Nota: El cap. 102 y 103 están narrados en dos tiempos diferentes. (Uno de ellos corresponde a lo que sucede en la actualidad, es decir, después de esos dos años y el otro corresponde a lo que sucedió entre el último día que Ana y Bill se vieron en Londres hasta antes de que se cumplieran esos dos años).
Desperté en la mañana estando mucho más tranquila de lo que esperaba, todavía
podía poner mi mundo de cabeza, de cierta forma me complacía el que hubiera
regresado y por lo poco que había podido ver, arrepentido.
Lo que me daba miedo, es que eso no iba a cambiar nada.
Vacié agua hirviendo en una taza que ya contenía café, leche y azúcar.
Volví al sofá a ver televisión para ver si de esa manera, aunque fuera por un
momento, dejaba de sonar su nombre en mi cabeza.
Momentos después subí a mi habitación, empecé a recoger la ropa,
acomodar los libros, sacudir, y abrir algunas cajas, de allí saque una más
pequeña, en ese instante cuando vi su contenido supe que sería una buena idea
ir a casa de mis padres por algunos días, allí definitivamente Bill no me
buscaría porque estaba casi segura que iba a volver. Pero, ¿y si no lo hacía? Los
nervios me consumían, pero, acaso era tanto mi deseo por tenerle frente de
nuevo… me había vuelto tan masoquista, su presencia solo me lastimaba y yo solo
lo quería ver…
Además todo era tan absurdo… como podría si quiera darle la oportunidad
de hablar cuando el hizo caso omiso de mis palabras antes.
Salí a comprar comida, aunque no sabía para que si no tenía ni pizca de
hambre. Anduve de prisa por la calle, inquieta, nerviosa, de cierta forma
alegre y triste, absurdo, pero así sentía todo, un cumulo de emociones. Llegue
a casa y deje todo sobre la mesa, corrí hasta arriba y me metí a la ducha con
agua fría, el calor cada día estaba peor, pero además necesitaba estar
despierta. Estuve alrededor de casi treinta minutos bajo la regadera, cuando la
piel de mis dedos comenzó a arrugarse cerré la llave y salí caminando de
puntitas envuelta en una enorme toalla blanca. Saque algunos vestidos no tan
cortos como el que llevaba puesto el día anterior, pero no sabía cual elegir y
mucho menos sabía porque era tan importante como vestir. Dos golpes se dejaron
oír. Alguien estaba abajo. Mi ritmo cardiaco comenzó a elevarse, ¿acaso sería
Bill? Ni siquiera estaba vestida pero no quería que se fuera. Camine hasta la
escalera y desde allí intente asomarme para saber si se trataba de él. Baje
algunos escalones hasta que llegue abajo.
Ana: ¿quién es…?
-¿Puedes abrir la puerta? no soy ningún ladrón y si lo fuera creo que no
tocaría la puerta…-dijo una voz familiar en tono de burla.
Ana: ¿Ángel? ¿eres tú?
-Sí, ¿me vas a dejar aquí?
Ana: eh… no-casi iba a abrir la puerta cuando volví a ser consciente que
solo llevaba la toalla puesta-no te puedo abrir
Ángel: sé que vine sin avisar pero…
Ana: No-me reí-no es eso, estaba en la ducha, y… voy a vestirme
Ángel: ¿no traes ropa?
Ana: eh… no…
Ángel no contesto, sin embargo, un momento después la manija daba una
media vuelta.
Ana: ¿qué se supone que haces? Tiene llave Ángel-le indique en tono de
reprimenda
Ángel: bueno… no perdía nada con intentar… ¿no me vas a abrir?
Ana: cuando este liste
Subí despacio las escaleras todavía sorprendida y de cierta forma
decepcionada de que se tratara de él.
Me tome mi tiempo para elegir lo que iba a ponerme, peinarme y arreglarme
casi con la intención de que Ángel se aburriera y se fuera, pero, opte por
apresurarme, y decirle que otro día podríamos vernos.
