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martes, 14 de mayo de 2013

Capítulo 72 y 73






Bill: lo mismo digo: 

Ana: ¿Y... cómo han estado?

Bill: bien, ocupados, pero esa fecha en Italia es una de las últimas, al menos durante ese  mes, por lo demás tendremos tiempo para… relajarnos.

Ana: ah… me alegro, creo que ya se lo merecen, no han parado.

Bill: Camila está emocionada y es algo persistente, desea  poder verlas y… -decía con cansancio en la voz, si que sabía cuan persistente podía ser esa chica pelirroja, ahora entendía porque Bill estaba el teléfono, pero no comprendía porque Valeria no me menciono que ellos estaban ahí… ya me las vería con ella
 
Ana: si, bueno… le decía que tenemos trabajo acumulado, pero les agradecemos la invitación.

Bill: Fueron ellos fueron quienes tuvieron la idea Ana-indico con ese tono de voz  tan tranquilo que tenía, como si todo estuviera bajo control, había olvidado como se escuchaba mi nombre pronunciado por él- ellos entenderán si no pueden, de todos modos ojala  se den el tiempo.

Ah… entonces ahora si tenía tiempo, ¿no estoy ocupando tu valioso tiempo Bill?  Me moría por decirle, pero era una tontería, además ya me dio a entender que él no tenía  nada que ver en esa invitación. Lo sabía. Y aun así tenía tantas ganas de verlo, de pronto me inspiro una ternura  todos esos  recuerdos a su lado, yo solo quería abrazarlo… ¿pero qué me pasaba? Unas cuantas palabras y ahí estas a la primera Ana… No puede ser.

Ana: Yo espero que sí, la verdad es que si quisiera verlos

Bill: ¿en serio? También me gustaría verte- dijo sereno y yo me hice gelatina. Nunca espere que el dijera eso- te paso a Camila…

Ana: no, no, yo… -¿Cómo se iba después de decir eso? ¿Quería manipularme… o?

Camila: ¿qué tal? ¿Cambiaste de opinión?-sonó  la voz chillona de la pelirroja

Ana: ya veremos Camila…

Camila: si, eso es un si para mí, sabía que Bill lo lograría

Ana: bueno tengo que irme, mándales saludos a los demás

Camila: Claro, nos vemos pronto

Fin de la llamada.

“También me gustaría verte”, si eso dijo, porque me hacía esto, no podía escuchar cuatro palabras porque ya me tenía rendida a sus pies, no podía seguir así… pero él quería verme… y… ¿lo qué paso? ¿Será que exagere?


(…)

Valeria: Relájate un poco-me dijo tranquila- mira donde estás… creo que hicimos bien en venir… bueno chicas,  voy a la cafetería. ¿Quieren algo?

Camila: yo un té por favor

Valeria: ¿y tú?-me miro- ¿también quieres un té?

Ana: no. Estoy harta del té, se me antoja un café helado

Valeria: ok, ya vengo

La cafetería estaba casi vacía, por fortuna,  había pocas mesas ocupadas y en la caja solo había dos chicas delante de ella que hablaban en un idioma que no era el italiano, de hecho se le hacía un poco parecido al alemán pero estaba segura de que no lo era. A las dos les entregaron lo que habían pedido y ambas salieron de ahí.

Valeria: hola. Me da un té y… dos cafés helados- pidió en inglés 

Xx: enseguida. ¿De qué va a ser el té?

Valeria: ah… -titubeo-¿té negro, tiene?

Xx: claro

Le sorprendió bastante la rapidez y la cordialidad del encargado. De camino al lobby vio que en el pasillo estaban las dos muchachas que había visto en la cafetería y otras dos más. Su teléfono empezó a sonar, se paró junto a ellas para buscarlo, coloco lo que traía en el mostrador y registró su bolsa pero como le pasaba casi siempre,  lo encontró cuando ya habían cortado. La llamada perdida era de Dean, considero en devolverle la llamada pero lo pensó mejor, ya  llamaría de nuevo. Esta vez se guardó el teléfono en el bolsillo del pantalón.

Xx: ¿Cómo lograste entrar?-le pregunto una chica de cabello castaño claro con un acento bastante particular. ¿Cómo entraste?-repitió de nuevo-Se le hizo bastante extraño, sintió como si de pronto la interrogara un policía. ¿Qué como había entrado? ¿A dónde? ¿Se refería que como había entrado al hotel? ¿O qué rayos?

