Valeria: el que seas famoso no te da derecho para aprovecharte de ello- dijo sin percatarse de la expresión de enojo que se formaba en el rostro de Tom
Tom: no me aprovechó de nada ni de nadie, si alguien quiero estar conmigo y también yo, no tenemos por que negarlo, no hay nada de malo en eso, saben perfectamente lo que tienen conmigo, lo malo sería que les hiciera creer una ilusión - dijo visiblemente molesto
Lo que había dicho Tom me había dejado muy sorprendida, porque tenía razón en cada cosa que había dicho.
El ambiente había pasado a llenarse de tensión y esta vez Bill y yo no éramos los que lo habíamos provocado.
Bill: no iban a bailar?- pregunto después de apagar su cigarrillo.
Tom: bailas hermanito!?- dijo ahora con una sonrisa en los labios
Bill: sabes que no. También necesitaría estar demasiado ebrio para ello, y esta noche no va a pasar, hizo una pequeña pausa mientras le daba un trago a su bebida (con el que ya llevaba mucho tiempo) - ya que imagino que yo voy a conducir
Tom solo se limito a asentir, luego de levantarse- vienen?
Me puse de pie como afirmación, nos fuimos de ahí después de un -ya los alcanzo- de Valeria.
Disfrutaba cada canción que bailaba con Tom, sabía moverse perfectamente, aunque me cortaba un poco por las intensas miradas de las personas a nuestro lado, el parecía más que acostumbrado a ello. Valeria había llegado a la pista pero no lo hizo sola, sino muy bien acompañada por un chico de piel bronceada, muy alto, no tanto como los gemelos pero si lo era. Me había cansado, así que deje solo a Tom en la pista, pero seguramente no lo estaría por mucho tiempo, de hecho cuando me gire para verlo, el ya estaba bailando y con Valeria!, totalmente extraño después de la tención que se había vivido hacía rato, vaya par!
Sentía mucha sed así que mi primera intención era regresar a la mesa con Bill, pero cuando me estaba acercando lo descarte, después de ver que no estaba solo, sino con una de las chicas que se había paseado por la mesa hacía rato, y a el no parecía molestarle en lo absoluto, ya que estaba contentísimo, riendo a más no poder. Retrocedí y me dirigí hacia la barra, pobre Kim dije para mi misma, ahora me daba lastima, mira que tener un novio como Bill…
Me senté en uno de los banquillos ahí, pero no pedí nada, la sed ya se me había pasado. Aunque unos segundos después uno de los meseros se acerco y me trajo lo que se asemejaba a un cóctel, tenía un color muy llamativo, quien sabe que clase de combinación de bebidas sería aquello.
Yo no pedí nada- le indique al mesero, se lo manda el joven de allá, dijo este a la vez que se volteo para señalarme a un apuesto chico situado en el piso VIP. El mesero se retiro y yo tome la bebida y la alce en señal de agradecimiento a lo que aquel chico correspondió con una sonrisa, quiza más tarde le agradecería personalmente, volví la vista hacía la bebida y la deje en la barra, la observe un rato, luego mire para ver si Bill seguía ahí con la chica, esforcé la vista pero como no veía nada me levante del lugar, ninguno de los dos estaba ahí, la mesa estaba vacía, que acaso se fue con ella!? Pero como pudo…
¿Me buscabas?- escuche decir a alguien detrás de mi
Me sobresalte al reconocer esa voz como la de Bill
Yo: siempre llegas así, casi me matas de un susto
Bill: esa no era mi intención… pero así tendrás la conciencia- agrego gracioso mientras alzaba la ceja
Y el me lo iba a decir a mi, por favor!! Mi conciencia estaba más que tranquila, el de la conciencia sucia en todo caso era el, mira que tener novia, y luego coquetear con otras…! No tenía vergüenza, idéntico al hermano, gemelos tenían que ser.
Yo: mira quien lo dice
Bill me miro con un claro signo de interrogación en el rostro, pero de nuevo volvió a sonreír
Bill: y bien?- dijo mientras acortaba la distancia que nos separaba
Eso me hizo ponerme inexplicablemente nerviosa, un “que” fue lo única palabra o susurro más bien, que pude apenas pronunciar
Bill: que si estabas buscándome? Pronuncio manteniendo su vista fija en mi
Lo único inteligente que se me ocurrió fue negar con la cabeza, ya que sentía como tenía el aire contenido en los pulmones sin poder sacarlo junto a un molesto e incomodo nudo en el estomago, que no me permitió pronunciar palabra.
Bill: por qué no te acercaste a la mesa?-dijo insistente
Tome una bocanada de aire, ya cuando el aliento me había vuelto otra vez, como pude le conteste
Yo: será porque te vi muy ocupado con tu amiguita y no quería interrumpir
Bill: mi “amiguita”?
Yo: no te hagas tonto Bill Kaulitz que te vi.
Bill: y por eso no te acercaste? Me hubieras sido de gran ayuda
Después de decir eso volvió acercarse hasta donde estaba, lo que hizo que retrocediera dos pasos, que el siguió, ya no tenía donde ir, la pared estaba detrás de mi
Yo: no parecía que necesitaras ayuda- dije con voz temblorosa que intente disimular pero para mi mala suerte parecía que se daba cuenta de todo, ya que empezó a observarme con más detenimiento, como tratando de descifrar algo
Bill: ¿Qué te pasa? ¿Por qué te has puesto nerviosa?- y todavía lo preguntaba!!
Yo: nerviosa yo? Que va! Será que como estas tan cerca de mí, me hace daño toda la laca que llevas en el pelo- intente sonar lo más convincente posible
Se quedo pensativo un momento, por un segundo estaba a punto de celebrar mi victoria, pero me di cuenta que no lo haría, cuando ahora si de una vez por todas se acercó sin dejar separación entre nosotros, y coloco su brazo izquierdo a un lado mío, sobre la pared, lo único que me decía mi cabeza era que saliera corriendo de ahí pero las piernas no me respondían, y el lugar en que estaba tampoco me ayudaba, estaba acorralada, cosa que incrementó mis nervios de manera impresionante
Bill: no te creo- espeto seguro
Yo: que haces?
Me quede sin una respuesta, porque no dijo absolutamente nada, de nuevo volvió a formarse ese nudo en mi estomago, sentía que la frecuencia cardiaca me había aumentado de un momento a otro, y al final se me cortó la respiración
Quito su mano de la pared y esta vez coloco las dos manos en mi cintura, tiro de mi lentamente haciendo que nuestros cuerpos quedaron pegados.
