Bienvenid@:

Este es un espacio para compartir una historia, o tal vez más...
*Recuerda que: lees bajo tu propia responsabilidad*
Gracias por tu visita.

martes, 14 de agosto de 2012

¿Me recuerdas?


Ahi les va, para que vayan recordando y para las que no han leído nada. Aquí tienen un poco de lo que podrán encontrar.


Vestía de negro completamente, y traía una cruz colgada del pecho muy hermosa por cierto, se veía bastante bien.

“Hola” pronuncio en inglés obviamente, para seguidamente mostrar una hermosa sonrisa, vaya dentadura perfecta, parecía comercial de pasta dental, podía dejar sin aliento a cualquiera.

[...]

Camine lo más pronto que pude, tenía que dar la vuelta para llegar al estacionamiento, pero cuando iba hacerlo, alguien se tropezó conmigo dándome un fuerte golpe, me había lastimado demasiado, e hizo que todos los papeles que traía encima cayeran al suelo.

Xx: lo siento… -le corté

Ana: no yo siento más que tú seas un idiota

[...]

-Hay que ser amigos…-le dijo ella en voz baja. En ese momento  se acerco de nuevo a ella pero esta vez rozando su cuello con su nariz, ella sintió su respiración agitada, algo que la hizo estremecerse, solo eso quiero ser- le dijo el  al oído

 Suspiro sacando todo el aire que tenía contenido en los pulmones desde hacía rato, LO SÉ… admitió ella...

[...]

-¿Me buscabas?- escuche decir a alguien detrás de mí.

-siempre llegas así, casi me matas de un susto

-esa no era mi intención… pero así tendrás la conciencia- agrego gracioso mientras alzaba la ceja

...tiro de mi lentamente

Me quede quieta completamente al momento de sentir como me daba su aliento en la boca, lo que hizo que un escalofrío me recorriera el cuerpo, finalmente acerco sus labios a los míos, uniendo nuestras bocas en un beso lento, al principio intente resistirme a ello, pero después me fue imposible hacerlo, y no tanto por que fuera más fuerte que yo, sino, porque simplemente no quería hacerlo, no quería separarme de él...

[...]

Se acerco a Valeria y sin pensarlo dos veces la beso, para su sorpresa ella no opuso ninguna resistencia, todo lo contrario. El se aferro a su cintura, mientras ella, lo tomaba de las mejillas, se separaron y tomaron un poco de aire, solo para volver a besarse, unos segundos después ella lo empujo suavemente

No, nada…

[...]

Entonces tu eres…

Alexander... Alexander Hemingway- contesto- pero tu puedes llamarme Alex –dijo con una coqueta sonrisa.

Mostré una sonrisa forzada, baje la vista al currículo que tenía en la mano.

-veo que cuentas con experiencia en este tipo de puestos, porque dejaste tu anterior empleo Alexander?

-creo que era tiempo de cerrar con esa etapa, por eso estoy aquí, quiero empezar algo nuevo
-siempre has vivido aquí?
-estuve un par de años en Estados Unidos

- trabajando?
-trabajando y estudiando. Y tu siempre has vivido en Londres?

[...]

-Dean eres tu? Pero, que haces aquí?
-se conocen?
Dean se levanto y saludo a Valeria
-no lo recuerdas!? Del club!

[...]

-no me digan que alguna de ustedes les gusta uno de ellos!?- dijo tratando de que su pregunta sonara de lo más natural, pero resulto todo lo contrario- ojala no sea así- le miramos extrañadísimas, aparte de la pregunta por su último comentario, que había sonado casi como una sutil amenaza

Valeria: y que si fuera así…? –Contesto con algo de hostilidad- No creo que sea nada malo- agrego calmada

Kim: no, no pero ya saben ellos son famosos, y bueno conocen chicas todo el tiempo… además viajan siempre y casi nunca permanecen en un lugar por más de dos días… creo que solo una persona involucrada en el medio podría sobrellevarlo

-yo no creo eso, de hecho pienso muy diferente… creo que estarían mejor con una persona que no este involucrada en el medio, eso le daría normalidad a sus vidas, cosa de la que ellos carecen

[...]

-hablo de lo que le dijiste a Kim, a qué estas jugando!?
-yo!!? A qué estoy jugando yo?- pregunte casi gritando incrédula
-si quieres que así sea, yo también puedo jugar

[...]

Una chica se quedo de pie a un lado de ella y nos miraba tanto a Tom como a mi, aunque su mirada al final se pozo en Tom. A diferencia de Kim que llevaba un vestido blanco atado al cuello muy entallado, con un escote pronunciado la otra chica si lucia muy elegante, su cabello negro ondulado le caía por la espalda media, llevaba un vestido verde limón que resaltaba su esbelta figura y el color bronceado de su piel, los zapatos altos que traía la hacían superar el 1.75 de estatura. Una modelo seguramente. Tom la miro coqueto.



... Ella se dio la vuelta y lo miro. Tom miraba al suelo, luego se acerco a ella sonriendo, haciendo que Nicole retrocediera, y se recargara en el coche, ella le rodeo el cuello y el coloco sus manos en su cintura, la beso, se acerco aun más, haciendo presión contra su cuerpo.

-ahh! No puede ser! Y ahora que hacemos?
-los miro y luego miro hacia atrás. La única forma de salir es pasar por donde están ellos.

Ella ladeo su cabeza hacia un lado, el se agachó y beso su cuello, su mano derecha recorría su espalda, poco a poco iba bajando cada vez más.

