Bill: lo mismo digo:
Ana: ¿Y... cómo han estado?
Bill: bien, ocupados, pero esa fecha en Italia es
una de las últimas, al menos durante ese mes, por lo demás tendremos tiempo para…
relajarnos.
Ana: ah… me alegro, creo que ya se lo merecen, no
han parado.
Bill: Camila está emocionada y es algo persistente,
desea poder verlas y… -decía con
cansancio en la voz, si que sabía cuan persistente podía ser esa chica
pelirroja, ahora entendía porque Bill estaba el teléfono, pero no comprendía
porque Valeria no me menciono que ellos estaban ahí… ya me las vería con ella
Ana: si, bueno… le decía que tenemos trabajo
acumulado, pero les agradecemos la invitación.
Bill: Fueron ellos fueron quienes tuvieron la idea
Ana-indico con ese tono de voz tan
tranquilo que tenía, como si todo estuviera bajo control, había olvidado como
se escuchaba mi nombre pronunciado por él- ellos entenderán si no pueden, de
todos modos ojala se den el tiempo.
Ah… entonces ahora si tenía tiempo, ¿no estoy
ocupando tu valioso tiempo Bill? Me
moría por decirle, pero era una tontería, además ya me dio a entender que él no
tenía nada que ver en esa invitación. Lo
sabía. Y aun así tenía tantas ganas de verlo, de pronto me inspiro una ternura todos esos recuerdos a su lado, yo solo quería abrazarlo…
¿pero qué me pasaba? Unas cuantas palabras y ahí estas a la primera Ana… No
puede ser.
Ana: Yo espero que sí, la verdad es que si quisiera
verlos
Bill: ¿en serio? También me gustaría verte- dijo
sereno y yo me hice gelatina. Nunca espere que el dijera eso- te paso a Camila…
Ana: no, no, yo… -¿Cómo se iba después de decir eso?
¿Quería manipularme… o?
Camila: ¿qué tal? ¿Cambiaste de opinión?-sonó la voz chillona de la pelirroja
Ana: ya veremos Camila…
Camila: si, eso es un si para mí, sabía que Bill lo
lograría
Ana: bueno tengo que irme, mándales saludos a los
demás
Camila: Claro, nos vemos pronto
Fin de la
llamada.
“También me gustaría verte”, si eso dijo, porque me
hacía esto, no podía escuchar cuatro palabras porque ya me tenía rendida a sus
pies, no podía seguir así… pero él quería verme… y… ¿lo qué paso? ¿Será
que exagere?
(…)
Valeria: Relájate un poco-me dijo tranquila- mira
donde estás… creo que hicimos bien en venir… bueno chicas, voy a la cafetería. ¿Quieren algo?
Camila: yo un té por favor
Valeria: ¿y tú?-me miro- ¿también quieres un té?
Ana: no. Estoy harta del té, se me antoja un café
helado
Valeria: ok, ya vengo
La cafetería estaba casi vacía, por fortuna, había pocas mesas ocupadas y en la caja solo
había dos chicas delante de ella que hablaban en un idioma que no era el
italiano, de hecho se le hacía un poco parecido al alemán pero estaba segura de
que no lo era. A las dos les entregaron lo que habían pedido y ambas salieron
de ahí.
Valeria: hola. Me da un té y… dos cafés helados-
pidió en inglés
Xx: enseguida. ¿De qué va a ser el té?
Valeria: ah… -titubeo-¿té negro, tiene?
Xx: claro
Le sorprendió bastante la rapidez y la cordialidad
del encargado. De camino al lobby vio que en el pasillo estaban las dos
muchachas que había visto en la cafetería y otras dos más. Su teléfono empezó a
sonar, se paró junto a ellas para buscarlo, coloco lo que traía en el mostrador
y registró su bolsa pero como le pasaba casi siempre, lo encontró cuando ya habían cortado. La
llamada perdida era de Dean, considero en devolverle la llamada pero lo pensó
mejor, ya llamaría de nuevo. Esta vez se
guardó el teléfono en el bolsillo del pantalón.
Xx: ¿Cómo lograste entrar?-le pregunto una chica de
cabello castaño claro con un acento bastante particular. ¿Cómo
entraste?-repitió de nuevo-Se le hizo bastante extraño, sintió como si de
pronto la interrogara un policía. ¿Qué como había entrado? ¿A dónde? ¿Se
refería que como había entrado al hotel? ¿O qué rayos?
Valeria: ¿qué como entre?-pregunto extrañada- pues
por la puerta-soltó sarcástica- como todos- dijo. Tomo el té, y los dos cafés del mostrador
y se fue de allí hacia lo sillones en los que estábamos nosotras.