Me quede quieta completamente al momento de sentir como me daba su aliento en la boca, lo que hizo que un escalofrío me recorriera el cuerpo, finalmente acerco sus labios a los míos, uniendo nuestras bocas en un beso lento, al principio intente resistirme a ello, pero después me fue imposible hacerlo, y no tanto por que fuera más fuerte que yo, sino, porque simplemente no quería hacerlo, no quería separarme de él. Subí mis manos despacio, hasta llegar a sus hombros, para después rodearle el cuello, y el aprovecho mi acción para tener mayor libertad, ya que subió también sus manos lentamente por mi espalda, luego se agarró de mi cintura nuevamente ejerciendo cada vez más presión, quede atrapada en ese beso cálido y húmedo a la vez, y más aun después de notar que tenía un piercing con el cual jugaba rozando mi lengua. Ya no era responsable de mis acciones, ese era el efecto que provocaba en mi Bill Kaulitz...
Bienvenid@:
Este es un espacio para compartir una historia, o tal vez más...
*Recuerda que: lees bajo tu propia responsabilidad*
Gracias por tu visita.
*Recuerda que: lees bajo tu propia responsabilidad*
Gracias por tu visita.
lunes, 15 de febrero de 2010
Capitulo 11
miércoles, 10 de febrero de 2010
Capitulo 10
…observe a Bill recargado en una de las paredes, vestía de negro completamente, con unas cadenas que resaltaban en su pecho, también traía puestas unas gafas oscuras, y ya llevaba el peinado de siempre. No pude evitar sonreír ante aquella situación, me recordó a la primera vez que nos vimos. El también me miro y para mi sorpresa me correspondió con una coqueta sonrisa. Se quito las gafas y se quedo mirando hacia el frente.
Bill: ¿tanto tardas en arreglarte?
Ana: no me digas nada, que tú igual a penas vas bajando
Bill: pero valió la pena el tiempo que tardaste- dijo segundos después mientras lanzaba una mirada muy seductora, que no pude sostenerle, sentí como me ardían las mejillas, mire hacia el suelo para que no se diera cuenta de ello.
Ana: (después lo mire algo sorprendida) lo mismo digo
Ana: ha sido divertido
Me miro algo confundido
Ana: los últimos días
Bill: ya lo creo- y más para ti-agrego después.
Bill: la respuesta es no
Ana: ¿Qué?- le pregunte confundida
Bill: yo no te odio- dijo tratando de mantenerse un poco serio, luego sus labios fueron formando una amplia sonrisa, que parecía la de un pequeño niño.
Me dejo sorprendida y sin saber que decirle, no me esperaba eso, y ese cambio a que se debía? Afortunadamente llegamos a la planta baja, y ambos salimos del ascensor, por alguna razón ese comentario me causaba gran alivio.
Valeria: vaya, ya era hora de que llegaran, me han dejado todo este tiempo soportando las estupidas bromas de Tom
Bill: perdón por eso
Tom: no eran bromas iba muy enserio todo. Valeria solo entrecerró los ojos
Tom: que guapa (Me miro de arriba abajo rápidamente)
Ana: gracias
Tom: me dan ganas de quedarme aquí contigo
Ana: ¿qué? ¿Para qué?
Tom empezó a sonreír, y a acercarse… ok no tenía porque preguntar nada, me había visto un poco lenta, apenas estaba procesando su comentario.
Bill: vamonos ya- dijo pasando con rapidez a lado nuestro. O si prefieren pueden quedarse- espeto
Miro a su hermano con una expresión seria en el rostro, luego salio y Valeria le siguió, cuando me aproxime para abrir la puerta Tom puso un brazo en mi abdomen evitando que saliera
Tom: ¿Qué dices? Bill nos ha dado permiso, y eso es muy raro, así que hay que…
Ana: nada! Sigues soñando, mira Tom como sigas con esto, vas a conocerme de verdad!- sonreí y abrí la puerta, luego el me siguió y llegamos hasta donde Valeria y Bill
Tom: aquí están las llaves. Se las entrego a Bill
Bill: pensé que ahora tú ibas a conducir
Tom: no, cambie de opinión, prefiero ir atrás
Bill: como quieras
Valeria: entonces yo me voy adelante contigo Bill
Bill: claro- le abrió la puerta a Valeria, luego ocupo el lugar del conductor
Tom y yo abordamos el vehiculo, Bill arranco, conducía muy aprisa a diferencia de cómo lo había hecho anteriormente, y en completo silencio. De vez en cuando sentía que nos miraba a través del retrovisor. Se detuvo al escuchar que Tom sugería un lugar. Después de estacionar la camioneta, bajamos y nos dirigimos a la entrada del club, dentro el ambiente se veía bastante bien, fuimos llevados hasta la zona VIP del local para que los hermanos estuvieran más cómodos, en la mesa ya contábamos con whiskey y vodka. En menos de lo que imaginaba ya habíamos terminado como si nada con las primeras dos rondas, mientras manteníamos una charla muy amena, la primera en la que participábamos los cuatro, acaso era muy obvio que el alcohol nos había ayudado bastante? entre las cosas que hablaban, nos contaban de sus anécdotas con algunas fans. Bill se encargaba de darle todo el realismo haciendo uso de diversos ademanes.
Bill: les molestas…?- dijo mientras sostenía en su mano un cigarrillo
Nosotras negamos con la cabeza, ni Valeria ni yo fumábamos pero por mi parte no me molestaba, ya que estaba acostumbrada al humo, desde que tenía memoria mi padre siempre había fumado, un hábito que en su momento llegue a odiar pero que termine aceptando.
Tom: bailan?-pregunto mientras le pasaba un encendedor a Bill, que acababa de sacar del bolsillo.
Ana: en un momento
Valeria: cuando este lo suficientemente ebria- dijo riendo
Tom: vaya igual que yo
Ana: tu ya lo estas
Tom: por eso lo digo
En ese momento note como dos chicas pasaban por segunda vez cerca de nuestra mesa, mirándolos a ellos cínicamente, pero ninguno de los dos pareció darles importancia, de Bill no me sorprendía, el era más discreto pero de Tom me extrañaba bastante que ni siquiera las hubiera volteado a ver. Las dos chicas, se situaron en una mesa a pocos metros de nosotros, una de ellas no le quitaba la vista de encima a Tom.
Ana: la chica de allá no deja de mirarte, vaya si nosotras no estuviéramos aquí ya se te hubiera lanzado encima… o tu a ella- agregue divertida después
Tom: es guapa, pero estoy muy bien acompañado- dijo guiñando un ojo
Entonces si se había dado cuenta de aquellas chicas, bueno es que con las intensas miradas que lanzaban hacia donde estábamos, imposible no darse cuenta.
Ana: no piensas abordarla!?- dije sin poder creerlo
Tom: No- contesto tranquilamente
Valeria: se va a decepcionar
Ana: pobre, se nota que le gustas
Tom: bueno, eso es natural, tratándose de mí
Ana: si la haces esperar mucho se va a cansar y luego te va a rechazar jaja
Tom: si quiero puedo ir en cualquier momento y te aseguro que no podrá decir que no- dijo como si se tratase de la mayor obviedad del mundo
Valeria: el que seas famoso no te da derecho para aprovecharte de ello- dijo sin percatarse de la expresión de enojo que se formaba en el rostro de Tom
Bill: ¿tanto tardas en arreglarte?