Estuvimos en la sala viendo televisión o más bien, era él, porque yo no
podía alejarme de la ventana, hasta que Ángel dedujo que yo tenía intención de
salir, aunque eso fuero lo último que quería hacer.
Ambos salimos solo a caminar, empezó a contarme, no sé porque, un
episodio de su infancia, reía sin la menor preocupación, era tan sencillo, no
entendía porque su necesidad de estar con un ser complicado como era yo. Comenzó
a mirar hacia todos lados, y luego dejo ambas manos flotando en el aire, me di
cuenta que había comenzado una ligerísima llovizna que a penas y era
perceptible, me sentí tan bien cuando dispersas gotitas resbalaron por mi piel
como si estuvieran jugando a hacerme cosquillas, hasta que me di cuenta que era
uno de sus dedos los que rasguñaba mi piel para llamar mi atención.
Volvimos a caminar por el mismo lugar para llegar a casa, Ángel quería
un café y yo quería un té, pensaba que era muy fácil ponerle contento y que a mí
me gustaba ponerlo de ese buen humor que luego me contagiaba, apenas fui
consciente de que Bill estaba parado fuera de mi casa tocando el timbre, por un
momento no supe si seguir caminando, o dar media vuelta antes de que nos viera.
Ángel: ¿Qué pasa?-Me miro y luego clavo su vista en Bill, puso su mano
en mi espalda y prácticamente me empujo para que siguiera caminando.
Bill: Siento venir sin avisar, otra vez…-miro detrás de mí e
inmediatamente fijo su vista en mis ojos, dolido.
Ángel: yo, tengo que irme pero, ¿te veo mañana?-dijo e hizo que Bill y
yo rompiéramos el contacto visual, e inmediatamente extendió una mano hacia él.
Ana: sí, claro. Te veo mañana-Ángel beso mi mejilla, enseguida note como
Bill se había incomodado y como Ángel comprendió que debía darse prisa.
Ángel inclino la cabeza ligeramente a modo de despedida y se fue
disparado. Cuando lo hice cerré la reja del patio, la que usualmente permanecía
abierta, porque todavía no sabía si debía salir también.
Bill: Hay cosas que debes saber
Ana: ¿Y tengo que escucharte?
Bill: Nos lo debemos…
En ese momento como si algo se hubiera encendido dentro de mí, me gire
enfurecida.
Ana: ¡Yo no te debo nada!
wow , siempre dejas con esas ganas de seguir; encuentro que la forma en que escribes es genial , es el tipo de escritura que atrapa al lector y la historia me encanta porfavorrrrrr trata de no dejar esperando tanto plisss
ResponderEliminar¡Hola! :D Que bueno que justo acabé de leerlo y no tuve que esperar mucho, me duele ver que Ana trate a Bill de esa forma pero es comprensible, yo en su lugar lo hubiera insultado y gritado peor :P Tengo una duda lo del hospital es lo que Ana está viviendo actualmente, ¿verdad? Saludos :-)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarawwwww gracias po publicar ya queria leer :D
ResponderEliminarme encanta esta historia a diario revisaba el
blog para ver si tenias nuevo cap. jejeje pero
por fin jejeje siento un poco de tristeza por Bill
pero se lo tiene bien merecido jeje aunque
estoy super intrigada el porque Ana regresa y
va a un hospital aaa me muero por saber en verdad
gracias por seguir con la historia me estabas
matando lentamente jeeje no tardes en subir
nuuevos caps. :D
Esta muy buena tu historia.... me la leí en menos de 4 días... es excelente... sin exagerar Bill no merece el perdón... pero creo que hay cosas que dijo que era mentira solo para herir a Ana... y ese fue el peor error que pudo haber cometido.... como detesto a Alex por cobarde y Kim por arpía
ResponderEliminarEspero actualices pronto... quiero saber que pasa Por Favorrrr!!!!