-hay no!! que hacemos?? Tom no sería capaz de tirársela aquí o si…??
 -con lo que estoy viendo yo ya no lo sé...

[...]

Tom se sentó en la única silla que había en el lugar, las demás estaban dobladas apoyadas sobre la pared. Fijo sus ojos en los de ella y le hizo una seña para que se acercara. Ella así lo hizo, luego se sentó sobre él.
Tom puso una mano en la espalda de ella y la otra en su cintura. Ambos se acercaron rozando sus labios en varias ocasiones pero sin besarse, hasta que Tom tomo la iniciativa y la atrajo a el para besarla.

[...]

No era necesario que me tocara ni que me besara para sentirme excitada por él. Su sola proximidad me encendía.

Percibí el deseo en sus ojos lo que hizo que los nervios me recorrieran sin control de pies a cabeza. ¿Ahora…?- pensé alarmada. Le mire indecisa mientras el irradiaba confianza y seguridad.

-Quiero estar en cada respiración tuya… en cada aliento… quiero sentirte…

[...]


Y... [...]

Hace tiempo que no estábamos a solas-comento sin quitar la vista de la ventana

-si-dijo consciente de su cercanía, en ese momento se dio cuenta que el, la había estado evitando, tanto como ella.


[...]

Había una muchacha sentada al borde del escritorio semidesnuda, el estaba situado entre sus piernas, la tenía sujeta de la cintura. La forma en que la besaba y la tocaba le hizo saber que había cierta confianza entre ellos, estuvo segura de que no era su primer encuentro.


[...]


-¿Me prometes?-inquirió frunciendo el ceño.  Me miro atentamente queriendo provocar algún tipo de reacción, siempre se creía que podía  intimidarme pero esta vez era diferente- ¿Desde cuándo te gusta hacer promesas? Sino lo vas a cumplir mejor no digas nada


-Deberías tomar tus propios consejos


[...]


"¿Como podía describirlo? Una montaña rusa. Subir y bajar. Cuando bajaba no alcanzaba a tocar fondo... hasta que... En fin... pero cuando subía... era como tocar el cielo"







martes, 7 de agosto de 2012

Capitulo 65

Valeria se encontraba dando vueltas por toda la habitación, signo de que ocurría algo, llevaba en las manos un legajo con un documento que había estado intentando leer por más de una hora y por lo visto no podía terminar, mientras tanto, en el otro extremo de la mesa estaba Alex frente a su laptop con un vaso de café en la mano. Todo indicaba que saldríamos mas tarde de lo normal, pues había varios pendientes que resolver antes de poder irnos a casa, teníamos que coordinar la entrega de productos a nuevas tiendas, además de pedidos para eventos privados sin contar con que el servidor de nuestra página web se había caído y yo tenía en la línea a un técnico que no me resolvía nada y me había dejado en espera, esto no tendría solución este día, algo me lo decía… pero, ¿a quien se le ocurrió darle el día libre a los de sistemas!?
No había hablado con Bill desde la mañana, al parecer iban a estar muy ocupados porque iban a terminar de hacer el ensayo de todas las canciones, además del ensamble completo de escenografía y la prueba de vestuario… habíamos quedado en vernos a las siete en punto pero a como iban las cosas difícilmente podría ser… saque el teléfono de mi bolso y marque el número de Bill bajo la atenta mirada de Alex. No obtuve respuesta.

Por fin Valeria dejo todo en la mesa y se sentó a mi lado, mientras yo intentaba llamar a Bill nuevamente.

Valeria: ¿lo vas a ver hoy?
Ana: no sé… supongo que sí… pero todavía tengo que ordenar algunos de los expedientes de los empleados ¿y tu?

Valeria: creo que voy a dejar todo tal como esta, mañana lo termino, no me puedo concentrar, necesito aire puro
Ana: en esta ciudad difícilmente lo vas a encontrar…-Volví la vista a la pantalla del teléfono que permanecía constantemente iluminada, al parecer por fin se había dignado a llamarme...-¿Bill? Soy Ana

Bill: lo sé, ¿qué sucede?

Ana: nada, que creo que no podre verte a las siete como habíamos quedado… no creo llegar a esa hora…
Bill: tampoco yo, todavía no terminamos, te parece si me paso por tu apartamento cuando terminemos, aunque no se a que hora podrá ser…
Ana: está bien… llámame
Bill: si. Ah… espera…
Ana: ¿qué ocurre?
Bill: Es Tom. Quiere hablar contigo.
Ana: ¿Tom? Esta bien, pásamelo.-se oía como cruzaron unas palabras y luego silencio. -¿Tom…?
Tom: ¿Ana?
Ana: si soy yo. ¿Cómo va todo?
Tom: bien, ya sabes solo que Bill fastidia más de lo normal
Ana: Jajaja mm… ¿no será al revés…?
Tom: jaja no puedo creerlo, ahora si ya caíste en las redes de mi hermano…
Ana: claro que no
Tom: claro que si, pero eso no es lo que quería decirte
Ana: ¿y qué es?
Tom: necesito que le digas algo a Valeria
Ana: claro, ¿de que se trata?

Le pase el recado a Valeria tal como Tom me indico, ella estaba un poco indecisa pero al final termino por aceptar.

(…)

Bill: ¿Así que lo hiciste?

Tom: si, merezco salir después de aguantar toda la prueba de vestuario, aunque creo que Georg se veía bastante bien

Georg: no tienes que decirlo, yo siempre luzco bien

Gustav: ¿Y de mi no vas a decir nada?