Ana: no me digas nada, que tú igual a penas vas bajando
Bill: pero valió la pena el tiempo que tardaste- dijo segundos después mientras lanzaba una mirada muy seductora, que no pude sostenerle, sentí como me ardían las mejillas, mire hacia el suelo para que no se diera cuenta de ello.
Ana: (después lo mire algo sorprendida) lo mismo digo
Ana: ha sido divertido
Me miro algo confundido
Ana: los últimos días
Bill: ya lo creo- y más para ti-agrego después.
Bill: la respuesta es no
Ana: ¿Qué?- le pregunte confundida
Bill: yo no te odio- dijo tratando de mantenerse un poco serio, luego sus labios fueron formando una amplia sonrisa, que parecía la de un pequeño niño.
Me dejo sorprendida y sin saber que decirle, no me esperaba eso, y ese cambio a que se debía? Afortunadamente llegamos a la planta baja, y ambos salimos del ascensor, por alguna razón ese comentario me causaba gran alivio.
Valeria: vaya, ya era hora de que llegaran, me han dejado todo este tiempo soportando las estupidas bromas de Tom
Bill: perdón por eso
Tom: no eran bromas iba muy enserio todo. Valeria solo entrecerró los ojos
Tom: que guapa (Me miro de arriba abajo rápidamente)
Ana: gracias
Tom: me dan ganas de quedarme aquí contigo
Ana: ¿qué? ¿Para qué?
Tom empezó a sonreír, y a acercarse… ok no tenía porque preguntar nada, me había visto un poco lenta, apenas estaba procesando su comentario.
Bill: vamonos ya- dijo pasando con rapidez a lado nuestro. O si prefieren pueden quedarse- espeto
Miro a su hermano con una expresión seria en el rostro, luego salio y Valeria le siguió, cuando me aproxime para abrir la puerta Tom puso un brazo en mi abdomen evitando que saliera
Tom: ¿Qué dices? Bill nos ha dado permiso, y eso es muy raro, así que hay que…
Ana: nada! Sigues soñando, mira Tom como sigas con esto, vas a conocerme de verdad!- sonreí y abrí la puerta, luego el me siguió y llegamos hasta donde Valeria y Bill
Tom: aquí están las llaves. Se las entrego a Bill
Bill: pensé que ahora tú ibas a conducir
Tom: no, cambie de opinión, prefiero ir atrás
Bill: como quieras
Valeria: entonces yo me voy adelante contigo Bill
Bill: claro- le abrió la puerta a Valeria, luego ocupo el lugar del conductor
Tom y yo abordamos el vehiculo, Bill arranco, conducía muy aprisa a diferencia de cómo lo había hecho anteriormente, y en completo silencio. De vez en cuando sentía que nos miraba a través del retrovisor. Se detuvo al escuchar que Tom sugería un lugar. Después de estacionar la camioneta, bajamos y nos dirigimos a la entrada del club, dentro el ambiente se veía bastante bien, fuimos llevados hasta la zona VIP del local para que los hermanos estuvieran más cómodos, en la mesa ya contábamos con whiskey y vodka. En menos de lo que imaginaba ya habíamos terminado como si nada con las primeras dos rondas, mientras manteníamos una charla muy amena, la primera en la que participábamos los cuatro, acaso era muy obvio que el alcohol nos había ayudado bastante? entre las cosas que hablaban, nos contaban de sus anécdotas con algunas fans. Bill se encargaba de darle todo el realismo haciendo uso de diversos ademanes.
Bill: les molestas…?- dijo mientras sostenía en su mano un cigarrillo
Nosotras negamos con la cabeza, ni Valeria ni yo fumábamos pero por mi parte no me molestaba, ya que estaba acostumbrada al humo, desde que tenía memoria mi padre siempre había fumado, un hábito que en su momento llegue a odiar pero que termine aceptando.
Tom: bailan?-pregunto mientras le pasaba un encendedor a Bill, que acababa de sacar del bolsillo.
Ana: en un momento
Valeria: cuando este lo suficientemente ebria- dijo riendo
Tom: vaya igual que yo
Ana: tu ya lo estas
Tom: por eso lo digo
En ese momento note como dos chicas pasaban por segunda vez cerca de nuestra mesa, mirándolos a ellos cínicamente, pero ninguno de los dos pareció darles importancia, de Bill no me sorprendía, el era más discreto pero de Tom me extrañaba bastante que ni siquiera las hubiera volteado a ver. Las dos chicas, se situaron en una mesa a pocos metros de nosotros, una de ellas no le quitaba la vista de encima a Tom.
Ana: la chica de allá no deja de mirarte, vaya si nosotras no estuviéramos aquí ya se te hubiera lanzado encima… o tu a ella- agregue divertida después
Tom: es guapa, pero estoy muy bien acompañado- dijo guiñando un ojo
Entonces si se había dado cuenta de aquellas chicas, bueno es que con las intensas miradas que lanzaban hacia donde estábamos, imposible no darse cuenta.
Ana: no piensas abordarla!?- dije sin poder creerlo
Tom: No- contesto tranquilamente
Valeria: se va a decepcionar
Ana: pobre, se nota que le gustas
Tom: bueno, eso es natural, tratándose de mí
Ana: si la haces esperar mucho se va a cansar y luego te va a rechazar jaja
Tom: si quiero puedo ir en cualquier momento y te aseguro que no podrá decir que no- dijo como si se tratase de la mayor obviedad del mundo
Valeria: el que seas famoso no te da derecho para aprovecharte de ello- dijo sin percatarse de la expresión de enojo que se formaba en el rostro de Tom
sábado, 6 de febrero de 2010
Capitulo 9
El último día, era el último día que estaban ahí!!? Las últimas palabras de Tom se repetían en mi mente, porque no me sentía bien después de lo dicho por Tom. Eso significaba no volver a verlos…
Valeria reacciono antes que yo, preguntando lo que yo estaba a punto de hacer.
Valeria: pero, a donde se van? ¿Regresan a Alemania?
Bill: no, vamos a Francia
Tom: contábamos con quedarnos más tiempo, aquí todo es muy tranquilo, realmente nos gusta, pero David apenas nos aviso hoy…
Valeria: ¿David?
Bill: nuestro representante, ya tenemos varias entrevistas programadas, para mañana mismo
Valeria: ya veo
Tom: tú, no dices nada? Ey! Pasa algo?
Ana: (logro despertarme de mis pensamientos) bueno, cuando se trata de trabajo… trate de sonar lo más tranquila que pude, la noticia me había causado gran conmoción
Tom: entonces no nos vas a extrañar?