Valeria: aquí tienen, te negro para ti-le dio un
vaso a Camila-espero que te guste no sabía cual pedir
Camila: este esta perfecto, gracias
Valeria: y café para ti
Ana: gracias
Valeria: ¿a qué hora van a llegar?
Camila: no sé muy bien. Tenían dos entrevistas pero
se fueron desde temprano yo creo que ya no tardan pero si no… ya veremos como
matar el tiempo
Valeria: ya. Oye...
Camila: ¿eu?-le dio un sorbo al té.
Valeria: ¿las que están detrás de nosotras trabajan
con ellos?
Yo mire de reojo a donde Valeria nos decía, vi a
cuatro chicas que conversaban muy animadas, pero no reconocí a ninguna, todas
iban bastante arregladas, tenían pinta de modelos. Camila se giró toda sobre
si para ver a sus espaldas, como siempre
la discreción salía a relucir en ella, pero las chicas esas estaban muy ensimismadas en su conversación
como para notarlo. Camila se rió y luego se acomodo en su lugar.
Camila: No. ¿Por qué?
Valeria: no sé… me han preguntado que como he
entrado aquí… de una manera no sé… extraña… y pensé que serían del staff y que
me decían eso porque tal vez creyeron que yo era una fan loca que se coló al
hotel- Camila la miro unos segundos y luego se rió- ¿ahora a ti qué te pasa?
Camila: nada, nada… loca si eres, pero… -Valeria la
fulmino con la mirada y ella se encogió de hombros inocentemente- que ellas han
creído que tú eres más que una fan…la verdad que lo pareces-Valeria
llevaba jeans desgastados y una blusita holgada, tenía la apariencia de una
adolescente, aparentaba menor edad de la que tenía, y ella le miro toda mosqueada, nunca se le había cruzado por la mente lo que
nuestra amiga estaba a punto de decirle…- seguro han pensado que eres una grupie
Valeria: ¿eh? ¿Cómo? ¿yo?-dijo alarmada-¿por qué?
Jajaja pero… no entiendo…
Camila: es que ellas si lo son.
Ana: ¿¡qué!? ¿Grupies?-pregunte alucinada
Camila: si, pero
ninguna es de aquí. Mira la rubia que esta hablando por teléfono,
ella es española, la que esta parada a su lado es de Suecia y
las otras dos son de Polonia y hay una más, al menos de ese grupito, es raro
que no esté ahí, las demás no han podido entrar…
Ana: ¿qué, qué? ¿estas hablando enserio…? pero… pero… ¿tu estás segura?
Camila: que si
Valeria: ¿no estarás alucinando? Jajaja Ellas se ven
algo mayores… -y era cierto solo una de ellas parecía de 21 o 22 años y las
otras mínimo les calculaba unos 26 en adelante
Camila: hay Valeria… como se nota que no sabes nada…
Valeria: ¿Y tu eres experta, no? ¿pero y tu como
sabes todo eso?
Camila: No es la primera vez que vienen… ya las he
visto antes… ya van varios conciertos a los que asisten
Ana: ¿¡Cómo que varios conciertos!?- le
pregunte alucinada, tanto Valeria como Camila me miraron preocupadas, me cruce
de brazos y trate de espantar los
pensamientos que en ese momento se me pasaban por la cabeza. Es que el solo
hecho de imaginarme a Bill con alguna de ellas…
Camila: eh si… pero tranquila te aseguro que Bill
siempre paso y pasa de ellas, al igual que Georg y Gustav-sonrió- y hasta Tom…
más ahora que tiene novia…
Ana y Valeria: ¿¡qué!?
Valeria: ¿Tom tiene novia…?
(...)
Capítulo 73
Camila: bueno algo así… yo supongo… ya que los últimos tres meses ha estado saliendo solo
con una chica.
Valeria: ¿Los últimos tres meses?-pregunto
desconcertada-o sea que en abril, el ya…-murmuro para si misma, pero yo alcance
a escucharla, seguro le hervía la sangre, como a mi. Si Tom tenía novia, ¿Cómo
se atrevió…? - ¿te-te lo dijo él?
Camila: no… me lo contó Gustav… pero yo ya la había
visto una vez con ellos desde el
concierto de Oberhausen, creo que se conocieron ahí… no sé… pero no creí
que fuera serio, es más creí que era una simple fan… pero Gustav me dijo que
Tom esta tratando de tener algo más serio con ella… al parecer verdaderamente él lo esta intentando.