Tom: lo siento Gustav pero el cuero no te favorece…

Gustav: ¡eso no era lo que pensabas antes! ¿Y la otra noche qué mendigo?

Georg: no es por nada, pero yo escuche unos latigazos

Bill: mira como te sacan tus trapos sucios eh

Tom: les das un poco de cuerda y mira…

Bill: ya hablando en serio, ¿ustedes no quieren usar…?

T y G’s: NO.

Bill: como quieran…

Tom: ¿vas a verla?

Bill: si, en cuanto pueda voy por ella, le dije que no sabría a que hora saldría así que no espera verme en su trabajo

Tom: ah…

Georg: el eterno romántico

Gustav: mejor me voy que me ahogo con tanta miel

Bill: ya te veré cuando te enamores…

Gustav: paso

Tom: yo también. Así que mejor me voy.

Georg: Trátala bien.

Tom: yo siempre me porto bien, sino pregúntales a ellas… y a Gustav…-le guiño el ojo

Georg: sabes a que me refiero

Gustav: te vamos a estar esperando…

Tom: pero esta vez yo llevo el látigo-dijo dirigiéndose a la puerta

Gustav: ¿¡no que no te gustaba cabrón!? Pues si no te portas bien ya sabes-le grito y los demás le siguieron a carcajadas



Valeria: ¿pero…? No crees que se moleste…

Ana: No. Claro que no. Si tu misma has dicho que es porque te lo debe… el solo cumple lo que te prometió.

Valeria: ehm… bueno… ¿segura que va a estar ahí en 20 minutos? No me gusta esperar…
Ana: si ya sé... y si, me dijo que si.

Valeria: bien… entonces me voy ya, tampoco me gusta llegar tarde.

Ana: Ok, pero te quiero temprano en casa.

Tomo su bolso y salió con una sonrisa en la boca. Tome el legajo que había dejado y lo guarde en uno de los cajones de mi escritorio. Volví a sentarme en la mesa frente a Alex el seguía concentrado en la computadora no había apartado la vista de ésta ni un minuto.

-¿Si, bueno, esta ahí?

Me había olvidado por completo que tenía al técnico en la línea. Upss... al menos no me colgo... por segunda vez... Me estire todo lo que pude y tome el teléfono que estaba en el otro extremo.

Ana: si dígame

-Le decía que es un problema del servidor pero estará listo para el día de mañana

Ana: ¿mañana?

-Si. A primera hora. No se preocupe.

Ana: bien… pues gracias. –Colgué desanimada- Y yo que creí que lo podrían arreglar ahora…

Alex: ¿dijiste algo?-pregunto sin quitar la vista del computador

Ana: que no me pudieron resolver nada…

Alex: ah…

Ana: ¿Y tu ya casi terminas?
Alex: si… en 15 minutos creo… ¿sabes?-me miró-Conseguí que en la nueva sucursal no nos cobren ni un centavo por la promoción

Ana: ¿qué? ¿De verdad? Eso es genial. Eres muy bueno negociando

Alex: eso no es nada. Se hacer otras muchas cosas, si quieres te puedo enseñar…-dijo, se levanto y se dirigió a la puerta-voy a escanear esto y enseguida vengo-dijo antes de que pudiera agregar algo.

Cerré todos los archivos abiertos en la computadora, y empecé a ordenar todos los expedientes como loca, empezaba a creer que Alex ya no iba a regresar cuando abrió la puerta de golpe.

Alex: ¿qué pasa, te asuste?-dijo al ver mi expresión de sorpresa

Ana: no, pero pensé que ya no ibas a regresar

Alex: claro que si, tengo que enviar ese archivo que escanee antes de irme. ¿por qué? ¿Necesitas ayuda?

Ana: un poco… me quedan 27 expedientes por actualizar. ¿Me ayudas?

Alex: suena emocionante, pero…

Ana: ¿pero…?

Alex: no quiero quitarte toda la diversión- fruncí el cejo dramáticamente lo que hizo que se empezara a reír- es broma, claro que te ayudo, entre los dos vamos a terminar más rápido-se levanto y camino hasta mi lugar, me quito las carpetas que llevaba en la mano y empezó a acomodarlas y anexarles la papelería-si solo te quedas viendo nunca vas a terminar…

Ana: claro-empecé a coger las papeletas en la mesa y las grape en el expediente. Aunque cuando yo llevaba uno Alex hacía como tres.

Alex: ves ni cinco minutos nos tomo. ¿Qué te parece si vamos a tomar algo?

Ana: Alex… no creo poder…

Alex: claro. –Dejamos de hablar, empezaba por incomodarme el silencio, pero no era tan incomodo como sentir su mirada, me sentía mal por el, le tenía cariño y estaba consciente de que el sentía por mi algo distinto.-No va a pasar nada si salimos un momento. No tiene porque enterarse… -no lo mire pero sentía que ya se había acercado demasiado, tome todas las carpetas y las junte sin importar si estaban acomodadas, me levante de la mesa y me fui directa a mi escritorio, abrí el último cajón y las guarde ahí, le puse llave y me levante, cuando lo hice me encontré de frente con Alex.- No soporto que me digas que no.

Ana: no es eso.., ya estoy cansada, fue un día largo…

Alex: dame una oportunidad. No tiene que pasar nada si no quieres. No tiene que saberlo.

Ana: ¿qué?-de nuevo volvió a sorprenderme ese comentario, ¿qué a caso pensaba que iba hacerle caso?-No se trataba de eso.