Valeria: ¿qué como entre?-pregunto extrañada- pues por la puerta-soltó sarcástica- como todos- dijo. Tomo  el té, y los dos cafés  del mostrador y se fue de allí hacia lo sillones en los que estábamos nosotras.

Valeria: aquí tienen, te negro para ti-le dio un vaso a Camila-espero que te guste no sabía cual pedir

Camila: este esta perfecto, gracias

Valeria: y café para ti

Ana: gracias

Valeria: ¿a qué hora van a llegar?

Camila: no sé muy bien. Tenían dos entrevistas pero se fueron desde temprano yo creo que ya no tardan pero si no… ya veremos como matar el tiempo

Valeria: ya. Oye...

Camila: ¿eu?-le dio un sorbo al té. 

Valeria: ¿las que están detrás de nosotras trabajan con ellos?

Yo mire de reojo a donde Valeria nos decía, vi a cuatro chicas que conversaban muy animadas, pero no reconocí a ninguna, todas iban bastante arregladas, tenían pinta de modelos. Camila se giró toda sobre si  para ver a sus espaldas, como siempre la discreción salía a relucir en ella, pero las chicas esas  estaban muy ensimismadas en su conversación como para notarlo. Camila se rió y luego se acomodo en su lugar.

Camila: No. ¿Por qué?

Valeria: no sé… me han preguntado que como he entrado aquí… de una manera no sé… extraña… y pensé que serían del staff y que me decían eso porque tal vez creyeron que yo era una fan loca que se coló al hotel- Camila la miro unos segundos y luego se rió- ¿ahora a ti qué te pasa?

Camila: nada, nada… loca si eres, pero… -Valeria la fulmino con la mirada y ella se encogió de hombros inocentemente- que ellas han creído que tú eres más que una fan…la verdad que lo pareces-Valeria llevaba jeans desgastados y una blusita holgada, tenía la apariencia de una adolescente, aparentaba menor edad de la que tenía, y ella  le miro toda mosqueada,  nunca se le había cruzado por la mente lo que nuestra amiga estaba a punto de decirle…- seguro han pensado que eres una grupie

Valeria: ¿eh? ¿Cómo? ¿yo?-dijo alarmada-¿por qué? Jajaja pero… no entiendo…

Camila: es que ellas si lo son. 

Ana: ¿¡qué!? ¿Grupies?-pregunte alucinada 

Camila: si, pero   ninguna es de aquí. Mira la rubia que esta hablando por teléfono, ella  es española,  la que esta parada a su lado es de Suecia y las otras dos son de Polonia y hay una más, al menos de ese grupito, es raro que no esté ahí, las demás no han podido entrar…

Ana: ¿qué, qué? ¿estas hablando enserio…?  pero… pero… ¿tu estás segura?

Camila: que si

Valeria: ¿no estarás alucinando? Jajaja Ellas se ven algo mayores… -y era cierto solo una de ellas parecía de 21 o 22 años y las otras mínimo les calculaba unos 26 en adelante

Camila: hay Valeria… como se nota que no sabes nada…

Valeria: ¿Y tu eres experta, no? ¿pero y tu como sabes todo eso?

Camila: No es la primera vez que vienen… ya las he visto antes… ya van varios conciertos a los que asisten

Ana: ¿¡Cómo que varios conciertos!?- le pregunte alucinada, tanto Valeria como Camila me miraron preocupadas, me cruce de brazos y trate de espantar  los pensamientos que en ese momento se me pasaban por la cabeza. Es que el solo hecho de imaginarme a Bill con alguna de ellas…

Camila: eh si… pero tranquila te aseguro que Bill siempre paso y pasa de ellas, al igual que Georg y Gustav-sonrió- y hasta Tom… más ahora que tiene novia…

Ana y Valeria: ¿¡qué!?

Valeria: ¿Tom tiene novia…? 


(...)

Capítulo 73

Camila: bueno algo así… yo supongo… ya que los  últimos tres meses ha estado saliendo solo con una chica.

Valeria: ¿Los últimos tres meses?-pregunto desconcertada-o sea que en abril, el ya…-murmuro para si misma, pero yo alcance a escucharla, seguro le hervía la sangre, como a mi. Si Tom tenía novia, ¿Cómo se atrevió…? - ¿te-te lo dijo él?

Camila: no… me lo contó Gustav… pero yo ya la había visto una vez con ellos desde el  concierto de Oberhausen, creo que se conocieron ahí… no sé… pero no creí que fuera serio, es más creí que era una simple fan… pero Gustav me dijo que Tom esta tratando de tener algo más serio con ella… al parecer verdaderamente él lo esta intentando. 

