Sé que Bill quería acercarse a mí nuevamente pero se
quedó parado calando mi reacción.
Bill: cuando te dije que iba a llamarte, no lo hice
porque quería darte una sorpresa. Mi vuelo se retrasó y llegamos hasta el domingo a Londres, muy tarde. Fui a
tu oficina a buscarte al día siguiente, iba con Tom, ahí Alex nos contó todo.
Regresamos al hotel y reserve un vuelo para México. Tom se comunicó con Valeria
pero ella no nos dijo nada, él le insistió demasiado por ti, y ella dijo que
estabas bien, que habías salido por un asunto de trabajo. Cuando llegue a México
caí en cuenta de que si no querías que lo supiéramos era por algo, y no quise
invadir tu privacidad, pero necesitaba
asegurarme de que estuvieras bien.
Cuando escuche tu mensaje pensé que había sido un idiota por no haber
estado contigo… y cuando te llame seguía
en México, y a punto de salir corriendo
a tu lado, pero te pregunte si estabas bien, y ni así, quisiste compartirlo
conmigo… entonces me di cuenta que no me necesitabas en tu vida.
No, por favor, eso no podía ser cierto. Siempre creí
que se había deslindado de todo… pero me fue a buscar… el hizo eso por mi… y
yo… yo deje que se acabara todo…no, seguro me estaba engañando para quedar bien
o acaso…
Ana: Yo creí que ya no querías saber de mí, no me
llamaste y cuando lo hiciste, estabas de mal humor, creí que ya no tenía caso
decirte lo que había pasado, además
dijiste que estabas ocupado, me diste a entender que te estaba quitando
el tiempo… no tienes idea de lo que me dolió… soy una idiota.
Bill: entonces somos idiotas los dos…-sonrió
triste y yo le devolví la misma sonrisa,
junto con una lagrima, que me seque inmediatamente.
O sea que estuvimos un mes sin hablarnos pensando lo
peor el uno del otro… otra vez volvía a tener diez años, me sentía como una
niña.
Me tranquilice, o al menos trataba, por tonta había dejado que esto
sucediera, ya no lo podía cambiar.
Ana: Lo siento Bill. Perdóname.
Bill: ¿qué? Creo que soy yo el que debería pedirte
perdón por no estar contigo. Lo lamento Ana.
Me sentía tan abrumada, no sabía que más decir, ni
sabía que iba a pasar ahora, ¿íbamos a ser amigos de nuevo o…? ah… los dos
permanecimos en silencio, mire el reloj de reojo, el tiempo se había pasado volando,
¿pues cuánto tiempo estuvimos hablando? Si hasta la luz del sol ya estaba
desapareciendo.
Bill estaba sentado frente a mi, y por primera vez
en mucho tiempo me sentí serena, no sé como habíamos llegado a esto, pero ya
estaba más tranquila y creo que el también. Creo que los dos estábamos aliviados
con la confesión de cada uno.
Bill rebusco en su bolsillo y saco su móvil.-dijo
algo en alemán y luego me miro.
Bill: es Tom, dice que se están organizando para
salir a cenar.
Ana: necesito un momento todavía…prefiero quedarme
aquí
Bill le respondió a Tom, mientras yo iba al baño a
lavarme la cara, cepille mi cabello y me puse más brillo en los labios, el
porte que tenía hace rato ya se me había esfumado. Cuando salí, él estaba de
pie en el balcón, jugando con su celular, cuando le mire dejo de hacerlo y
volvió a entrar en la habitación.
Bill: ¿tienes hambre?
Ana: si-la verdad era que casi no había comido en todo el día, me moría de
hambre.
Bill: bien, también yo. ¿Te molesta si pido algo de comer?
Ana: ¿Cómo…? ¿No vas a ir con los demás?
Bill: bueno yo también necesito un momento lejos del
bullicio
Ana: ah… claro.-Bill ya tenía el teléfono en la
oreja, y ya estaba hablando con alguien, supongo que llamaba a recepción…
Bill: ¿pasta está bien?