Ana: claro que si- le sonreí y luego tome la taza con el café y le di un gran trago
Tom: bueno, eso ya lo sabía, sobretodo a mi, pero quizás nos veamos pronto
Voltee a verlo de inmediato, podría ser posible, sentí como de pronto mi corazón se agitaba, no entendía porque ya que no tenía un lazo fuerte con ellos pero aun así...
Ana: ¿si? Y eso cundo sería?
Tom: vamos a México- dijo sonriendo
Ana: ah…
La poca esperanza que tenía de verlos otra vez había desaparecido, porque yo no iba a regresar a México.
Valeria: ¿cuando van a México?
Bill: creo que es en dos semanas, no es así Tom?
Tom: si, es la segunda o tercera semana de noviembre
Valeria dejo pasar un largo suspiro, luego miro su plato vacío, el silencio reino durante algunos segundos, un ambiente triste ya hacía en la mesa.
Ana: no creo que nos veamos
Sentí como Bill clavaba su mirada en mí, pero no voltee porque no podría sostenérsela.
Tom: ¿por qué dices eso?
Valeria: porque nosotras no regresamos a México
Bill: pero si solo van a estar aquí dos semanas
Ana: si, pero antes de venir a Londres vivíamos en España
Valeria: tal vez regresemos a España o lo más probable es que nos quedemos aquí… aun no lo saemos
Valeria: pero quizás los veamos en Alemania, claro si ustedes están ahí- dijo minutos después
Ana: en Alemania? (la mire un poco sorprendida)
Valeria: recuerdas el cumpleaños de Camila no?
Ana: ah! Si ya, claro, pero no se si vaya
Tom: ¿porqué?
Ana: amm… tuve una pequeña pelea con ella, bueno no se si llamarlo pelea porque…
Bill: no me sorprende
Ana: ¿por qué lo dices?
Bill: con tu forma de reaccionar
Tenía toda la razón, las cosas no me salían bien últimamente, y mi comportamiento me había causado problemas, inmediatamente después parecía que Bill me pedía disculpas con la mirada, tome el tenedor y me dedique a jugar con el resto de pastel que quedaba en el plato, escuchaba las voces de Tom y de Valeria, aunque lo sentía todo lejano, se ponían de acuerdo en los días que “estaríamos” en Alemania, aunque el no aseguraba nada ya que no tenían la certeza de si estarían haya, a finales del mes. Intercambiaron teléfonos, luego escuchaba que tom me hablaba, me estaba pidiendo el número, se lo di algo distraída.
Por último aceptamos salir con ellos por la noche, salimos del lugar luego de discutir quien pagaba la cuenta, lo hicieron ellos, ambos eran muy tercos.
Mientras que los tres casi llegaban a la camioneta yo me había quedado atrás, Bill empezó a caminar más despacio hasta que situó a mi lado, cosa que me hizo sentir ligeramente nerviosa
Bill: lo último que dije no…
Ana: descuida, tienes toda la razón-le dije mientras caminábamos
Bill: (me miro sorprendido) y… (hizo un ademán para que yo continuara hablando)
Ana: ¿y? ¿qué?
Bill: no sé, no vas a decir nada más, siempre tienes algo que agregar- dijo levantando una ceja
Ana: No. O quieres que te grite? jaja. Después de todo tienes razón- agregue.
Llegamos a la camioneta Tom saco las llaves, luego Bill se las quito en un ágil movimiento
Tom: oye yo conduzco
Bill: No, yo lo haré. Queremos llegar al hotel
Tom: por eso lo digo- replico algo molesto
En menos de 5 minutos ya habíamos llegado al hotel, abordamos el ascensor y cada quien se dirigió a sus respectivas habitaciones. Habíamos quedado en vernos en la recepción a las diez, por lo que tenía hora y media para cambiarme y hasta con tiempo de sobra.
Abrí la laptop y me puse a revisar mi correo, tenía otros cuantos curriculums, los mire todos, y solo me quede con dos.
…
Abrí los ojos despacio, realmente estaba muy cómoda, di un salto en la cama al percatarme que me había quedado dormida, me levante rápidamente y abrí el armario, moví la ropa una y otra vez hasta que decidí ponerme un vestido negro entallado, que me quedaba por encima de la rodilla, me puse unas botas no tan largas, en el mismo color.
Sali de ahí apresurada, pasaban de las 10, ya debían de estar abajo, ya me imaginaba lo que me diría Valeria, siendo ella la reina de la puntualidad.
Espere a que llegara el ascensor, cuando las puertas se abrieron observe a Bill recargado en una de las paredes, vestía de negro completamente, con unas cadenas que resaltaban en su pecho, también traía puestas unas gafas oscuras, y ya llevaba el peinado de siempre.
No pude evitar sonreír ante aquella situación, me recordó a la primera vez que nos vimos. El también me miro y para mi sorpresa me correspondió con una coqueta sonrisa...
Valeria reacciono antes que yo, preguntando lo que yo estaba a punto de hacer.
Valeria: pero, a donde se van? ¿Regresan a Alemania?
Bill: no, vamos a Francia
Tom: contábamos con quedarnos más tiempo, aquí todo es muy tranquilo, realmente nos gusta, pero David apenas nos aviso hoy…
Valeria: ¿David?
Bill: nuestro representante, ya tenemos varias entrevistas programadas, para mañana mismo
Valeria: ya veo
Tom: tú, no dices nada? Ey! Pasa algo?
Ana: (logro despertarme de mis pensamientos) bueno, cuando se trata de trabajo… trate de sonar lo más tranquila que pude, la noticia me había causado gran conmoción
Tom: entonces no nos vas a extrañar?
Ana: claro que si- le sonreí y luego tome la taza con el café y le di un gran trago
Tom: bueno, eso ya lo sabía, sobretodo a mi, pero quizás nos veamos pronto
Voltee a verlo de inmediato, podría ser posible, sentí como de pronto mi corazón se agitaba, no entendía porque ya que no tenía un lazo fuerte con ellos pero aun así...
Ana: ¿si? Y eso cundo sería?
Tom: vamos a México- dijo sonriendo
Ana: ah…
La poca esperanza que tenía de verlos otra vez había desaparecido, porque yo no iba a regresar a México.
Valeria: ¿cuando van a México?
Bill: creo que es en dos semanas, no es así Tom?
Tom: si, es la segunda o tercera semana de noviembre
Valeria dejo pasar un largo suspiro, luego miro su plato vacío, el silencio reino durante algunos segundos, un ambiente triste ya hacía en la mesa.
Ana: no creo que nos veamos
Sentí como Bill clavaba su mirada en mí, pero no voltee porque no podría sostenérsela.
Tom: ¿por qué dices eso?
