y… es que ni cuenta te das de lo que pasa a tu alrededor! Pero que vas a saber si nada más piensas en ti-le dije perdiendo la paciencia, no solo me refería a lo de su hermano con Camila sino a nosotros, o al menos a lo que yo sentía, es que parecía que para el mundo entero era más que obvio pero no para el, o es que en realidad era tan despistado o se daba cuenta pero no se daba por aludido porque no sentía lo mismo.

Bill: creo que este no es el momento para hablar de ‘eso’ además no me cambies el tema, te pregunte algo

Ana: si Bill. Hablaba con Tom, que hay de malo en eso? Si lo que quieres es saber si hay algo entre nosotros… creo que de sobra sabes que no, y conste que te lo digo por… por…-coloque las manos en mi cintura- no sé porque! porque si hubiera algo no tendrías ningún derecho de preguntarme nada… no te parece?

Bill: no tengo ningún derecho dices…-decía inclinándose hasta quedar a mi altura

Desde donde estábamos podía ver a Tom y a Camila. La tomo de la mano discretamente sin llamar la atención y entraron a la casa.



Mientras tanto Tom y Camila:

Ella lo dirigió por el pasillo, hasta llegar a un cuarto que se suponía era una especie de alacena donde guardaba los vinos, había un pequeño refrigerador, del que saco una botella de vino. Se lo dio a Tom y el destapo la botella, luego lo sirvió en dos copas que ella le había pasado. Los dos se lo terminaron en un trago dejando las copas sobre la mesa de madera que había en el centro de la habitación.




Ana: no eres nada mío-le respondí, aunque era cierto me hubiera gustado que no fuese así…

Bill: tienes razón… -dijo con un tono de cinismo en la voz-pero es solo que yo…-bajo la cabeza

Ana: que tu que?-pregunte con evidente curiosidad e impaciencia

Bill: necesitaba saber… -fruncí el ceño.

Ana: saber que…?- se quedo callado de nuevo conteniéndose- no sé ‘que’ pero es evidente que no puedo ayudarte

Bill: si que puedes-dijo rozando suavemente uno de mis brazos con su mano, a lo que yo no pude responder de otra forma sino sobresaltándome, ya que me había tomado por sorpresa- qué pasa? Te doy miedo?- se rió travieso, acercándose más lo que me permitió percibir el aroma de su perfume, o de la laca, no sabía que era- me lo hubieras dicho antes y no te hubiera obligado a compartir la habitación conmigo…auque no es la primera vez que compartimos la cama- dijo despreocupado pero yo no pude evitar sonrojarme y sabía que me arrepentiría por hacerlo y más porque el pudo darse cuenta- así que eso es…te intimido?-soltó tremenda carcajada, que me permitió ver el piercing en su lengua el cual mire con deseo, y de eso afortunadamente, si que no se percato.

Ana: que tu me intimidas a mi? Sabes hasta suena gracioso, yo pensaba que yo te intimidaba… mira que hasta llegue a pensar que huías de mi… ya sabes con eso de que te fuiste sin decir nada

Bill: jajaja uhm…me estas reprochando?

Ana: no. Solo te lo digo por el tema que acabas de sacar.

Bill: bueno de todas formas eso no importa ahora, lo menos que quiero hacer en este momento es ponerme a discutir contigo- frunció los labios y luego sentí el frío tacto de su piel cuando me agarro ambas manos, no pude evitar tensarme cuando me dirigió esa mirada afilada.
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