Ana: Bill nunca me comento nada, vaya… no lo puedo creer… Tom con una relación formal, pues espero que ahora si sea fiel…-dije indignada, es que esta vez Tom se había pasado de listo y peor aún, con Valeria.

Camila: ¿qué ahora si sea fiel? Pero si antes no ha tenido que tenerle fidelidad a nadie…

Ana: me refiero a cuando... -mire a Valeria y me quede callada. Esta vez Tom estaría en problemas-si, ya sé… me refiero a que… tu sabes

Camila: se que lo esta intentando, aunque también se que le ha costado…

Ana: ¿pero a ver, dime  como Gustav te anda contando esas cosas?-agora comprendía, seguramente de él obtuvo la información de esas chicas... 

Camila: bueno es que nos hemos hecho muy buenos amigos.

Ana: ¿ah!-grite-ya veo, así que tu le llamas amistad…

Camila: jajaja ¡Callate!

Valeria: es que Gustav y tu pelirroja,  ¿te imaginas a los niños Ana?

Ana: ¡ah! ¡si! Van a estar tan lindos

Camila: ¿de qué están hablando? No digan tonterías-dijo con las mejillas sonrosadas. La verdad es que si hicieran pareja no dudaría que tuvieran niños hermosos, Gustav era un chico muy guapo y Camila tenía una belleza muy natural, muy dulce, los hijos serían como angelitos.

Valeria: que lindos… y yo sería su tía, la más hermosa

Ana: perdóname Valeria, pero la tía más hermosa que pueden tener, sería yo.

Camila: ya dejen de decir tonterías. Gustav y yo no somos….- de repente se quedó callada, mirando como ida hacia la entrada, no me atrevía a mirar porque ya sabía que eran ellos. Las palmas de las manos se me humedecieron, ¿por qué estaba tan nerviosa?

Primero vi a Tom, con ese andar tan galante, detrás iban Georg y Gustav, ambos sonrieron al vernos, y más atrás pude ver a Bill, se veía guapísimo, lucia elegante y fresco a la vez, iba conversando con Natalie, él nos observó a las tres para fijar su mirada en la mía, mantuvo su expresión serena, note ese brillo en sus ojos, al parecer esto le divertía, supongo que quería que entrara al juego y yo se lo puse fácil, muy en el fondo me daba gusto que estuviera bien. Todos nos hacían señas divertidos, pero continuaron caminando hasta los ascensores, Bill se detuvo un momento y hablo con uno de los guardaespaldas, uno nuevo por lo visto, el muchacho muy alto y guapo también, nos miró y se dirigió a nosotras mientras ellos se entraban  al ascensor.

Xx: Señorita Camila, el Señor Kaulitz dice que les esperan arriba, vengan conmigo por favor.

Camila: Claro Marcus, te seguimos.

Las grupies estaban muy distraídas tratando de llamar la atención de ellos, que no notaron que uno de los guardaespaldas se nos había acercado. Caminamos detrás de él y esperamos a llegar el piso. Por un momento me olvide de donde estaba, solo sabía que cuando se abrieran las puertas del ascensor, él estaría ahí.

Cuando llegamos ellos estaban parados en el pasillo platicando, estaban Natalie, David y el ejército de guardaespaldas, nos quedamos un largo momento saludándonos, les había echado tanto de menos, Bill terminaba de saludar a Valeria, y a mi me quería dar un ataque, ¿se atrevería a saludarme? O…

Le mire un largo momento, se acercó despacio como calando el territorio donde se estaba metiendo, le sonreí brevemente.

Bill: hola…

Ana: hola Bill

Bill: me alegra ver que estés bien Ana

Ana: ¿esperabas que no lo estuviera?

Bill: no claro que no-dijo extrañado

Yo mire a los demás que  ya se estaban dispersando de a poco.

Bill: ¿Marcus puedes mostrarle a Valeria su habitación?

Marcus: por supuesto Señor-ÉL cargo sus maletas y le hizo ademán a Valeria para que lo siguiera.

Valeria: Gracias. ¿Tom nos acompañas? Me gustaría hablar contigo

Tom: eh… si, claro…-acepto inseguro

¿Qué? No, no, no, si Tom se iba, me quedaba yo sola con Bill y no, no quería. Iba a correr literalmente detrás de ellos, no sé porque me aterraba quedarme sola con él. Iba a levantar mi maleta cuando Bill la cogió primero.

Bill: permíteme.