Valeria: porque nosotras no regresamos a México
Bill: pero si solo van a estar aquí dos semanas
Ana: si, pero antes de venir a Londres vivíamos en España
Valeria: tal vez regresemos a España o lo más probable es que nos quedemos aquí… aun no lo saemos
Valeria: pero quizás los veamos en Alemania, claro si ustedes están ahí- dijo minutos después
Ana: en Alemania? (la mire un poco sorprendida)
Valeria: recuerdas el cumpleaños de Camila no?
Ana: ah! Si ya, claro, pero no se si vaya
Tom: ¿porqué?
Ana: amm… tuve una pequeña pelea con ella, bueno no se si llamarlo pelea porque…
Bill: no me sorprende
Ana: ¿por qué lo dices?
Bill: con tu forma de reaccionar
Tenía toda la razón, las cosas no me salían bien últimamente, y mi comportamiento me había causado problemas, inmediatamente después parecía que Bill me pedía disculpas con la mirada, tome el tenedor y me dedique a jugar con el resto de pastel que quedaba en el plato, escuchaba las voces de Tom y de Valeria, aunque lo sentía todo lejano, se ponían de acuerdo en los días que “estaríamos” en Alemania, aunque el no aseguraba nada ya que no tenían la certeza de si estarían haya, a finales del mes. Intercambiaron teléfonos, luego escuchaba que tom me hablaba, me estaba pidiendo el número, se lo di algo distraída.
Por último aceptamos salir con ellos por la noche, salimos del lugar luego de discutir quien pagaba la cuenta, lo hicieron ellos, ambos eran muy tercos.
Mientras que los tres casi llegaban a la camioneta yo me había quedado atrás, Bill empezó a caminar más despacio hasta que situó a mi lado, cosa que me hizo sentir ligeramente nerviosa
Bill: lo último que dije no…
Ana: descuida, tienes toda la razón-le dije mientras caminábamos
Bill: (me miro sorprendido) y… (hizo un ademán para que yo continuara hablando)
Ana: ¿y? ¿qué?
Bill: no sé, no vas a decir nada más, siempre tienes algo que agregar- dijo levantando una ceja
Ana: No. O quieres que te grite? jaja. Después de todo tienes razón- agregue.
Llegamos a la camioneta Tom saco las llaves, luego Bill se las quito en un ágil movimiento
Tom: oye yo conduzco
Bill: No, yo lo haré. Queremos llegar al hotel
Tom: por eso lo digo- replico algo molesto
En menos de 5 minutos ya habíamos llegado al hotel, abordamos el ascensor y cada quien se dirigió a sus respectivas habitaciones. Habíamos quedado en vernos en la recepción a las diez, por lo que tenía hora y media para cambiarme y hasta con tiempo de sobra.
Abrí la laptop y me puse a revisar mi correo, tenía otros cuantos curriculums, los mire todos, y solo me quede con dos.
…
Abrí los ojos despacio, realmente estaba muy cómoda, di un salto en la cama al percatarme que me había quedado dormida, me levante rápidamente y abrí el armario, moví la ropa una y otra vez hasta que decidí ponerme un vestido negro entallado, que me quedaba por encima de la rodilla, me puse unas botas no tan largas, en el mismo color.
Sali de ahí apresurada, pasaban de las 10, ya debían de estar abajo, ya me imaginaba lo que me diría Valeria, siendo ella la reina de la puntualidad.
Espere a que llegara el ascensor, cuando las puertas se abrieron observe a Bill recargado en una de las paredes, vestía de negro completamente, con unas cadenas que resaltaban en su pecho, también traía puestas unas gafas oscuras, y ya llevaba el peinado de siempre.
No pude evitar sonreír ante aquella situación, me recordó a la primera vez que nos vimos. El también me miro y para mi sorpresa me correspondió con una coqueta sonrisa...
martes, 2 de febrero de 2010
Capitulo 8
Al siguiente día estando en la empresa me encontraba junto a Valeria realizando los perfiles para los puestos a ocupar, subimos esa información a la página de la compañía. Por la tarde seguramente ya tendríamos bastantes curriculums, lo cuales tendríamos que revisar para después llamar a posibles candidatos para los puestos disponibles. Mientras tanto nos reunimos con Lorena para elaborar algunas estrategias que más tarde se implementarían para la nueva forma de trabajo con los empleados y también para que se produjera la mayor venta posible de los productos. Lorena se encargaría de llevar a cabo la capacitación para los futuros ejecutivos, y nosotras solo la asistiríamos.
Habíamos tardado más de la cuenta, con toda la planeación. Lorena, Valeria y yo salimos a comer a un pequeño restaurante que quedaba frente al edificio, fue por poco tiempo ya que solo tuvimos 20 minutos de descanso. Al llegar lo primero que hice fue abrir la laptop y revisar si tenía ya algunos correos y efectivamente ya tenía algunos, descarte la mayor parte de ellos, ya que necesitábamos a personas que ya contaran con experiencia.
Me quede solo con tres opciones, Valeria contaba ya con cinco candidatos. No serían los únicos, todavía seguirían llegando. Por lo pronto llame a los tres que había elegido para citarlos el día de mañana para una entrevista.
Salí de la oficina, me despedí de Lorena, y luego me dirigí a la recepción y me senté en uno de los cómodos sofás que había en la recepción, mientras esperaba a Valeria, que se había quedado haciendo algunas llamadas. El día estaba hermoso, el sol iluminaba las calles, hacía un poco de fresco pero solo con una chamarra o un suéter ligero era suficiente.
Listo, vamonos ya- dijo Valeria dirigiendose a toda prisa hacia la puerta y colocándose su chaqueta. Bien, pero no pienso irme al hotel- le conteste tranquilamente mientras me levantaba del sofá y le seguía
Valeria: Yo tampoco tengo ganas de regresar el hotel, quiero conocer la ciudad, pero a donde vamos
Ana: bueno tampoco podemos irnos muy lejos
Valeria: hay que pedir un taxi
Ana: el hotel queda cerca de aquí, te parece si nos vamos caminando y así recorremos las calles
Valeria: si, claro
Nos fuimos caminando, recorriendo las diversas avenidas, entramos por lo que parecían ser callejones, había mucha gente caminando por el lugar, las calles eran muy estrechas, la arquitectura de los edificios era algo para deleitarse, a donde quiera que mirábamos había distintos establecimientos, tiendas, restaurantes, etc. Hicimos varias paradas, primero a una galería de arte, donde se vendían cuadros de renombrados artistas pero también de artistas independientes, me enamore de un cuadro que contenía un bello paisaje de algunas personas, frente a un precioso lago, aquello era tan hermoso como enigmático, por desgracia no llevaba suficiente dinero como para llevarlo conmigo. Más tarde hicimos una parada en una tienda de antigüedades, lo que veía quería comprarlo, y no era la única, Valeria estaba encantada con todo aquello, si por ella fuera creo que compraría la tienda completa. Me encanta- grito ella señalando una casa miniatura, color café que simulaba ser de dos pisos, con pequeñísimas lámparas al frente, adornada también con unas pequeñas macetas.