Ana: Bill nunca me comento nada, vaya… no lo puedo
creer… Tom con una relación formal, pues espero que ahora si sea fiel…-dije
indignada, es que esta vez Tom se había pasado de listo y peor aún, con
Valeria.
Camila: ¿qué ahora si sea fiel? Pero si antes no ha
tenido que tenerle fidelidad a nadie…
Ana: me refiero a cuando... -mire a Valeria y me quede callada. Esta vez Tom estaría en problemas-si, ya sé… me refiero a que… tu sabes
Camila: se que lo esta intentando, aunque también se
que le ha costado…
Ana: ¿pero a ver, dime como Gustav te anda contando esas cosas?-agora comprendía, seguramente de él obtuvo la información de esas chicas...
Camila: bueno es que nos hemos hecho muy buenos
amigos.
Ana: ¿ah!-grite-ya veo, así que tu le llamas
amistad…
Camila: jajaja ¡Callate!
Valeria: es que Gustav y tu pelirroja, ¿te imaginas a los niños Ana?
Ana: ¡ah! ¡si! Van a estar tan lindos
Camila: ¿de qué están hablando? No digan
tonterías-dijo con las mejillas sonrosadas. La verdad es que si hicieran pareja
no dudaría que tuvieran niños hermosos, Gustav era un chico muy guapo y Camila
tenía una belleza muy natural, muy dulce, los hijos serían como angelitos.
Valeria: que lindos… y yo sería su tía, la más
hermosa
Ana: perdóname Valeria, pero la tía más hermosa que
pueden tener, sería yo.
Camila: ya dejen de decir tonterías. Gustav y yo no
somos….- de repente se quedó callada, mirando como ida hacia la entrada, no me
atrevía a mirar porque ya sabía que eran ellos. Las palmas de las manos se me
humedecieron, ¿por qué estaba tan nerviosa?
Primero vi a Tom, con ese andar tan galante, detrás
iban Georg y Gustav, ambos sonrieron al vernos, y más atrás pude ver a Bill, se
veía guapísimo, lucia elegante y fresco a la vez, iba conversando con Natalie,
él nos observó a las tres para fijar su mirada en la mía, mantuvo su expresión
serena, note ese brillo en sus ojos, al parecer esto le divertía, supongo que
quería que entrara al juego y yo se lo puse fácil, muy en el fondo me daba
gusto que estuviera bien. Todos nos hacían señas divertidos, pero continuaron
caminando hasta los ascensores, Bill se detuvo un momento y hablo con uno de
los guardaespaldas, uno nuevo por lo visto, el muchacho muy alto y guapo
también, nos miró y se dirigió a nosotras mientras ellos se entraban al ascensor.
Xx: Señorita Camila, el Señor Kaulitz dice que les
esperan arriba, vengan conmigo por favor.
Camila: Claro Marcus, te seguimos.
Las grupies estaban muy distraídas tratando de
llamar la atención de ellos, que no notaron que uno de los guardaespaldas se
nos había acercado. Caminamos detrás de él y esperamos a llegar el piso. Por un
momento me olvide de donde estaba, solo sabía que cuando se abrieran las
puertas del ascensor, él estaría ahí.
Cuando llegamos ellos estaban parados en el pasillo
platicando, estaban Natalie, David y el ejército de guardaespaldas, nos
quedamos un largo momento saludándonos, les había echado tanto de menos, Bill
terminaba de saludar a Valeria, y a mi me quería dar un ataque, ¿se atrevería a
saludarme? O…
Le mire un largo momento, se acercó despacio como
calando el territorio donde se estaba metiendo, le sonreí brevemente.
Bill: hola…
Ana: hola Bill
Bill: me alegra ver que estés bien Ana
Ana: ¿esperabas que no lo estuviera?
Bill: no claro que no-dijo extrañado
Yo mire a los demás que ya se estaban dispersando de a poco.
Bill: ¿Marcus puedes mostrarle a Valeria su
habitación?
Marcus: por supuesto Señor-ÉL cargo sus maletas y le
hizo ademán a Valeria para que lo siguiera.
Valeria: Gracias. ¿Tom nos acompañas? Me gustaría
hablar contigo
Tom: eh… si, claro…-acepto inseguro
¿Qué? No, no, no, si Tom se iba, me quedaba yo sola
con Bill y no, no quería. Iba a correr literalmente detrás de ellos, no sé
porque me aterraba quedarme sola con él. Iba a levantar mi maleta cuando Bill
la cogió primero.
Bill: permíteme.