Ana: si, bien. Y pide helado también… de
chocolate-pareció sorprendido y luego sonrió.
Bill: si, si señorita, de chocolate por favor, gracias-corto la
llamada.
Bill atendió al mozo que había traído la comida,
tuve mucho autocontrol para no lanzarme a la pasta, estaba deliciosa, nunca
había probado nada parecido, habían traído también verduras al vapor y por
primera vez en mucho tiempo las comí con gusto, tomamos vino y el helado lo
guardamos mientras terminábamos la cena, la cual transcurría en silencio a
excepción de cuando uno de los dos hacía un comentario sobre la comida o el
insoportable calor que hacía, ni siquiera los días que había pasado en
México pase por esto, sería debido a las
lluvias, pero no cabía duda que ya me había acostumbrado al nebuloso y frío Londres, donde las máximas temperaturas
casi siempre oscilaban alrededor de los 15°C, sino es que más frio, aunque creo
que el que más sufría con el calor era Bill.
Me parecía tan extraño estar así con él, por un lado
sentía unas ganas terribles de tocarlo, y por el otro me daba miedo la actitud
que tomo todo este tiempo, estaba nerviosa, pero también después de ese largo
tiempo sin él, estaba contenta por estar así con Bill, como dos buenos amigos, aunque tampoco podía evitar
estar demasiado tímida, pues era consciente de lo tonta que había sido por no
enfrentar esto antes.
Me levante hasta el frigorífico, inmediatamente
sentí la mirada de Bill, ya no me sentía
tan segura como antes más bien estaba abochornada, sabía que me había sonrojado
así que tuve que concentrarme para poder caminar, saque el botecillo de helado de chocolate, y
volví a sentarme. Pues si, todavía me cabía el helado…
Tome las dos
copas extras para rellenarlas de helado, era un bote tan pequeño que seguro
podía comerme yo sola, pero eso no se lo iba a decir a Bill.
Bill: Yo no quiero gracias.
Ana: ¿seguro?
Bill: no me gusta mucho el chocolate… prefiero el
helado de galleta oreo
Ana: no lo sabía Bill, hubieras pedido de ese
entonces
Bill: bueno es que ahora no se me antoja un helado,
además tú querías de ese…
Ana: ah… pues sí, el chocolate es mi favorito, pero
puedo comer de todos, menos de vainilla, ese no me gusta… -me lleve una buena
cuchara a la boca, mm… también estaba riquísimo, todo estaba tan bueno aquí…
Bill: ten cuidado, no vayas a mancharte, sería una
lástima…
Ana: yo tampoco quiero mancharme y menos este
vestido-otra vez me sentía como niña, puedo comer sola Bill, ya estoy bastante
grandecita…
Bill: ¿tenías algo planeado?
Ana: ¿eh? ¿Cómo?-me ardía la cara. Nada más quería desconcentrarte, solo eso...
Bill: lo digo por el vestido que llevas, rara vez te
llegue a ver así…
Ana: ah… pues tanto como planes no, pero tenía ganas
de salir
Bill: ¿tenías?
Ana: bueno, si todavía… la verdad me gustaría
despejarme un poco
Bill: podemos alcanzar a los demás, que después de
cenar van a ir a algún bar o club, no sé… si quieres claro
Ana: estaría bien, a mí me gustaría salir ¿y a ti?
Bill: yo también tengo ganas de ir, hace mucho que
no salgo, no habíamos tenido tiempo. ¿Y cómo pasaste todos estos días?-me miro
titubeante. ¿Estos días? ¿Se refería a sin él?
Terriblemente. Pero claro que no
iba a decirle eso. Le hable un poco de trabajo, del acercamiento con mi padre y
que ahora me comunicaba más a menudo con él y con mi madre, Bill también me
hablo un poco de lo que había sido la gira, las entrevistas, algunas galas a
las que habían asistido y demás, como la gira había terminado ahora tendrían un
poco de tiempo antes de iniciar nuevos proyectos.