Si, es muy bonita- le conteste mientras me acercaba para observarla. Vas a comprarla?
Ahora no, pero voy a regresar por ella- dijo con una sonrisa en el rostro y tu has visto algo que te guste?- me pregunto
mmm… si, me encanto esté pequeño baúl, es un alejero
-oh! A mi también me gusta, que lindo es, yo lo quiero!.
No, yo lo vi primero- le respondí mientras se lo quitaba de las manos.
Valeria dio unas dos vueltas más a toda la tienda, mientras yo me iba a pagar, luego ya sali de ahí, porque si no lo hacia Valeria le daría otras dos vueltas más a esa tienda.
Valeria: no te cansas-comento minutos después de salir de la tienda
Ana: no – conteste mientras tomaba una fotografía de un parque por el que íbamos caminando. Desde que habíamos salido me la había pasado tomándonos fotografías.
Valeria: mira esos vestidos (señalo un aparador)
Ana: son hermosos, entramos?
Valeria: umm… mejor mañana, los tacones me vienen matando, y si mejor vamos a tomar algo?
Solo asentí como afirmación. La verdad es que a mi también me estaban matando los tacones, llevábamos hora y media caminando, y ya estaba oscureciendo. Llegamos a un cafetería, había mesas afuera, pero el frío se hacía sentir, así que optamos por entrar al lugar, nos fuimos hasta una de las últimas mesas, pedimos dos cafés y dos pastelillos.
Mientras tanto me puse a ver una revista, cuando Valeria empezó jalarme del brazo
Ana: ¿Qué pasa?
Valeria: ya viste, quienes vienen entrando
Levante la vista, para ver a quienes se refería, pero ya me imaginaba, no esperaba verlos tan pronto.
Ambos se veían increíblemente bien. Tom traía puesto un pantalón color negro algo holgado, una camiseta y un gorro del mismo color, y un abrigo color gris, parecía que Tom era de los que no les importaba mucho la moda, pero llevaba cada accesorio perfectamente bien combinado, por su parte Bill se veía muy diferente a como le había visto antes, para empezar no traía su extravagante peinado, esta vez llevaba el cabello peinado hacia atrás, pantalón azul en mezclilla, camiseta blanca, un saco negro que lo hacía ver muy elegante, y gafas oscuras, impecable como siempre.
No deseaba ver a Bill, por alguna razón no me sentía bien al verlo, tenía varios defectos pero en ese momento el que más me molestaba llevaba Kim por nombre.
Ana: que no nos vean-dije mientras simulaba ver la revista que tenía en las manos
Valeria: creo que ya es algo tarde para eso
El camarero se acerco con los cafés y los pastelillos, detrás de el ya se aproximaban los gemelos.
Tom: hola chicas
Valeria: vaya, que coincidencia encontrarnos de nuevo
Tom: las coincidencias no existen, todo pasa por una razón – dijo guiñando un ojo y en ese tono seguro y conquistador característico de él. Podemos acompañarlas?
Valeria me miro a mí, esperando a que yo lo decidiera.
Ana: claro
Tom: de compras?- comento mientras se acomodaba en una de las sillas a lado de Valeria
Ana: bueno hemos salido a conocer la ciudad y…
Valeria: hemos comprado algunas cosillas
Ana: y ustedes?
Bill: también salimos para conocer la ciudad, esta es una de pocas ocasiones en que podemos hacerlo – dijo mientras se quitaba las gafas y segundos después llamaba a uno de los camareros. Tanto el como Tom solo pidieron dos cafés.
Tom: salimos porque Bill quería ir de compras
Bill: tú también has comprado
Tom: si, pero no tanto como tu
Ana: y donde esta lo que compraron?
Bill: en el auto
Ana: ya, y sus guardaespaldas se quedaron haya me imagino
Bill: No, hemos venido solos, les dimos el día. Desde que llegaron Bill había hablado pero no me había mirado ni una sola vez.
Ya entendía seguía enojado por el comentario de ayer, me daba igual, mejor así.
Tom: más bien nos hemos dado una escapada- dijo entre risas
Empecé a comer del pastel que tenía enfrente, el camarero llego con los dos cafés y luego se retiro.
Valeria: te ves muy diferente Bill.
Ana: (Hable yo, antes de que el pudiera hacerlo) es que se ha dado cuenta que la laca en exceso le hace mal, no Bill?
Tom: eso le vengo diciendo yo desde hace tiempo- se rió
Bill: tal vez la laca me hace mal, eso tiene solución con dejar de usarla pero hay otras personas que simplemente por más cosas que hagan no tienen solución, verdad Ana?
Me miro mostrando una media sonrisa
Ana: pero si eso tu lo sabes mejor que yo
Tanto el como Tom me miraron extrañados.
Tom: ¿qué dijiste? lo anterior lo había dicho en español
Ana: no, nada importante
Tom: pensé que eran de aquí, pero has hablado en español??
Ana: si
Tom: de donde son?
Ana: de México
Tom: ¿México!? Algo lejos de casa eh?
Valeria: hace mucho que lo estamos
Tom: ya entiendo, vienen de vacaciones
Ana: no guapo, venimos por trabajo
Los dos nos miraron algo sorprendidos.
Valeria: pensaban que veníamos solo por diversión?-dijo para después llevarse un trozo de pastel a la boca
Ana: no estamos por diversión como ustedes
Tom: pasa que nosotros también venimos por trabajo, guapa.
Ana: ¿si?
La verdad es que daba por hecho que ellos solo venían a divertirse, tratándose de famosos… ya estaba haciendo juicios equivocados sin siquiera conocerlos, pero estábamos a mano ellos también habían hecho lo mismo.
Tom: Si, pero bueno no creí que ustedes trabajaran, aunque puedo imaginarme varias cosas - comento sonriendo y levantando una ceja
Ana: en nada de lo que sea que imagines
Valeria: somos psicólogas…
Tom: (la interrumpió) dan terapias y eso?
Valeria: ¿por que? ¿Te has dado cuenta que necesitas terapia?
Tom: si tu me atiendes..-levanto una ceja. Valeria se rió y le desvió la mirada.
Ana: bueno, yo hace mucho que deje la consulta
Bill: afortunadamente.
Ana: ¿como dices?
Bill: tus pacientes han de haber terminado mal- dijo para después darle un sorbo al café
Ana: tan mal como tu estas NO! Tal vez debas ir a consulta… aunque pensándolo bien, lo tuyo no creo que tenga solución
Bill iba a abrir la boca de nuevo, pero de pronto se quedo callado, y volvió a beber de su café.
Tom: Y entonces que es lo que hacen?