Ana: Gracias-le dije tímidamente, ¿Dónde había
quedado todo el valor que tenía hace rato? Estaba dispuesta a hablar sin
titubear y ahora… no resultaba como lo había planeado y menos si él se mostraba
tan amable…
Bill: Ven conmigo. –pues si no me queda de otra…
Le seguí, caminamos los dos en silencio, estaba tan
ansiosa, pero creo que lo estaba disfrazando bien, y Bill… él tenía el control
absoluto de sí mismo, me intrigaba la forma en como lo lograba, pasamos por la habitación donde
estaba Valeria, adentro estaban ella y Tom, la puerta estaba entreabierta y
afuera estaba Marcus, pensaba que estaría con ella o al lado, ¿a dónde íbamos?
Bill no sería capaz de llevarme a su habitación… apenas y habíamos cruzado
palabra en un mes, no se atrevería, ¿o si? Cada vez estaba más preocupada, no
haría eso… Bill se detuvo de repente, introdujo la tarjeta en la puerta y la
empujo, puso la maleta en el suelo y se dio la vuelta.
Bill: esta es tu habitación-la habitación era muy
amplia, distinguí el mini bar, un comedor, una cama envuelta en sábanas blancas,
la habitación tenía un decorado moderno pero elegante a la vez,
había un pequeño balcón, esto era demasiado lujo- y la que sigue es de Gustav y
luego está la mía.
No pude evitar sorprenderme ni evitar a tiempo que
lo notara. Admitía que muy en el fondo deseaba otra cosa…
Bill: ¿pasa algo malo?-pregunto conociendo la
respuesta de antemano
Ana: nada. Es solo… que es muy lujosa, es… demasiado
Bill: entiendo…
Ana: está muy bonita, me gusta.
Bill: me alegro que te guste. Bien… Te dejo para que
te relajes…-pronunciaba cuidadosamente y muy lentamente cada palabras o al
menos eso me parecía, algo en él había cambiado-tienes dos horas. después quiero hablar
contigo.
¿¡Qué!? ¿Qué se suponía debía decirle? ¿Me estaba
pidiendo hablar o me lo estaba ordenando?
Le iba hacer caso, simplemente porque me estaba pareciendo muy divertido, bien,
Bill quería tener el control, vale, se lo iba a permitir.
Ana: bien Bill, te veo en dos horas.-acepte. Cerré la
puerta, y me dirigí al baño, estaba enorme, me encontraba maravillada, y el jacuzzi estaba increíble, lo llene a
medias y puse algunas sales para relajarme como dijo Bill.
Estaba nerviosa, sí,
pero eso no me impedía disfrutar, además ya no sentía ese dolor apremiante en el
pecho, quien sabe, tal vez sería porque estamos a escasos metros de distancia,
y además quería hablar conmigo cuando yo pensaba que me iba a estar evitando y
eso, si, no lo hubiera soportado.
Tenía casi toda la tarde para disfrutar y visitar algunos lugares,
aunque tenía muchas ganas de salir de antro, aunque sería mejor si lo hiciera con Bill,
después de todo eso lo habíamos platicado antes y le dije que vendría con él
aquí… esto es algo parecido… aunque no estemos en el mejor momento, ahora no
podía decir que éramos amigos… conocidos, tal vez. Eso era más apropiado… con
amigos en común, en fin. ¿Él quería tener el control? Bien… vamos a ver si lo
va a lograr…
Me puse un coordinado de lencería de encaje en color
beige y elegí un vestido blanco, entallado, el cual era muy favorecedor para
resaltar la figura, me llegaba muy por encima de las rodillas, y tenía un
ligero escote en el pecho, pero por
detrás, dejaba al descubierto media espalda, aquí hacía mucho calor, así que
tenía una muy buena excusa para ponerme este vestido, me puse unos zapatos de
un tacón altísimo, esto tendría que desconcentrar un poco a Bill… o al menos
caería esa barrera de serenidad que despedía por los poros.
Me deje el cabello suelto, y me puse solo rímel y
brillo en los labios, y si esto no lo mataba… seguro el collar que terminaba en
el dije de libélula que me había regalado, si lo haría, lo colgué en mi cuello
y me puse unos aretes tipo perla pero de plata que hacían juego. Estaba lista.
Seguro esto lo desconcertaría y yo tendría tiempo para ordenar mis
pensamientos.
Faltaban a penas escasos tres minutos para que se
terminaran esas dos horas y él ya estaba tocando la puerta. Puntual como
siempre.
muy buena la historia siempre veo tu blog para ver si continuas creo que soy fan lkfhlosafhfglasgflasjgd :)
ResponderEliminardebes seguirrr por favorrrrr x_x...me como las uñas de la emocion
ResponderEliminarporfavorrrr sigue :)
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