Alex: por favor… crees que el no hace lo mismo…

Ana: Ya basta. No es asunto tuyo-le conteste irritada- ¿cómo se atrevía a insinuarme ese tipo de cosas? ¿quién era él? y más importante aún, ¿qué le importaba? si fuera así, era asunto mío y solo mío.

Alex: sabes que tengo razón...

Ana: No. Y no entiendo que quieres.

Alex: a ti…

Ana: ¿qué?

Alex: solo quiero…-miro mis labios y luego me miro a los ojos

¿Qué, qué haces?-se acercó hasta ponerse a mi altura

¿Puedo solo…?-leí su intención y sentí su aliento en mi rostro

No…

Nadie tiene que saberlo

¿Qué estás diciendo? sabes que yo estoy con…

Lo sé, lo sé… Solo un beso…

Alex… no puedo… ¿Qué te sucede?

Dilo otra vez…

¿qué...?

Di mi nombre otra vez... me gusta cómo se oye en tu voz

Suélt…-sus labios hacían presión sobre los míos, al igual que sus manos sobre mis muñecas, deje de oponerme a él y correspondí ese beso.

(…)

Sé que no es necesario decirte nada porque Georg y Gustav ya te lo dijeron y… no hace falta que yo también te haga la misma advertencia

Es algo completamente inocente

Por favor… nada de lo que tu haces tiene que ver con la inocencia

No me fastidies con eso-se rio- ya te dije que no tiene nada que ver

¿A, no? Y ¿por qué no te creo?

No sé, y tampoco es mi problema William… Te voy a colgar ya.

¡No me digas William!

Tom: ¿Y tu, estas con Ana?

Bill: Estoy parado afuera de su oficina, ni se imagina la sorpresa que le voy a dar

No le has dicho nada sobre lo que compraste, ¿no?

Tampoco

Que cursi eres, te lo ha pegao Georg. Tu si me preocupas…

Ya estoy aquí, uhm... pero no se oye nada. Te voy a colgar.

Ahora si, ¿no?

Si.

Fin de la llamada.

 
(…)

-Joven, joven espere… -les siguió el niño de alrededor de unos doce años, hasta situarse a lado de ellos, Tom se guardo el móvil en el pantalón y observo después que detrás del pequeño venía una mujer de edad quien respiraba agitada-Mire joven lleve esto para su novia-le señalo con la mirada un recipiente que contenía de todos los tipos habidos y por haber, el olor que se desprendía era simplemente fantástico, ¿y como podía lograr que estuvieran tan vivas y frescas como si fuese verano? pensaban los dos-aunque claro que no es tan bonita como ella-añadió coqueto

-¿Habla de mi?-rió-Yo no soy su…

-eres un niño muy precoz, eh… Bien, haber dame una…

-¿el ramo completo mejor, no?-insistió el astuto niño

-ok, ok, dámelo

-Claro que si, con mucho gusto

-Haber…-busco en su bolsillo hasta dar con su cartera-ten y guarde el cambio

-Gracias joven y hasta luego bonita. –Le dijo a ella guiñándole el ojo, ella le sonrió como respuesta

-Estas muy chico para coquetearle a la novia de otro, ¿no?

-Discúlpelo joven así son los niños… -comento la anciana mientras miraba al que parecía su nieto, volvió la mirada a los dos examinándolos con atención-Hacen una hermosa pareja, les auguro muchos, muchos años juntos-dijo la mujer risueña-que tengan bonita tarde

-Igualmente y Gracias-se despidió y luego miro a Valeria y le entrego el ramo de rosas que le acababa de comprar-pues… estas son para ti

-¿si? –pregunto sorprendida-Gracias-las tomo con timidez y llevo a su nariz el conjunto de todas aquellas flores


Una de sus manos por fin me soltó para deslizarse por mi cintura, trate de tomar su otra mano para que no avanzara en su recorrido, y lo bese también. Tan pronto como pude me solté de el, que a su vez intentaba lo contrario.
Los murmullos afuera lo distrajeron, luego se oyeron dos golpes en la puerta y acto seguido Bill había abierto y había entrado. ¿Pero que a caso se creía que podía tocar y pasar sin esperar respuesta!? se que estaba a acostumbrado a eso, pero... en cuanto lo vimos Alex se alejo tanto como pudo y yo seguramente estaba con el rostro enrojecido del coraje que tenía, sentí un montón de cosas al verlo, temor, culpa, tristez, alivio. Quería correr como niña pequeña y pedirle que me abrazara y me perdonara, cuando era Alex el que me había forzado a besarlo, pensaba solo en estar con Bill y decirle cuanto lo quería ya, y que me dijera el, que todo iba a estar bien.

Bill: oh, lo siento, ¿interrumpí?-arrugo el entrecejo, notando que algo sucedía-¿debí esperar no es cierto...?-encima era él quien se disculpaba...

Ana: pues sí, pero ya estábamos terminando de todos modos... bueno, al menos yo... porque a Alex todavía le queda un largo rato aquí, no es así Alex?-le miraba echando chispas, lo sabía, sentía la mandíbula tensa, de un montón de cosas que debía decirle pero me contuve pero esto no iba a quedarse así, no quería ni pensar en lo que hubiera pasado si Bill hubiera llegado cinco minutos antes...

Alex: si todavía me queda trabajo para rato

Bill: bien, de ser así, me llevo a Ana

Alex: claro, si... que tengan buena noche

Bill: tu también, aunque si vas trabajar no creo que la tengas... -le estrecho la mano a modo de despedida y yo fui por mi bolsa y salí disparada de allí.