Valeria: trabajamos en una empresa refresquera, ahora nos estamos encargando de la reclutamiento del personal, no vamos a quedarnos mucho
Notaba un poco extraña a Valeria, se veía un poco incomoda y a diferencia de ayer, parecía no poder sostenerle la mirada a Tom, estaba segura que de algo, me había perdido.
Tom: cuanto tiempo se quedan?
Ana: que curioso eres, desde que llegaron no has parado de hacer preguntas
Tom: si quieres después tú puedes hacer las preguntas
Ana: jaja ok
Bill: dos semanas…
Tom: qué??
Valeria: Si… pero, ¿como lo sabes?
Tom: si Bill como lo sabes ¿?
En ese momento Bill me dirigió una mirada, supuse que esperando a que yo respondiera a eso, mientras tanto Tom y Valeria lo miraban con curiosidad
Ana: se lo dije yo
V y T: tu!? Dijeron los dos casi gritando y al mismo tiempo.
Valeria: si, ya, imagino con lo bien que se llevan jaja
Tom: cuando se lo dijiste??
Ana: bueno… cuando nos conocimos
Tom: antes o después de tirarle el refresco encima?- dijo riendo a carcajadas
Bill lo fulmino con la mirada, lo que hizo que Tom parara de reír
Bill: fue el día que llegamos
El día que llegaron ¿? Entonces llegaron el mismo día que nosotras, ahora que recordaba fue en el ascensor donde nos vimos la primera vez, en ese momento lo había notado muy amable, nada como ahora.
Ana: el mismo día que llegamos nosotras- dije mirando a Valeria,
Ana: ese día aun no me odiabas-le dirigí una mirada a Bill, la cual no se le dificulto en sostener, el silencio que duró pocos segundos se me hizo eterno, justo cuando el iba a decir algo, Tom hablo, que oportuno!- grite para mis adentros, me moría por saber que era lo que iba a decir Bill.
Tom: esta noche vamos a salir, quieren ir con nosotros?
Valeria: no lo sé, ahora si que tenemos mucho trabajo
Tom: tienen que venir, después de todo es el último día que estamos aquí
El último día, era el último día que estaban ahí!!? Las últimas palabras de Tom se repetían en mi mente, porque no me sentía bien después de lo dicho por Tom. Eso solo significaba algo, no volver a verlos nunca más...
Habíamos tardado más de la cuenta, con toda la planeación. Lorena, Valeria y yo salimos a comer a un pequeño restaurante que quedaba frente al edificio, fue por poco tiempo ya que solo tuvimos 20 minutos de descanso. Al llegar lo primero que hice fue abrir la laptop y revisar si tenía ya algunos correos y efectivamente ya tenía algunos, descarte la mayor parte de ellos, ya que necesitábamos a personas que ya contaran con experiencia.
Me quede solo con tres opciones, Valeria contaba ya con cinco candidatos. No serían los únicos, todavía seguirían llegando. Por lo pronto llame a los tres que había elegido para citarlos el día de mañana para una entrevista.
Salí de la oficina, me despedí de Lorena, y luego me dirigí a la recepción y me senté en uno de los cómodos sofás que había en la recepción, mientras esperaba a Valeria, que se había quedado haciendo algunas llamadas. El día estaba hermoso, el sol iluminaba las calles, hacía un poco de fresco pero solo con una chamarra o un suéter ligero era suficiente.
Listo, vamonos ya- dijo Valeria dirigiendose a toda prisa hacia la puerta y colocándose su chaqueta. Bien, pero no pienso irme al hotel- le conteste tranquilamente mientras me levantaba del sofá y le seguía
Valeria: Yo tampoco tengo ganas de regresar el hotel, quiero conocer la ciudad, pero a donde vamos
Ana: bueno tampoco podemos irnos muy lejos
Valeria: hay que pedir un taxi
Ana: el hotel queda cerca de aquí, te parece si nos vamos caminando y así recorremos las calles
Valeria: si, claro
Nos fuimos caminando, recorriendo las diversas avenidas, entramos por lo que parecían ser callejones, había mucha gente caminando por el lugar, las calles eran muy estrechas, la arquitectura de los edificios era algo para deleitarse, a donde quiera que mirábamos había distintos establecimientos, tiendas, restaurantes, etc. Hicimos varias paradas, primero a una galería de arte, donde se vendían cuadros de renombrados artistas pero también de artistas independientes, me enamore de un cuadro que contenía un bello paisaje de algunas personas, frente a un precioso lago, aquello era tan hermoso como enigmático, por desgracia no llevaba suficiente dinero como para llevarlo conmigo. Más tarde hicimos una parada en una tienda de antigüedades, lo que veía quería comprarlo, y no era la única, Valeria estaba encantada con todo aquello, si por ella fuera creo que compraría la tienda completa. Me encanta- grito ella señalando una casa miniatura, color café que simulaba ser de dos pisos, con pequeñísimas lámparas al frente, adornada también con unas pequeñas macetas.
Si, es muy bonita- le conteste mientras me acercaba para observarla. Vas a comprarla?
Ahora no, pero voy a regresar por ella- dijo con una sonrisa en el rostro y tu has visto algo que te guste?- me pregunto
mmm… si, me encanto esté pequeño baúl, es un alejero
-oh! A mi también me gusta, que lindo es, yo lo quiero!.
No, yo lo vi primero- le respondí mientras se lo quitaba de las manos.
Valeria dio unas dos vueltas más a toda la tienda, mientras yo me iba a pagar, luego ya sali de ahí, porque si no lo hacia Valeria le daría otras dos vueltas más a esa tienda.
Valeria: no te cansas-comento minutos después de salir de la tienda
Ana: no – conteste mientras tomaba una fotografía de un parque por el que íbamos caminando. Desde que habíamos salido me la había pasado tomándonos fotografías.
Valeria: mira esos vestidos (señalo un aparador)
Ana: son hermosos, entramos?
Valeria: umm… mejor mañana, los tacones me vienen matando, y si mejor vamos a tomar algo?
Solo asentí como afirmación. La verdad es que a mi también me estaban matando los tacones, llevábamos hora y media caminando, y ya estaba oscureciendo. Llegamos a un cafetería, había mesas afuera, pero el frío se hacía sentir, así que optamos por entrar al lugar, nos fuimos hasta una de las últimas mesas, pedimos dos cafés y dos pastelillos.
Mientras tanto me puse a ver una revista, cuando Valeria empezó jalarme del brazo
Ana: ¿Qué pasa?
Valeria: ya viste, quienes vienen entrando
Levante la vista, para ver a quienes se refería, pero ya me imaginaba, no esperaba verlos tan pronto.
Ambos se veían increíblemente bien. Tom traía puesto un pantalón color negro algo holgado, una camiseta y un gorro del mismo color, y un abrigo color gris, parecía que Tom era de los que no les importaba mucho la moda, pero llevaba cada accesorio perfectamente bien combinado, por su parte Bill se veía muy diferente a como le había visto antes, para empezar no traía su extravagante peinado, esta vez llevaba el cabello peinado hacia atrás, pantalón azul en mezclilla, camiseta blanca, un saco negro que lo hacía ver muy elegante, y gafas oscuras, impecable como siempre.