Ana: bueno me lavo los dientes y ya estoy
Bill: bien, voy por Marcus y vengo por ti
Ana: si
Fui al baño a acomodarme un poco el cabello que para
variar hoy estaba dócil, me puse brillo en los labios y delineador. Bien, la
chica de hace rato ya había regresado lista para divertirse un poco. Ya se lo
merecía.
(…)
Marcus estaciono el auto detrás del local, y luego
nos acompañó hasta que nos reunimos con los demás, el y Benjamín estaban en una
mesa a parte pero ninguno de los dos tenía ninguna bebida… más que agua… ¿sería
que no se les permitía beber…? Eso supongo, aunque una copa no hacia daño…
Valeria: ¿ahora que Camila se fue a bailar vas a
contarme?
Ana: ya te conté Valeria, ¿qué quieres que te diga?-me
di media vuelta, ya me estaban irritando las miradas de los tipos que estaban
casi encima de nosotras, ¿qué no entendían indirectas? Ni a mi, ni a Valeria
nos interesaban.
Valeria: ya sé…-se dio la vuelta también y los miro
con desdén-no les hagas caso, entonces… ¿van a regresar?
Ana: no lo creo.
Valeria: ¿¡por qué no!?-me grito-Si dices que él
fue por ti hasta México y tu pensabas que no le interesabas y viceversa, ahora
que saben que no fue así, se supone que…
Ana: Bill no menciono nada al respecto, así que…
Valeria: pues díselo tu
Ana: ¿yo? Estas loca
Valeria: loca, si, pero sé que pueden volver a pasar lo
mismo, y por cobardes los dos, porque se nota que te gusta y tu a él, que sienten lo mismo…
Ana: no sé Valeria-le corte-mejor dime que te dijo
Tom, me supongo que hablaste con él…
Valeria: si-dijo distraída. Claro, cuando se trataba
de hablar de ella, ahí se volvía muda.
Ana: ¿y bien?
Valeria: le pregunte por su supuesta novia, me
aseguro que cuando paso… ya sabes… no estaba con ella, dice que si hay alguien
con quien ha salido pero no es nada formal
Ana: mm… Tomy… -suspire-¿y...?
Valeria: entonces…todo está bien, al parecer está
contento… eso es todo. Yo estoy con Dean
y Tom con ella… o no sé… pero ambos acordamos olvidarnos de eso…dejarlo pasar.
Ana: no creo que sea tan fácil…
Valeria: ¿qué?-me fulmino con la mirada.
Ana: nada, nada.
Valeria: ¿vamos a bailar?
Ana: ya tengo demasiado de “baile”, los tacones me
matan, ve tú.
Valeria: pero primero está el estilo antes que la
comodidad… -dijo graciosa antes de perderse entre la multitud, y ya me había
arrepentido de quedarme sola en la mesa, uno de los tipos caminaba hacia mí… Hay
no… de verdad no estaba de humor, solo tenía a alguien en mente… de pronto el tipo se detuvo y dio media
vuelta, mm… ¿tan mala vibra emitía? Pues mejor.
El camarero llevo otras dos bebidas, no sabía quien
las había pedido, yo hacía mi mayor esfuerzo por no tomar, ya me había bebido
dos copas con Bill durante la cena, y ahora llevaban dos tragos… bueno al menos
probaría uno… total todos se habían ido y me habían dejado aquí… ni modo que
los dejara, ¿no?
Xx: ¿está bueno?
Bill hizo que me sobresaltara, ¿pero qué me pasaba
hoy?
Ana: eh… la verdad si… ¿Eran para ti?
Bill: uno era para mí-se sentó a mi lado y bebió del
vaso-y el otro de Tom, pero me parece que Camila lo arrastro con ella… así que…
Ana: ¿y a ti no te arrastro con ella? Que raro…
Bill: yo me he estado escondiendo de ella-sonrió y
me revolví un poco en mi lugar antes de terminarme el trago de una sola vez. Me
ponía nerviosa… -¿quieres otro?
Ana: no ya no, ya fue suficiente para mí. Gracias.
Bill: ¿por qué estás sola?-pregunto distraído
mirando a los lados