Ana: Gracias-le dije tímidamente, ¿Dónde había quedado todo el valor que tenía hace rato? Estaba dispuesta a hablar sin titubear y ahora… no resultaba como lo había planeado y menos si él se mostraba tan amable…  

Bill: Ven conmigo. –pues si no me queda de otra…

Le seguí, caminamos los dos en silencio, estaba tan ansiosa, pero creo que lo estaba disfrazando bien, y Bill… él tenía el control absoluto de sí mismo, me intrigaba la forma en como  lo lograba, pasamos por la habitación donde estaba Valeria,  adentro estaban ella y Tom, la puerta estaba entreabierta y afuera estaba Marcus, pensaba que estaría con ella o al lado, ¿a dónde íbamos? Bill no sería capaz de llevarme a su habitación… apenas y habíamos cruzado palabra en un mes, no se atrevería, ¿o si? Cada vez estaba más preocupada, no haría eso… Bill se detuvo de repente, introdujo la tarjeta en la puerta y la empujo, puso la maleta en el suelo y se dio la vuelta.

Bill: esta es tu habitación-la habitación era muy amplia, distinguí el mini bar, un comedor, una cama envuelta en sábanas blancas, la  habitación tenía  un decorado moderno pero elegante a la vez, había un pequeño balcón, esto era demasiado lujo- y la que sigue es de Gustav y luego está la mía.

No pude evitar sorprenderme ni evitar a tiempo que lo notara. Admitía que muy en el fondo deseaba otra cosa…

Bill: ¿pasa algo malo?-pregunto conociendo la respuesta de antemano

Ana: nada. Es solo… que es muy lujosa, es… demasiado

Bill: entiendo…

Ana: está muy bonita, me gusta.

Bill: me alegro que te guste. Bien… Te dejo para que te relajes…-pronunciaba cuidadosamente y muy lentamente cada palabras o al menos eso me parecía, algo en él había cambiado-tienes dos horas. después quiero hablar contigo.

¿¡Qué!? ¿Qué se suponía debía decirle? ¿Me estaba pidiendo hablar o me lo estaba ordenando? Le iba hacer caso, simplemente porque me estaba pareciendo muy divertido, bien, Bill quería tener el control, vale, se lo iba a permitir.

Ana: bien Bill, te veo en dos horas.-acepte. Cerré la puerta, y me dirigí al baño, estaba enorme, me encontraba  maravillada,  y el jacuzzi estaba increíble, lo llene a medias y puse algunas sales para relajarme como dijo Bill. 
Estaba nerviosa, sí, pero eso no me impedía disfrutar, además ya no sentía ese dolor apremiante en el pecho, quien sabe, tal vez sería porque estamos a escasos metros de distancia, y además quería hablar conmigo cuando yo pensaba que me iba a estar evitando y eso, si,  no lo hubiera soportado. 

Tenía casi toda la tarde  para disfrutar y visitar algunos lugares, aunque tenía muchas ganas de salir de antro,  aunque sería mejor si lo hiciera con Bill, después de todo eso lo habíamos platicado antes y le dije que vendría con él aquí… esto es algo parecido… aunque no estemos en el mejor momento, ahora no podía decir que éramos amigos… conocidos, tal vez. Eso era más apropiado… con amigos en común, en fin. ¿Él quería tener el control? Bien… vamos a ver si lo va a lograr…

Me puse un coordinado de lencería de encaje en color beige y elegí un vestido blanco, entallado, el cual era muy favorecedor para resaltar la figura, me llegaba muy por encima de las rodillas, y tenía un ligero escote en el pecho,  pero por detrás, dejaba al descubierto media espalda, aquí hacía mucho calor, así que tenía una muy buena excusa para ponerme este vestido, me puse unos zapatos de un tacón altísimo, esto tendría que desconcentrar un poco a Bill… o al menos caería esa barrera de serenidad que despedía por los poros.

Me deje el cabello suelto, y me puse solo rímel y brillo en los labios, y si esto no lo mataba… seguro el collar que terminaba en el dije de libélula que me había regalado, si lo haría, lo colgué en mi cuello y me puse unos aretes tipo perla pero de plata que hacían juego. Estaba lista. Seguro esto lo desconcertaría y yo tendría tiempo para ordenar mis pensamientos. 

Faltaban a penas escasos tres minutos para que se terminaran esas dos horas y él ya estaba tocando la puerta. Puntual como siempre. 





3 comentarios:

  1. muy buena la historia siempre veo tu blog para ver si continuas creo que soy fan lkfhlosafhfglasgflasjgd :)

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  2. debes seguirrr por favorrrrr x_x...me como las uñas de la emocion

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