No deseaba ver a Bill, por alguna razón no me sentía bien al verlo, tenía varios defectos pero en ese momento el que más me molestaba llevaba Kim por nombre.
Ana: que no nos vean-dije mientras simulaba ver la revista que tenía en las manos
Valeria: creo que ya es algo tarde para eso
El camarero se acerco con los cafés y los pastelillos, detrás de el ya se aproximaban los gemelos.
Tom: hola chicas
Valeria: vaya, que coincidencia encontrarnos de nuevo
Tom: las coincidencias no existen, todo pasa por una razón – dijo guiñando un ojo y en ese tono seguro y conquistador característico de él. Podemos acompañarlas?
Valeria me miro a mí, esperando a que yo lo decidiera.
Ana: claro
Tom: de compras?- comento mientras se acomodaba en una de las sillas a lado de Valeria
Ana: bueno hemos salido a conocer la ciudad y…
Valeria: hemos comprado algunas cosillas
Ana: y ustedes?
Bill: también salimos para conocer la ciudad, esta es una de pocas ocasiones en que podemos hacerlo – dijo mientras se quitaba las gafas y segundos después llamaba a uno de los camareros. Tanto el como Tom solo pidieron dos cafés.
Tom: salimos porque Bill quería ir de compras
Bill: tú también has comprado
Tom: si, pero no tanto como tu
Ana: y donde esta lo que compraron?
Bill: en el auto
Ana: ya, y sus guardaespaldas se quedaron haya me imagino
Bill: No, hemos venido solos, les dimos el día. Desde que llegaron Bill había hablado pero no me había mirado ni una sola vez.
Ya entendía seguía enojado por el comentario de ayer, me daba igual, mejor así.
Tom: más bien nos hemos dado una escapada- dijo entre risas
Empecé a comer del pastel que tenía enfrente, el camarero llego con los dos cafés y luego se retiro.
Valeria: te ves muy diferente Bill.
Ana: (Hable yo, antes de que el pudiera hacerlo) es que se ha dado cuenta que la laca en exceso le hace mal, no Bill?
Tom: eso le vengo diciendo yo desde hace tiempo- se rió
Bill: tal vez la laca me hace mal, eso tiene solución con dejar de usarla pero hay otras personas que simplemente por más cosas que hagan no tienen solución, verdad Ana?
Me miro mostrando una media sonrisa
Ana: pero si eso tu lo sabes mejor que yo
Tanto el como Tom me miraron extrañados.
Tom: ¿qué dijiste? lo anterior lo había dicho en español
Ana: no, nada importante
Tom: pensé que eran de aquí, pero has hablado en español??
Ana: si
Tom: de donde son?
Ana: de México
Tom: ¿México!? Algo lejos de casa eh?
Valeria: hace mucho que lo estamos
Tom: ya entiendo, vienen de vacaciones
Ana: no guapo, venimos por trabajo
Los dos nos miraron algo sorprendidos.
Valeria: pensaban que veníamos solo por diversión?-dijo para después llevarse un trozo de pastel a la boca
Ana: no estamos por diversión como ustedes
Tom: pasa que nosotros también venimos por trabajo, guapa.
Ana: ¿si?
La verdad es que daba por hecho que ellos solo venían a divertirse, tratándose de famosos… ya estaba haciendo juicios equivocados sin siquiera conocerlos, pero estábamos a mano ellos también habían hecho lo mismo.
Tom: Si, pero bueno no creí que ustedes trabajaran, aunque puedo imaginarme varias cosas - comento sonriendo y levantando una ceja
Ana: en nada de lo que sea que imagines
Valeria: somos psicólogas…
Tom: (la interrumpió) dan terapias y eso?
Valeria: ¿por que? ¿Te has dado cuenta que necesitas terapia?
Tom: si tu me atiendes..-levanto una ceja. Valeria se rió y le desvió la mirada.
Ana: bueno, yo hace mucho que deje la consulta
Bill: afortunadamente.
Ana: ¿como dices?
Bill: tus pacientes han de haber terminado mal- dijo para después darle un sorbo al café
Ana: tan mal como tu estas NO! Tal vez debas ir a consulta… aunque pensándolo bien, lo tuyo no creo que tenga solución
Bill iba a abrir la boca de nuevo, pero de pronto se quedo callado, y volvió a beber de su café.
Tom: Y entonces que es lo que hacen?
Valeria: trabajamos en una empresa refresquera, ahora nos estamos encargando de la reclutamiento del personal, no vamos a quedarnos mucho
Notaba un poco extraña a Valeria, se veía un poco incomoda y a diferencia de ayer, parecía no poder sostenerle la mirada a Tom, estaba segura que de algo, me había perdido.
Tom: cuanto tiempo se quedan?
Ana: que curioso eres, desde que llegaron no has parado de hacer preguntas
Tom: si quieres después tú puedes hacer las preguntas
Ana: jaja ok
Bill: dos semanas…
Tom: qué??
Valeria: Si… pero, ¿como lo sabes?
Tom: si Bill como lo sabes ¿?
En ese momento Bill me dirigió una mirada, supuse que esperando a que yo respondiera a eso, mientras tanto Tom y Valeria lo miraban con curiosidad
Ana: se lo dije yo
V y T: tu!? Dijeron los dos casi gritando y al mismo tiempo.
Valeria: si, ya, imagino con lo bien que se llevan jaja
Tom: cuando se lo dijiste??
Ana: bueno… cuando nos conocimos
Tom: antes o después de tirarle el refresco encima?- dijo riendo a carcajadas
Bill lo fulmino con la mirada, lo que hizo que Tom parara de reír
Bill: fue el día que llegamos
El día que llegaron ¿? Entonces llegaron el mismo día que nosotras, ahora que recordaba fue en el ascensor donde nos vimos la primera vez, en ese momento lo había notado muy amable, nada como ahora.
Ana: el mismo día que llegamos nosotras- dije mirando a Valeria,
Ana: ese día aun no me odiabas-le dirigí una mirada a Bill, la cual no se le dificulto en sostener, el silencio que duró pocos segundos se me hizo eterno, justo cuando el iba a decir algo, Tom hablo, que oportuno!- grite para mis adentros, me moría por saber que era lo que iba a decir Bill.
Tom: esta noche vamos a salir, quieren ir con nosotros?
Valeria: no lo sé, ahora si que tenemos mucho trabajo
Tom: tienen que venir, después de todo es el último día que estamos aquí
El último día, era el último día que estaban ahí!!? Las últimas palabras de Tom se repetían en mi mente, porque no me sentía bien después de lo dicho por Tom. Eso solo significaba algo, no volver a verlos nunca más...
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