Apreté el botón del ascensor, las puertas se abrieron casi de inmediato, puse la mano en medio y espere a que Bill llegara, cuando estaba cerca, entre y seguido lo hizo el, apreto el botón de la planta baja, se coloco a mi lado, su mirada era tan dulce, no podía mirarlo yo también, me ponía nerviosa, por fin se acerco, me tomo de la mano y me dio un beso en los labios.

Bill: ¿me extrañaste?

Ana: mm... pues la verdad...

Bill: si ya sé, que tu a mi no, pero yo a ti si.

Ana: ¿cómo puedes decir que no? Claro que te extrañe-dije tímidamente y el sonrio con la mirada.

Bill: entonces dame más besos

Ana: ¿yo? ¿ por qué no me los das tu?

Bill: Ana, no somos niños de secundaria. -Dijo y seguido me planto tres besos antes de que llegáramos a la planta baja. Continuamos caminando hasta su auto, tomados de la mano, era una de las cosas que más me gustaban, tan simple, el roce de su mano y la mía, hacía que sintiera como si nada malo existiera.

Subimos al coche, y avanzo despacio antes de salir del estacionamiento. Continuo tranquilo por la calle también, estaba muy poco transitada sorprendentemente para la hora que era, aunque había anochecido más temprano de lo común y daba la impresión de que iba a llover en cualquier momento.

Bill: ¿y cómo te fue hoy?-me miro fugazmente y continuo mirando al frente

Ana: bien, bien, creo...

Bill: ¿bien? solo bien? no tienes nada que contarme?

Ana: no.. ya sabes lo normal, nada nuevo... -lo observe mientras conducía, otras de mis cosas favoritas, de lo que más me gustaba hacer, pero acaso el vería algo de lo que sucedió...? no claro que no, no estaría así... tan tranquilo. Borre ese recuerdo de inmediato.

Bill: ¿ en qué piensas?

Ana: mm... eh... no, en nada relevante. Mejor cuéntame tu qué hiciste.- Me sonrió, no creyó lo que dije, pero a veces solía ser la paciencia personificada.

Bill: Por fin terminamos de acoplar toda la escenografía y las canciones, y la prueba de vestuario fue hoy, todo me gusto, ya veras cuando lo veas por ti misma, te va a encantar, estoy seguro. Fue un día muy agotador, mañana damos un segundo ensayo, descansamos y luego...

Ana: y luego se van-complete tranquila.

Bill: si. Y comenzamos la gira.- soltó emocionado.

Ana: si. Me da gusto y a mi también me emociona mucho, estoy feliz por ti.

Bill: lo sé. ¿A dónde te gustaría ir?

Ana: la verdad no sé... -mire fuera de la ventanilla como si allí estuviera la respuesta,

Bill: ¿tienes hambre?

Ana: no mucha... ¿tu ya comiste? ¿tienes hambre?

Bill: no he comido, pero casi no tengo hambre. Podemos ir a cenar a algún restaurante, si quieres

Ana: pero si no tienes hambre...

Bill: si tu tienes hambre yo también-se rio

Ana: mm... la verdad no quiero, no sé

Bill: ¿prefieres que te lleve a tu casa?

Ana: quiero estar contigo un rato.

Bill: yo también. ¡Ya sé! vamos al parque que esta frente a tu departamento. ¿quieres?

Ana: si, está bien.-Acelero el automóvil y logro llegar en cinco minutos. Se estaciono frente al edificio donde vivía, mire al departamento, las luces estaban encendidas, Valeria debía estar allí preparando algo de cenar seguramente, ¿cómo le habría ido con Tom?

Bill me tomo de la mano haciendo que caminara junto a él. Se puso atrás y me rodeo.

Bill: ¿con qué no me extrañaste eh?-murmuro cerca de mi oído, y me planto dos besos en la mejilla. Me tomo de la mano de nuevo de la mano y me llevo al final de la banqueta el se bajo e hizo que yo me quedara de pie frente a el, estando más o menos de la misma altura. -¿irías conmigo a la gira?

Ana: ¿irme contigo?

Bill: si, a algunas fechas, no digo que a todas... -me reí y esta vez yo lo bese-eso es un si o...

Ana: eso, es un beso. Y no me puedo ir contigo. ¿Qué pensarían los demás...?

Bill: me importa un cuerno lo que puedan pensar. A mí solo me importa lo que piensen mis amigos, mis padres, Tom y tu. Los demás pueden hacerce pedazos si quieren-dijo convencido y nuevamente se acerco para besarme y abrazarme.

Ana: no puedo irme así como así, esta Valeria, mi trabajo, lo que ya conozco como mi hogar... además no tendrías tiempo para mi, vas a estar muy ocupado.

Bill: Valeria no va a decir nada. Estoy seguro. El trabajo puede esperar o puedes trabajar con nosotros, y lo demás... yo me voy a dar tiempo para ti.

Me reí nuevamente de solo pensar lo absurdo que sería aceptar esa propocisión, seguramente se olvidaría de mi entre tantas cosas que tuviera que hacer... terminaría siendo una carga para él.. Estuvimos así otro rato hasta que nos cansamos y nos sentamos en una de las bancas del parque.

Bill: ¿entonces no te irías conmigo?

Ana: No lo creo... tal vez vaya a verlos una o un par de veces...

Bill: ah... -suspiro.-bien... más te vale porque si no voy a venir por ti. -Hizo una pausa... -tengo algo para ti, espero que te guste... -saco del bolsillo de su pantalón una pequeña cajita color dorada, y la extendio para que la tomara.

Tome la caja y la abrí. El me miraba tranquilo y divertido a la vez. La cajita contenía un collar, con el dije de una libélula, no era tan grande ni tan pequeña, era perfecta, desprendía un hermoso brillo, parecía ser plata.

Bill: ¿te gusta?

Ana: si, claro que me gusta pero no sé si aceptarla... cuanto te costo...? debe ser cara...

Bill: Por eso no te preocupes. Puedo permitírmelo. Además quise hacerlo.

Ana: ¿si?

Bill: Si. Cuando la vi pense en ti y en lo que ese dije representa para mi. Significa la armonía, la paz, y lo más importante el amor por lo más preciado que tiene el ser humano. Su libertad.

Ana: todo eso representa? es muy bonito. ¿Y pensaste en mi al verla de verdad? -achine los ojos

Bill: tu eres eso para mi. Tu eres un alma libre Ana. No dependes de nadie, haces lo que te parece correcto y por más que te hayas equivocado sabes que hiciste bien, porque en determinado momento hiciste lo que creías era lo adecuado, por eso eres libre.

Ana: ¿todo eso soy? ¿te parece de verdad?-dije sonrojada, lo bueno era que en la noche eso no se podía distinguir. -creo que has estado bebiendo de más...

Bill: bueno... eso también.... ¿lo aceptas entonces?

Ana: sabiendo todo lo que significa para ti...!? claro que si, me gusta mucho. Gracias.-le plante un beso en los labios, como adoraba hacer eso.

Bill: ya sabía yo que ibas a aceptarlo. Después de la primera propocisión, esto sería pan comido.

Ana: oye... -le di un golpecito en la mano-así que ya sabias que iba a decir que no...

Bill: me imaginaba algo... pero todo lo que te he dicho ha sido enserio. La propocisión sigue en pie. - de repente me agarro y me atrajo hacia el para besarme. Como adoraba eso también




martes, 20 de marzo de 2012

Capitulo 64

Bill: ¡Tom! Se me olvido por completo… ahora si me mata, va a decir que lo hice
apropósito-dijo encendiendo la moto nuevamente, dio la vuelta y arranco
bruscamente...


(...) Bill: ¿soy bueno conduciendo, no?

Ana: pues te diré…exceptuando el momento en que estuvimos a punto de caernos…

Bill: ¡oye! Pero no nos caímos, porque logre mantener el equilibrio eso me da puntos extras

Ana: si tu dices… mejor mantén la vistaal frente…

Bill: no va a pasar nada… confía en mi… soy bueno

Ana: si no confiara en ti, no me hubiera subido a la moto –Dije, y parece que le gusto lo que escucho porque acelero la moto eufórico

Bill: aunque tengo que aceptar que Tom es mejor que yo para esto

Ana: ¿Tom?

Bill: aprendió a conducir la moto antes que yo, y desde entonces se le metió la idea en la cabeza de que quiere traer una moto y yo por nada del mundo cambiaria mi auto, pero así es el…se
le mete una idea en la cabeza y hasta que obtiene lo que quiere no esta tranquilo, y luego simplemente cuando se aburre lo deja...–dijo en tono más serio-así que creo que se le pasara como todo lo demás…

Desde donde íbamos podíamos apreciar a Valeria, quien hablaba por teléfono y a Camila que tenía enredada una mano en el brazo de Tom, éste último levanto su otro brazo y señalo el reloj malhumorado.

Ana: perdón se nos hizo tarde.

Bill: andábamos conociendo un poco los alrededores…

Tom: a mí no trates de engañarme, que conociendo ni que conociendo, si ya te sabes el camino de memoria y no me digas que no, tú lo que estabas haciendo era…-me miro de reojo haciendo que se me pusieran las mejillas rojas- bueno ya, que soy tu hermano y te conozco

Ana: ¿bueno que vamos entrando o qué? Ya me está dando frío

Tom: hasta ahora te calo el frío ¿eh? Que casualidad…-frunció el cejo

Ana: mira Tom ni juegues conmigo que sales perdiendo-mire de reojo a Camila, y este de inmediato desvió la mirada-Y si, tengo frío.

Bill: pero si ni se siente

Ana: ¿qué no? Pues en ese caso te quedas aquí y yo voy tirando para dentro que me congelo-en ese momento Valeria empezó a estornudar y todos le miramos a lo que se quedó un poco extrañada aún con el teléfono en la oreja

Tom: Yo me quedó aquí, me toca usar la moto, no he podida probarla por culpa tuya y de Gustav

Camila: yo también voy para adentro

Tom: pero si tu querías dar una vuelta, ¿no?

Camila: si, pero mejor lo dejamos para otro día, ¿sí?- le sonrió dulce y luego nos siguió a mí y a Bill

Tom: voy yo solo

Bill: como quieras Tom, pero que no le vaya a pasar nada ¿entendiste?

Tom: si yo la financie, salió de mi presupuesto

Bill: y el mío.-sentencio

Valeria seguía moviéndose de un lado a otro como tratando de terminar la conversación sin poder lograrlo, mientras Tom a unos metros se trepaba en la motocicleta. Nosotros apenas entrando nos topamos con David con gesto cansado, que nada más vernos nos hacía señas para
que nos acercáramos.

David: que bueno que ya regresaron, fue un break bastante largo, tenemos que continuar, ¿y tú hermano?

Bill: va a dar una vuelta en la moto

David: ¿Cómo que una vuelta? Me temo que eso tendrá que ser otro día, ve por… no mejor voy yo

Bill: si… -David casi salió corriendo

Camila: ¿soy yo o es que está un poco estresado?

Bill: está estresado. Así se pone antes de cada gira y como encima falta poco más de dos semanas

Camila: que emoción, ya quiero que comience.

Bill: nosotros también queremos comenzar ya, ha sido bastante el tiempo lejos de los escenarios, se me ha hecho una eternidad-contuvo el aire, y luego resoplo- espero que no te hayas olvidado de asistir a uno de nuestros conciertos, yo mismo te mandare una entrada a tu casa- él la miro fijamente acompañándose de una sonrisa, y ese gesto no hizo más que intimidarla y que le desviara la mirada

Camila: no pensé que lo recordarás-dijo con todo el calor de cuerpo concentrado en el rostro-Gracias

Georg: ¡eh Bill! Vamos empezando ¿no crees?-le grito desde el escenario

Bill: ¡s!!-grito- Las dejo un momento-nos dijo-ya hemos ensayado la mitad de las canciones y por hoy no falta mucho

Camila: ¿pero no habían ensayado antes?-pregunto con timidez

Bill: si claro, pero este es el ensayo oficial antes de comenzar la gira, aquí vemos si todo se ajusta a lo planeado, el escenario, las canciones, los instrumentos, las luces, etc. y como ahora traemos una escenografía más grande y más complicada de manejar, tú lo viste Camila-le decía mirándola a los ojos y ésta en respuesta asentía una y otra vez- la mitad de la nave les ha tomado casi el día completo construirla y eso también necesita mejorarse y en fin… son muchos detalles… y por eso el resto de la semana vamos a seguir haciendo ajustes aunque se supone deben ser los menos posibles

Camila: claro

Georg: eh Bill que a este paso terminamos mañana

Bill: ¡que ya voy!

Ana: anda ve, que sino de los nervios a Georg le va a quedar el pelo como a ti

Bill ya iba corriendo cuando me escucho y se volteo con cara de ‘me las vas a pagar’

Camila: Que bonito se oye mi nombre en la voz de Bill

Ana: ¿eh?-murmure confundida viendo la cara de ilusión de mi amiga-¿Todavía te pone nerviosa?

Camila: yo creía que no, pero es que ¿siempre es así tu novio?

Ana: no es mi novio

Camila: lo que sea… Cuándo te habla te mira directamente a los ojos, la mayoría de la gente no es así, y además… El impone y mucho.

(…)

Valeria: ¿y los demás?

Tom: se fueron

Valeria: ¿y tú que haces todavía aquí?

Tom: yo voy a dar una vuelta

Valeria: pensé que ibas con Camila

Tom: cambio de opinión-decía desinteresado pero el tono de voz dejaba entrever su molestia-por supuesto de todas formas yo voy a ir, después de tocar la guitarra lo que más me gusta hacer es conducir

Valeria: ella es así, es como…como…-estornudo, lo que la tomó por sorpresa, su cara de seriedad se desvaneció y provoco una risita en Tom que ella no noto porque estornudo una vez más y luego retomo la charla-no lo hace a propósito, simplemente es… algo voluble

Tom: ya me di cuenta- acepto y por primera vez en toda la tarde la miro detenidamente, observo el contorno de su cara y su largo cabello ondulado que se movía por el aire, miro sus ojos
acuosos y su nariz roja. Llevaba puesta una blusa fina y encima un saco sumamente sencillo, llevaba pantalón de mezclilla y unas zapatillas sencillas también. Siempre la había visto con ropa formal, zapato de tacón alto, el cabello recogido y el maquillaje recargado y ahora ni siquiera traía, y eso la hacía lucir mucho más joven, no parecía ni siquiera ni por poco alcanzar los veinte años, sin embargo, su porte delataba que no se trataba de una niña, debido a la seriedad de su expresión y de su comportamiento, en ocasiones podía parecer incluso más grande de lo que era, y eso pensaba el, era una de las características más atrayentes que ella poseía- ¿con quién estabas discutiendo?

Valeria: ¿Cómo? Yo… no discutía, hablaba con Dean

Tom: ah… ¿todo está bien?

Valeria: ¿eh? Si, ningún problema.- frunció los labios y desvió la mirada dando a entender lo contrario.

Tom compendio, se levantó de la moto y extendió su mano hasta ella tratando de tocarla, y ella en acto reflejo dio un paso atrás e inclino su cabeza.

Tom: ¿qué sucede?-rió-no te voy hacer nada- antes de que pudiera reaccionar la mano de él toco sus mejillas y luego la frente

Valeria: ¿qué- qué pasa?-sus mejillas tomaron un color rojizo, su mano estaba caliente, el tacto de Tom le dio un extraño escalofrió y la puso nerviosa.

Tom: te vas a resfriar, será mejor que vayas adentro-retiro la mano de su cara, se dio la vuelta y empezó a caminar hasta la motocicleta de nuevo.

Valeria: que sutil manera de correrme-se dio la media vuelta sorprendido contemplándola de nuevo

Tom: no, yo no quiero que te vayas.-dijo lentamente como dejando que cada palabra
cayera por su propio peso, observo a Valeria que le miraba sin disimular su asombro-no es por mí, yo disfruto de tu compañía, te lo digo porque no quiero que te enfermes

Valeria: ¿te preocupo?-pregunto con ternura-¡Ay Tom! No me lo imaginaba-él desvió la mirada y se dio vuelta-sonrió-Gracias.

Tom: ¿Cómo haces para parecer una niña?

Valeria: ¿qué? No entiendo…

Tom: si, es que a veces me das miedo y otras eres como una niña. Eres extraña

Valeria: Jajaja pues gracias

Tom: ¿y eso? ¿No me dices nada? ¿No vas a replicar? ¿novas a decir que el inmaduro soy yo?

Valeria: ¿qué quieres que te diga?

Tom: discutir... como acostumbras hacer...

Valeria: Claro que no. Tomo las cosas de quién viene-se rió-y si ya tienes asumido que eres un niño…

Tom también se rió, se quitó la chaqueta
y se la dio a Valeria.

Tom: póntela

Valeria: ¿pero y tú?

Tom: yo estoy bien, traigo una sudadera y tu… tu no paras de temblar.- Valeria tomo la chaqueta y se la puso, le quedaba muy grande pero de esa forma la abrigaba mejor.- ¿Vienes conmigo?

Valeria: ¿de verdad? claro, si- se acercó y se subió a la moto, coloco titubeante sus manos en los hombros de Tom, pero él le agarro las manos e hizo que las pusiera alrededor de su abdomen

Tom: con fuerza, si no, te vas a caer.- avanzo dos pasos antes de encender la moto

David: ¿Tom a donde crees que vas?-tanto Tom como Valeria se sobresaltaron por la sorpresa

Tom: a dar una vuelta

David: al único lugar al que vas a ir es adentro, solo te esperamos a ti. Lo siento Valeria, pero debemos terminar

Valeria: por supuesto

Tom: te debo el paseo

Valeria: no te preocupes

Los tres volvieron cuando los chicos terminaran una más de las canciones, Valeria se nos unió a Camila, Ellie y a mí, ninguna de la tres paso desapercibido que llevaba puesta la chaqueta de Tom.

Valeria: creo que me va a dar gripe-dijo sentándose al lado de Ellie

Ana: ¿quieres que nos vayamos antes?

Valeria: ¡Nooooo! Quiero quedarme hasta que terminen

Ana: ok, yo solo decía

Dos horas más tarde terminamos todos cenando en uno de los restaurantes londinenses más lujosos, aunque no estábamos vestidos para la ocasión, ni si acaso presentables y mucho menos Gustav, Georg, Tom, y Bill que iban todos sudados y despeinados, creo que la única que se veía de apariencia decente era Natalie, no sabía como lo hacía pero a pesar del larguísimo día de trabajo siempre lucia arreglada, como si acabara de salir del salón.

La verdad era que todos teníamos un cansancio notable, ellos llevaban todo el día ensayando y nosotras todos los días nos levantábamos muy temprano y si bien nos iba dormíamos cinco horas al día, siempre me decía que llegando el fin de semana dormiría día y noche pero nunca lo hacía y siempre estaba continuamente cansada y ahora que estaban ellos tenía menos tiempo, no quería desperdiciar ni un segundo, pero al parecer había llegado a mi limite, mi cuerpo me lo decía a gritos. Bill y yo habíamos regresado solos al apartamento, él venía cargando ambos bolsos, el suyo y el mío, la temperatura del apartamento me reconforto de inmediato, era tan agradable, Bill se metió a la ducha y yo le seguí, aunque el salió antes, cuando entre en la habitación estaba sentado en la cama debajo de las cobijas, yo ni siquiera me seque el cabello, todo lo que quería hacer era dormir, di un brinco en la cama cayéndole casi encima a Bill.

Bill: ¡auch!- se quejo-me aplastas

Ana: perdón, no pensé que fueras tan frágil…

Bill: no empieces a jugar así, que luego no me aguantas el ritmo-dijo arrogante con la mirada encendida. No quería llegar a nada, pero el me provocaba. Me acerque a su boca pero en vez de besarlo le mordía el labio. Se quejo y luego me aparte bajo su atenta mirada, de repente me tomo de las manos bruscamente atrayéndome a donde estaba.

Ana: ¡para! Me haces daño

Bill: tú también me hiciste daño, ahora me toca a mí

Ana; suéltame. No quiero…

Bill: uhm…-sonrió-eres tan… inocente…-me dijo al oído, le mire sin comprender muy bien- si me provocas… quieras o no, no va a importar…

Me resultaba extraño escuchar esas palabras, además de que me molestaba de sobremanera que llegara a pensar que yo podía estar a su disposición cuando el quisiera, cosa que no era. En ese momento de distracción logre darle la vuelta y ahora era yo la que sostenía sus manos, tenía que enseñarle quien tenía el mando.

Bill: no lo hagas…

Ana: ¿hacer qué?-me deslice por su cuello, rosando mis labios contra su piel-yo no hago nada

Bill: si continúas no me voy a poder contener…-dijo serio- y sé que estás cansada

Me levante ligeramente, justo ahora se me venían a la cabeza las palabras de Camila, “el impone y mucho”, definitivamente tenía razón, nadie que lo conociera podría negarlo, pero el ni siquiera se daba cuenta, iba por el mundo sin mirar el efecto que dejaba.

Bill: ¿nunca me escuchas, verdad?-Antes de que pudiera reaccionar ya lo tenía encima de mí

Ana: Bill no tengo fuerza-intentaba empujarle pero no lograba que se moviera ni un poco, así que deje de intentarlo. Desabrocho la blusa que llevaba deslizándose por mi abdomen y mi pecho
lentamente, no podía hacer otra cosa que dejarle hacer a su antojo.

Bill: lo sé. Te lo dije… no voy a detenerme

Ana: no he dicho que lo hagas…